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General Villegas
miércoles, noviembre 6, 2024

ESPACIO CONTRATADO: ¿Por qué no?

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Tenemos muchas diferencias entre los distintos partidos políticos, que a mi entender deberían enriquecer las cosas en vez de paralizarlas.

El mundo está lleno de ejemplos de sociedades fracturadas  que han podido crecer y desarrollarse para que su gente pueda vivir mejor.

¿Cómo lo hicieron? Pues, se dieron cuenta que en el desarrollo lograrían el objetivo de una vida mejor. Debían dar este paso con rapidez y con eficiencia ya que existían personas que no podían esperar más. Tengo la íntima convicción que esto es lo que nos está sucediendo a los argentinos.

Sobre este tema y con urgencia deberíamos profundizar bastante. La primera cuestión sería acordar a qué llamamos desarrollo y cuál es el camino que deberíamos transitar para lograrlo.

Mis preguntas son las siguientes:

¿Preferimos un desarrollo económico que sea impulsado a través del trabajo u optamos en primer lugar por nivelar a todos los sectores sociales sin contar con los recursos  económicos indispensables para poder mantenerlos a través de los años?

¿Creemos más en los mercados o en las personas que lo componen?

Esta clase de interrogantes generan demasiadas opiniones encontradas y el riesgo de caer en discusiones paralizantes, y además frustrantes, si reflexionamos en quienes ya no tienen más tiempo que perder.

Quizás deberíamos plantearnos otro camino distinto como punto de partida, y nuestra meta el objetivo a lograr. Nuestro país hoy tiene una sociedad con acentuadas diferencias políticas, económicas, sociales y culturales en la que un porcentaje muy grande es pobre o se encuentra por debajo de la línea de la pobreza, y esto requiere de una solución urgente.

Tenemos un enorme potencial de recursos naturales y humanos para poder desarrollar, una educación con mucho para mejorar y una economía altamente especulativa producto de décadas de desacuerdos y desprolijidades. Modificando el rumbo de esto último pareciera ser nuestra mejor opción como punto de partida.

Este puntapié inicial al que hago referencia puede ser un punto crítico pero a la vez una enorme responsabilidad: no nos quedan más alternativas que mejorar.

Para ello es necesario definir cuál es el camino para lograrlo, y ese camino no deben ser meras expresiones de lo deseado, pues se caería en el error de una intención voluntarista que nunca se podrá convertir en realidad.

Solo debemos comenzar a entender que el camino es el desarrollo, y que mientras no existan políticas que nos conduzcan a lograr acuerdos, nuestros objetivos seguirán siendo utopías imposibles de alcanzar.

La dirigencia en su totalidad debe entender de una vez, cuando decimos que queremos un país mejor. Los acuerdos son hechos fundamentales y no una expresión de debilidad. En los convenios, la idea original debe ser con el aporte de todos los sectores involucrados, dejando de lado ese tipo de posturas necias de las que estamos hartos de ver y escuchar todos  los días, que se asemejan más a caprichos de adolescentes que a la madurez y grandeza que necesita el país para crecer.

Guillermo Aba

DNI 5.397.724

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