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miércoles, diciembre 11, 2024
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Nació en Santa Regina, vivió en Villegas y puede ganar un Oscar

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Nació en un pueblo de 500 habitantes, tiene 26 años y sus videos hablando sobre la actualidad nacional la llevaron a trabajar en la película protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani. “Fue una locura”, se sincera con Teleshow la joven que busca sponsor para viajar a la entrega de premios de Los Ángeles. A continuación, textual, la nota de Infobae.

“Hola Leyla, ¿cómo estás? Me llamo Katia, soy directora de casting. Estoy laburando en una peli y se me ocurrió que irías muy bien para un personaje. ¿Te interesa? ¿querés que te cuente más?”.

Leyla Bechara recibió aquel mensaje el día de su cumpleaños, el 11 de marzo del 2022, pero recién lo leyó al día siguiente, cuando estaba respondiendo en sus redes sociales saludos que le habían quedado pendientes. No le figuraba en la bandeja de entrada porque provenía de una persona no estaba entre sus contactos. “Lo primero que pensé, realmente, era que se trataba de una película independiente y de bajo presupuesto porque por qué buscaban a alguien que nunca actuó en su vida”, cuenta la joven de 26 años en diálogo con Teleshow.

Leyla Bechara

Dijo que sí. No dudó ni un segundo. Jamás había tomado una clase de actuación, pero eso no la desanimó ya que de alguna manera tenía experiencia frente a cámara: en 2020 se recibió de politóloga y en plena cuarentena por la pandemia del coronavirus comenzó a hacer videos hablando de la actualidad nacional, además trabajaba como community manager. Una amiga suya terminó siendo excompañera de la primaria de la directora de casting, quien se mostró interesada por el contenido que vio compartido en Instagram y pensó en ella para que integrara el equipo de fiscales de Argentina,1985, protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani, dirigida por Santiago Mitre, y que está nominada en los premios Oscar como mejor película internacional.

Pero todo esto, Leyla lo sabría recién más adelante. En el primer contacto, cuando le respondió que le interesaba la propuesta y que quería obtener más información, Katia le adelantó que debía realizar un casting y que independientemente del resultado, si quedaba o no seleccionada, no podría contar la trama de la película, que era lo único que sabía hasta ese momento: que centraba en Juicio a las Juntas Militares tras la última dictadura.

Firmó un contrato de confidencialidad y siguió avanzando en el proceso. Un amigo con el que vivía en ese entonces había estudiado teatro y fue quien la ayudó a prepararse para el casting que grabó desde su casa. Hasta el día de hoy, considera que aquella audición “fue mala”, según su criterio.

Sin embargo, y pese a la poca fe que tenía, la llamaron para avisarle que había sido elegida y que debía presentarse para un casting presencial. “Nunca con la certeza de que podía quedar”, aclara quien de a poco se fue enterando de detalles le permitieron entender que trabajaría en un proyecto mucho más grande del que ella imaginaba. “Yo pensé que se trataba de un bolo, de una participación en una escena”, dice quien en la película integró al equipo de fiscales.

Luego de una serie de procesos de selección, la llamaron para avisarle que sería parte de la película y que los protagonistas eran Darín y Lanzani. “¿Cómo le explico esto a mí mamá?”, fue lo primero que pensó Leyla, quien nació en Santa Regina, un pueblo de 500 habitantes, al noroeste de Provincia de Buenos Aires. Hija de una enfermera y un médico, la joven se fue a vivir a los 15 años a General Villegas con su familia. Y cuando terminó la secundaria, se mudó a Capital Federal, en donde estudió la carrera de politóloga, y en donde ya estaba su hermano Pablo, que es músico y productor de su programa por stream.

“¡Ma, quedé!”, la llamó Leyla, sobresaltada por la noticia. Días antes, sus padres la habían visitado y la habían ayudado con la mudanza: se fue a vivir sola. Estuvieron al tanto de la convocatoria desde un principio y celebraron con ella sus éxitos. Aquel día estaba aislada porque había sido contacto estrecho de una persona que había dado positivo de coronavirus. De manera tal que anunció por teléfono la feliz noticia a su círculo más íntimo.

