Miguel Alegrí, profesor jubilado y miembro de la Comisión del Museo Histórico Regional, visitó Radio Actualidad para referirse al debate que se generó en los últimos días respecto a los perros que se encuentran en la calle de la ciudad, luego de la medida tomada por el municipio de trasladarlos al Centro de Castración.
«Hay que pacificar y unificar criterios para con los animales», dijo Alegrí; al tiempo que aclaró que sobre el tema «no entiendo mucho» y que su intención es «tratar de sumar un granito de arena a esta situación».
El villeguense dijo que «hace unos días tuve un accidente en la calle con varios perros»; y opinó que «el municipio tomó la medida que corresponde, porque cuando hay animales que te agreden y muerden, el responsable es el municipio, que debe proteger a los ciudadanos».
Entonces relató lo que le había pasado. «Iba en bicicleta por el Club Atlético. Yo soy perrero, por lo tanto no desconfié. Un grupo de perros se me acercó y se puso detrás. Pensé que me iban a ladrar, pero en un momento sentí los colmillos en una pierna, unas personas se acercaron, me auxiliaron y terminé en el Hospital».
Alegrí mencionó que allí «he sido muy bien atendido por los profesionales y me medicaron. Cuando ví lo que había pasado el viernes (el villeguense se encontraba en Buenos Aires), decidí escribir y contar lo que me había pasado, porque además observé que esos perros no se detuvieron, sino que atacaron a otras personas».
Aclaró que su intención no era confrontar. «A las chicas de APAVI las conozco de toda la vida, pero hay que ver cómo se puede solucionar esto. En el Centro de Castración tendría que haber una estructura importante para que los animales sean destinados a ese lugar, que estén muy bien cuidados. Y hay que hacer una política de adopción, es difícil pero no imposible».
Nostalgioso, recordó que «todos los perros que tuve, salvo el de mi infancia que era Braco Alemán, fueron adoptados. Y el último, que crió a mis hijos, era un perro policía australiano gigantesco. Jamás ladró ni mordió, siempre estaba en casa, cuidado y bien alimentado. Tuve otros también, pero nunca estaban en la calle».
Se refirió entonces a otra situación que se repite en General Villegas. «El parque automotor que se desplaza llevando animales. Yo que viajo mucho a Buenos Aires, donde me quedo por varios días, veo cómo se comportan las personas con los animales; y en otros lugares del mundo, si te olvidás el perro en algún lugar, te cobran una multa».
En nuestra ciudad, «hay distintas situaciones que se dejan pasar, porque estamos en un mundo muy acelerado y no tenemos tiempo de buscar al dueño de un perro si agredió o mordió a alguien», agregó.
Alegrí habló de la necesidad de «un acuerdo» en este sentido. «Tiene que haber un clima de armonía para una feliz convivencia. Creo que esto va a tener una solución, que las asperezas se van a ir limando, para que los animales que agreden tengan un clima propicio y buena vida; y que la sociedad los adopte, para que puedan vivir con una familia».
