El Museo Histórico Regional empieza a prepararse para volver con sus clásicos Concursos de Barriletes para el Día del Niño y, según cuenta Miguel Alegrí, uno de los miembros de la Comisión de Apoyo se piensa implementar un «pequeño taller en el anexo para enseñar a los chicos a hacer barriletes.»
El espacio del Museo es «el lugar ideal, amplio, libre y se presta para que las familias disfruten, porque no solo son los chicos, sino que toda la familia participa.»
Además, hay personas «que tradicionalmente han fabricado barriletes y también se presentan», por eso la competencia se organiza en más de una categoría.
El propio Museo se hace presente «con nuestra estrella, al que todos los años le cambiamos el papel y la hacemos volar.»
“Uno siempre tiene algo de pibe. Yo veo a los chiquilines pateando una pelota o remontando un barrilete, y se me van las manos. Y eso es lo mejor” (Oscar Bonavena)
Con chicos y docentes en vacaciones invernales, se pueden aprovechar las visitas guiadas. Sobre estos recorridos, Alegrí contó en Actualidad, que «reciben la visita de muchos jóvenes con sus padres.»
Miguel destacó que han recibido «importantísimas donaciones que se han sumado a la sala permanente, entre ellas, una imprenta tipográfica tipo Minerva, donada por la familia Pinedo-Handorf, que tenían la imprenta sobre calle Arenales, a metros de San Martín»; y agregó que «ahora tenemos tres Minerva, alineadas una al lado de la otra y como todas funcionan, cuando tenemos visitas guiadas, las ponemos en funcionamiento y explicamos cómo era el proceso de impresión.»
La vedette del museo
A los chicos que van de visita les llama mucho la atención el avión planeador gigante que cruza todo el espacio del museo, según los mismos chicos dejan testimonio en el libro de visitas. «El avión es la vedette del museo», señaló Miguel.
Un Museo inclusivo
Entre los nuevos integrantes de la comisión, el MHR cuenta con la docente jubilada de la Escuela Especial, Raquel Pinto, que se había dedicado muchos años al trabajo con los no videntes, «quien sugirió la idea de rotular algunos objetos con información en braille, para hacerlo un espacio inclusivo y recibir a los no videntes y que puedan disfrutar de nuestro museo.»
La farmacia del pueblo
Cuando reciben ciertas donaciones, como objetos que fueron parte de antiguas farmacias que funcionarios durante la década del ’30 «nos obligan a investigar», dice Miguel.
En este caso particular, fue a partir de «un pequeño vaso de porcelana hermosísimo, que tiene grabado un logo «LP López Pardo, Farmacia del pueblo» y luego recibimos otros frascos con ese mismo logo. Para eso contamos con los testimonios de vecinos que vivieron en esa época, quienes nos cuentan cómo se fueron modificando algunos comercios del centro. Vamos registrando todos los datos y guardando para la historia.»
Se vuelve a abrir la puerta grande con historias de peluquerías
El museólogo informó también que se trabaja «para una gran exposición» que se llevaría a cabo a fin del mes en curso o a principios de agosto.
A partir de ese momento, se podrá ver un gran panel ploteado «con las propagandas de periódicos, diarios y revistas villeguenses, de «antiguas peluquerías» de la ciudad, que además «marcan distintas etapas artísticas.»
Para acompañar este panel, «se han recuperado varios objetos de peluquerías de Villegas, que serán exhibidos y donde están plasmadas las historias de los primeros peluqueros que hubo en Villegas, hasta los años ’60 más o menos.»
Según un relevamiento realizado desde el MHR, los primeros peluqueros aparecen poco después del 1900, como Mariano Sola, Lucas Pierro, Juan Moura, Martín Desiderio, Enrique Handorf, Pedro Handorf y José García.
De acuerdo a la Revista Circa, de 1910, existía la Barbería Siglo XX, de Ángel Suárez «en la casa donde estuvo la municipalidad» (dice el aviso publicitario).
En 1920, parece el aviso de la Peluquería, Perfumería y Artículos para hombres, de Alberto Sinconi, «atendida por tres oficiales peluqueros, por lo cual el cliente puede tener la seguridad de obtener un servicio rápido, higiénico y de primer orden!»
Miguel Alegrí hace referencia también a «La Moderna», de Leopoldo Lario, frente a Casa Galli, cuyo eslogan era «La casa más lujosa de la localidad»; y a «La Argentina» de Ismael Curty, «instalada con todo el confort moderno», dice el aviso de Circa.
«Entre todas ellas, aparece una que causa mucha gracia -manifestó Alegrí- porque se llamaba «Peluquería La Antiséptica», de Severo Mastrángelo, quien lo atendía, según su dueño lo publicitaba, con «higiene, escrupulosidad y esmero.»
En los años ’40, aparece «El Salón Mouras», quien ofrecía las permanentes. En la década del `’50 van a encontrar a la famosa «Casa de Peinados Reta», en San Martín 324, que con anexo de mercería, ofrecía «un espléndido surtido en guantes, botones finos, corpiños para señoras y artículos para bebé.»
Imposible dejar de lado en este resumen a «Felipe», con su «famosa permanente en frío a la crema de Helen Curtis, cuya aplicación completa costaba 250 pesos moneda nacional.»
En los ’60, aparece en el panel el «Instituto de belleza Manet», de Elisa Boccalatte, ubicado en la Galería Moreno y entre las últimas, «Peinados Gladys», de Mirta Martínez, en Pringles 165.
«En el ploteado hay dos hermosas fotos, una del Día del Peluquero, en el patio de la familia Tondo, en la que están grandes peluqueros de Villegas: Ventemiglia, Curtis, Berenstein, Francucci, Baldomero, Tondo, Movio, Curtis, Piche, Mastrángelo, Montivero y Barrientos. Es una hermosa fotografía!», añadió Miguel.
En la otra foto, tomada en el Prado Español, están Sarmiento, Sanz, Mastrángelo, Movio, Francucci, Colombano, Draperi, Cavallié, Ventemiglia, Tondo y Fernández Baldomero.
«Necesitábamos donde alojar los objetos de las peluquerías y nos han donado una vitrina hermosa que recuerdo de cuando era niño. Era una vitrina que estaba en la Chevrolet de la familia Orozco, a la que vi guardada en un galpón y ahora, gracias a ellos, está totalmente restaurada en el museo y preparada para debutar», contó Miguel Alegrí, quien con mucho entusiasmo, como siempre, espera la visita de todos.