Por esos días, la joven de 26 años tenía tres trabajos, y el rodaje comenzaba un mes después. Sin experiencia alguna en la actuación, debía prepararse para la filmación. Y decidió dejar los otros proyectos laborales para darle prioridad a la película. Los tiempos no le permitirían instruirse ni tomar clases, es por eso que sus compañeros -quienes integran al grupo de fiscales- la ayudaron a prepararse puntualmente para sus escenas.

Hoy, en plena felicidad y emoción por saber que la película con la que debutó como actriz -sin siquiera querer seguir ese rol-, Leyla encabeza una campaña pública para poder viajar a Los Ángeles y estar presente en la entrega de los Oscar. Si bien aún no llegó la invitación por parte de La Academia, y tampoco saben cuántas personas tendrán acceso al teatro Dolby -en donde se realizará la ceremonia-, el grupo de fiscalitos -como se apodaron los actores- quiere acompañar a su equipo y aunque sea por hacer el apoyo desde afuera.

Pero eso no será una tarea fácil ya que Leyla, y algunos de ellos, no tienen visa para ingresar a los Estados Unidos. Y fue el propio Peter Lanzani quien los está ayudando para que los productores de la película presenten una carta en Cancillería, “con membrete y todo lo que necesitan” para agilizar el trámite.

En paralelo, hay otro gran objetivo: costear el viaje. Es por eso que la generadora de contenido aprovechó sus miles de seguidores en las redes sociales buscando que aparezca alguna empresa que quiera sponsorear la experiencia. “Está difícil, pero hay conversaciones. Creo que va a salir, tengo fe”, asegura quien cuenta el minuto a minuto de su campaña mediática.

Independientemente de la posibilidad de viajar, y aunque no pierde las esperanzas, Leyla Bechara disfruta del presente que vive el cine argentino con la posibilidad de recibir una tercera estatuilla en su historia: La historia oficial, de Luis Puenzo, y El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, recibieron el primer y el segundo Oscar, respectivamente. “En serio, es representar a nuestro país en un mundial de cine. Hay algo más allá de las ganas de querer estar”, considera la joven hincha de River.

Leyla hace esta salvedad comparándola con la reciente Copa del Mundo que ganó la Selección argentina en Qatar 2022. Y cuenta que dicho triunfo fue el responsable del cambio de look que presenta por estos días. Atrás quedaron los rulos y el color rojizo con el que filmó Argentina, 1985. Actualmente, lleva su cabello corto por una promesa que había hecho y que cumplió, como otros miles de argentinos: se rapó y se platinó. “Y ahora estoy tratando de hacer lo posible”, bromea. Y aclara que cómo se la vio en la película es su look original: sus rulos y su color de cabello son naturales, simplemente le “perfeccionaron” el peinado a la hora de rodar.

Ahora bien, ¿cómo sigue el futuro laboral de Leyla? “No me interesa desarrollar la faceta actoral porque no es algo que me apasione. Me interesa más el guion, escribir”, dice la joven que aprovechó al máximo el rodaje para aprender y hacerle todo tipo de consultas al respecto al director, Santiago Mitre, a quien ella ya admiraba desde antes de conocerlo, por sus trabajos anteriores.

Actualmente se dedica a la asesoría de comunicación digital y conduce su propio programa de política en un medio digital. “La película me abrió puertas de trabajo. Me permitió llegar a más personas, a poder seguir haciendo un análisis político más moderno con el que puedo alcanzar los sectores más jóvenes usando las redes sociales como herramientas”, destaca Leyla Bechara, quien por estos días continúa su campaña para poder llegar a los Oscar y representar a Santa Regina, a General Villegas -en donde la apoyan y esperan para felicitar-, y a la Argentina en la entrega de premios más importante en la industria del cine. Y así, seguir sumando anécdotas y experiencias de vida en su carrera artística.

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