El concejal César Julián visitó este viernes ACTUALIDAD. En una charla distendida, emotiva, sin tonos ofuscados en sus declaraciones, el legislador de «El Pueblo Primero-Frente de Todos» recordó su niñez en el campo, en la estancia Los Frutales, que se encuentra a unos 40 kilómetros de General Villegas, en dirección a Florentino Ameghino.
Julián tiene 37 años. Es el más chico de cuatro hermanos. Hace unos días volvió a aquel lugar acompañado de su madre, Ana; y de su pequeña hija, Agustina. Y eso removió recuerdos y emociones, sobre todo al recordar a su padre, Martín, que falleció en 2008, al que definió como «un tipo de palabra. La mejor herencia que recibí fueron los valores de mi viejo», dijo.
Hoy Los Frutales «es un lugar abandonado, ya no vive nadie, pero a mí me trae muchos recuerdos porque allí fue mi infancia. Tenía 5 años cuando fui a vivir ahí. A los 11 años vine a la Escuela Agraria y me quedaba en la semana en la residencia. Entonces la escuela pasa a ser tu casa», comentó.
¿Qué hizo que quisieras ser parte de la política?
Empecé a militar en 2012/2013. Mi familia y yo tuvimos la posibilidad de acceder a una vivienda a través de un gobierno municipal que se preocupaba para que las familias puedan acceder a un terreno, a una casa. Allí me di cuenta que la política es una herramienta de transformación. Hablé con mi mujer, le comenté que tenía ganas de empezar a militar para devolverle al Estado todo lo que hace para solucionar el problema habitacional. Empecé a militar en su momento con Ernesto Segretín, en Movimiento San Martín, fui candidato a consejero escolar, último en la lista porque no tenía experiencia y a mí me gusta aprender primero para después trabajar. Me empezó a gustar mucho, cada vez más; y realmente descubrí una pasión. Cuando vi que podía dar un poco más, en el 2017 también fui candidato, con Nicolás Ferrero a concejal, un gran amigo que conocí en la política. Siempre trabajando muchísimo, militando, recorriendo y hablando con la gente, viendo sus necesidades; y en 2019 con el Frente de Todos, con el peronismo unificado, pude entrar como concejal. Ahí empecé a conocer a mucha gente, coseché una gran amistad con Verónica Zallocco, que hoy es mi compañera de banca. He aprendido mucho de ella, como también de la gente que nos acompaña en el espacio, porque uno nunca deja de aprender. Ya en diciembre de este año van a hacer cuatro años de mucho trabajo, hemos recorrido todo el Partido de General Villegas, hemos presentado proyectos para ir resolviendo problemas y lo vamos a seguir haciendo hasta el final de nuestro mandato.
¿Cómo es tu relación con el resto de los concejales?
Tengo muy buena relación con todos, con los radicales y con los chicos de Villegas Avanza.
¿Y el Frente de Todos?
Con ellos tenemos diferencias, por eso nosotros decidimos salirnos del bloque. No coincidimos con la dirección de La Cámpora en General Villegas, no compartimos muchas de sus ideas, entonces decidimos con nuestro equipo armar nuestro propio bloque, porque era la única manera de poder visibilizarnos, ya que de otra forma no podíamos. Por diferentes motivos siempre nuestros proyectos quedaban truncos, no se nos tenía en cuenta y cuando eso pasa es porque realmente no quieren que estés. Nosotros creemos que la política se construye de un espacio colectivo, no de los personalismos. Nosotros no somos La Cámpora, somos otra cosa. Y Villegas necesita un cambio, porque ya está cansada de este co-gobierno que tiene Sol Fernández con Campana, que no nos conduce a nada. Villegas está totalmente deteriorado, necesita dar un giro para el bien de todos y trabajar muchísimo por viviendas, acceso a terrenos y generación de trabajo, por ejemplo a través de los servicios. Hay que focalizar en la capacitación para la generación de trabajo genuino.
Esta semana se hizo la apertura de sesiones en el Concejo Deliberante y tuviste una opinión crítica respecto al discurso del intendente.
