En el atardecer de este sábado y después de muchos años, volvió a encenderse la luz de campanario de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, faro de la ciudad.
Mirar hacia arriba y ver a varias cuadras alejadas del pleno centro la luz del reloj, fue como un presagio de lo que sabemos, va a ocurrir en pocos días más, cuando el villeguense Javier Ahumada, especialista en relojes universales, comience las tareas para poner en funcionamiento la maquinaria.
La luz ya se encendió, ahora esperamos el regreso de los movimientos de las agujas y las campanadas que marcarán las horas centrales y las medias horas de la ciudad.
El reloj demandará, como en otras épocas, una voluntad (o varias), que semanalmente le de cuerda.
El reloj monumental de la parroquia Nuestra Señora del Carmen debería ser agregado ya a la lista del reciente registro de Patrimonio Cultural, Histórico y Natural del distrito, teniendo en cuenta que existen muy pocos de este tipo en el país, lo que lo hace de un valor incalculable.