Como cada 24 de octubre, Día Internacional de la Lucha contra la Polio, el Rotary Club recuerda que el virus de la Polio se puede prevenir mediante vacunas.
Las últimas estadísticas demuestran que en los dos últimos años la vacunación contra la Polio fue interrumpida por la pandemia de Covid-19.
Desde Rotary, «insistimos en que hasta que el mundo esté libre de Polio, cada niño está en riesgo; y destacamos que América se había convertido en la primera región del mundo en ser certificada por la OMS como libre de Polio en 1994, pero ahora hay riesgo de reintroducción del virus, dado que la inmunización está por debajo del 95% de la población», sostienen desde la institución local.
En Argentina, sarampión, rubeola y polio están eliminadas, pero al circular en otras partes del mundo y habiendo caído las tasas de vacunación, el riesgo de reintroducción del virus es “mediano-alto”.
«Debemos tener el calendario de vacunación completo para evitar que resurjan casos en nuestro país», agrega el comunicado.
Y concluye manifestando que «Rotary no bajará los brazos y continuará trabajando en la causa humanitaria más grande que lleva adelante desde hace 40 años. Seguimos en acción, porque la vacuna es el único medio para estar protegidos. La vacuna salva vidas».
La Polio
La poliomielitis, o comúnmente llamada polio, es una enfermedad altamente contagiosa ocasionada por el virus de la poliomielitis. La gran mayoría de las infecciones por poliovirus no producen síntomas, pero de 5 a 10 de cada 100 personas infectadas con este virus pueden presentar algunos síntomas similares a los de la gripe.
En 1 de cada 200 casos el virus destruye partes del sistema nervioso, ocasionando la parálisis permanente en piernas o brazos. Aunque es muy raro, el virus puede atacar las partes del cerebro que ayudan a respirar, lo que puede causar la muerte.
Aunque el último caso confirmado de poliomielitis por poliovirus salvaje en la Región de las Américas ocurrió en 1991, la amenaza continúa. A pesar de los esfuerzos para su erradicación, al momento, en algunos países de Asia, sigue habiendo niños con parálisis permanente debida a este virus.
Por su riesgo de importación, el principal factor de riesgo para que los niños menores de 5 años de edad adquieran esta enfermedad, son las bajas coberturas de vacunación.