La verdad que no escuché a ningún concejal que estuviera de acuerdo con todo lo que dijo. Nos encantaría vivir en el distrito que él describió. Nosotros tenemos otra mirada porque recorremos el territorio. Pero cuando uno se queda en un escritorio, no conoce la realidad, no sale a la calle, no va a los pueblos y no sufre los caminos de tierra… lo invitaría a que los recorra en todo el distrito. Habla de basural a cielo abierto, antes le decía relleno sanitario y ahora complejo ambiental. Cambiar el nombre no va a solucionar el problema que tenemos. A los pueblos no se les resuelve nada llevándole tractores, hay que llevarles un médico, trabajo, oportunidades. Pero vemos una gestión que -valga la redundancia- no gestiona, no va a golpear puertas, empieza a echar culpas. Ahora a Zurro (Avelino). Y esto es lo que sucede cuando uno negocia con el diablo, porque hubo un pacto de gobernabilidad entre Zurro, Sol Fernández y Campana; y hoy empiezan a traicionarse entre ellos y entonces a desfinancian al municipio. Que trabajan para Villegas es mentira. Nunca mandaron el crédito que fue tratado en extraordinarias en 2021. Se le miente a la gente. Se trabaja para un proyecto personal, no para Villegas. Cuando vemos un intendente cerrado, que no escucha, que no da soluciones a la gente, que con tono altanero quiso retar a los concejales y después llama al diálogo… Hoy Campana no tiene un solo concejal, no tiene un bloque, él gobierna y salen los proyectos por el co-gobierno con Sol. Él hizo un pacto con el Frente de Todos. Veo perfecto que el radicalismo se le ‘pare de manos’, porque en 2015 utilizó la estructura radical para su objetivo, que era ser intendente. Cuando lo logró, le dio las migajas. Hoy no va a suceder, porque los radicales van a presentar su propio candidato y veo perfecto que así sea, que no se dejen utilizar.
La elección de 2023 va a dar que hablar en todos los niveles, al igual que la campaña. ¿El Pueblo Primero también está pensando en las elecciones?
Por supuesto que sí. Nuestro espacio político va a ser una alternativa a este gobierno municipal, porque en Villegas se necesita dar una vuelta de hoja a esta página oscura que es la gestión de Campana. Pero nosotros no queremos que sea Campana ni La Cámpora. Nosotros estamos construyendo un espacio político que es muy amplio, donde lo único que le preguntamos al que se suma, es qué Villegas quiere. Se trata de construir un espacio amplio para que le llegue la gestión que se merece, ya sean peronistas, radicales o vecinalistas. El candidato o candidata lo van a elegir los compañeros, todavía falta mucho para eso.
¿No va a ser César Julián?
César Julián va a ser lo que los compañeros digan. Tengo a mi ego bastante controlado. Me parece muy soberbio decir ‘yo voy a ser candidato’. Hay que llamar a una mesa de diálogo, charlarlo y se tiene que decidir entre todos.
¿Acompañados por quién y acompañando a quién?
Soy un hombre de principios, valores y convicciones. Nuestro espacio político se construye con compañeros que tienen esa misma marida. A mi familia, amigos, vecinos, les dije que tenía diferencias con La Cámpora y no voy a cambiar mi pensamiento porque vengan a tirarme con cargos, porque estaría defraudando a todos. Creo que la política tiene que cambiar en ese sentido. Cuando los políticos empiecen a tener palabra vamos a cambiar mucho las realidades que estamos viviendo; y la gente va a empezar a mirar distinto a los políticos. Se necesitan los que escuchen, gestionen, atiendan a los vecinos, salgan a recorrer los barrios. Y que trabajen todos los días. Uno cuando está en política tiene que estar las 24 horas para la gente. No como hace el gobierno de Eduardo Campana que trabaja de 7 a 13 horas y se va a la casa hasta el otro día. O él mismo que atiende en su consultorio hasta las 8 y después va a la Municipalidad. Él es intendente y tiene que estar para la gente. Si tanto le gusta la medicina, que vaya al Hospital, atienda gratis en la guardia y después vaya a la oficina del municipio. Por el bien de todos los villeguenses, Campana el 10 de diciembre se tiene que ir a la casa.