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domingo, diciembre 15, 2024
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Los doce trabajos de Hércules | Por Omar Emín*

Hércules era el hijo de Júpiter y Alcmena (sic). Juno, siempre hostil a los hijos de su esposo con mortales, hostigó a Hércules desde su nacimiento. Con el correr de los años y después de soportar varios atentados contra su vida, siempre ideados por Juno, Hércules quedó sometido a Euristeo, obligado a cumplir todas sus órdenes (en esa época había otra consideración respecto de la obediencia), entre ellas una serie de riesgosas tareas (piensen que las ART no existían) conocidas como «Los doce trabajos de Hércules».

Los doce trabajos son una serie de antiguos episodios relacionados con una narración sobre la penitencia, llevados a cabo por Hércules; inicialmente eran diez, pero como Hércules hizo algún trabajo con ayuda de su sobrino Yolso; Euristeo (a esta altura unos de los personajes mas h de p de la mitología), le agregó dos tareas más: Los doce trabajos abarcaban desde matar, robar y capturar animales mitológicos (el león de Nemea, la hidra de Lerna, el jabalí de Erinato, los pájaros de Estinfalo, el toro de Creta, las yeguas de Diomedes, el ganado de Gerión, la cierva de Cerinea), limpiar los establos de Augias (que tenía un feed lot de 30.000 cabezas), robar las manzanas de oro del jardín de las Hespérides, el cinturón de Hipolita y capturar a Cerbero y sacarlo del inframundo (algo parecido al infierno … o a los gobiernos que venimos soportando).

Culminado el relato mitológico y tras años y años de gobiernos populistas (con diferentes modales) que como se ha comprobado, no disminuyen la pobreza sino que la potencian, enriqueciendo a una oligarquía (grupo de amigos del gobierno y políticos cercanos) que trata de mantenerse en el poder. Los problemas con los que deberá lidiar el próximo gobierno – de cualquier signo político que sea -, convierten a los doce trabajos de Hércules, en una sencilla tarea para alumnos de escuela primaria.

A modo de ejemplo y con el propósito de ejemplificar la magnitud de las tareas que deberá enfrentar el próximo «Hércules» nativo a cargo del gobierno, se enumeran algunas:

Restablecer de manera convincente el derecho de propiedad (no se asusten, está en la Constitución Nacional), incluyendo erradicación de villas, asentamientos y ocupaciones varias.

Tener millones de personas que viven a costa de otras sin trabajar, no es un sistema que pueda ser mantenido por mucho tiempo; para ello, deberá convencer a todos los subsidiados, manteros, limpiavidrios, barrabravas y otros mantenidos en general, que la única alternativa posible, es trabajar.

Convencer a los políticos (o a los barrabravas) de eliminar la vinculación con los barrabravas (o los políticos).

Establecer nuevas reglas para el ejercicio de la actividad política, para que se gobierne de acuerdo con el mandato popular en serio y no para mejorar estructuras partidarias con vistas a perpetuarse en el poder.

Hacer obras para elevar el nivel de vida de la gente con el dinero que hoy se destina a la redistribución (dícese de la acción y efecto de sacarle a los que trabajan y entregarlo a los que no trabajan) y al sostenimiento de los políticos y su estructura.

De una vez por todas reconocer el problema y convencer al pueblo que los equivocados somos nosotros y no el resto del primer mundo desarrollado o aquellos países en camino de serlo.

Volver a la escuela «que enseña» y no a esta «levedad educativa» donde nadie aprende, todos pasan y nadie se encuentra con obstáculos a ser superados.

Restablecer los poderes del Congreso y volver a una distribución federal (que palabra complicada) equitativa de los impuestos (sin miedo, también está en la Constitución Nacional) con una ley de coparticipación que genere provincias autónomas y no rehenes del poder central (federalismo verdadero que le dicen).

Resolver con claridad el tema de los mapuches en la Patagonia.

Construir cárceles para cumplir con los preceptos constitucionales («sanas y limpias y no para castigo de los reos») y para «hospedar gentilmente» a todos los que cometan ilícitos.
Racionalizar el Estado recortando gastos en sueldos, pasajes, privilegios varios y jubilaciones de legisladores y asesores.

Bajar la inflación tomando medidas económicas adecuadas (un montón de países lo han hecho).

Eliminar y rebajar impuestos de todo tipo de manera significativa y no tímidamente.

Reformular las relaciones laborales con los trabajadores del Estado y los sindicatos en general a través de una moderna y profunda reforma de la legislación laboral tanto la que regula el empleo público como el privado.

Otorgar a la iniciativa privada multitud de actividades que el Estado no debería prestar o presta de manera ineficiente.

Quienes reciban subsidios NO pueden votar (igual que en otras partes del mundo).

Establecer sanciones para quienes corten calles y/o impidan la libre circulación del resto (igual que en otras partes del mundo).

Combatir el narcotráfico.

Que la Unidad de Información Financiera deje de perseguir a quienes compran un vehículo de mas de $ 4.000.000,- y comience a analizar los «enriquecimientos políticos» y otros enriquecimientos que no sean producto del trabajo o de algún juego de azar.

Suspender la dieta de polenta a la que se ha sometido a gran parte de la población.

Modificar el sistema jubilatorio evitando la sustracción de fondos por parte del Estado, generando haberes acordes con la realidad (esta en las leyes, solo falta ejercer las acciones para cumplirlo).

Reformular el Poder Judicial para lograr mayor celeridad en los fallos y en la designación de los jueces.

No se sabe en cuanto tiempo Hércules realizó los doce trabajos, aquí los necesitamos con la mayor celeridad posible, por eso no le pedimos que haga salir campeón a Independiente (que ya lleva 20 años de espera).

Para el caso en que alguna de estas tareas no pueda ser llevada a cabo en su totalidad, tener a mano el celular de Euristeo, para que lo llame a Hércules y lo mande a completarlas.

Para las tareas faltantes, proceder de acuerdo con el apartado anterior.

*Omar Emin es Licenciado en Administración y Contador Público. Colabora con Actualidad en temas fiscales, laborales y económicos en general. Socio fundador de Echenique, Emin, Albín & Asociados, firma dedicada a trabajos profesionales de carácter administrativo, laboral, contable e impositivo. Se desempeñó en el ámbito educativo universitario, terciario y secundario, con algunas experiencias en educación a distancia en el nivel universitario.