Durante el último fin de semana, Betina y Leo fueron invitados a participar como emprendedores en el contexto de la visita de Mercados Bonaerenses con la iniciativa de fabricación y venta de escobillones.
A través de nuestro medio, Daniel «Pluma» Amione, quien colaboró con la pareja, contó hace ya más de un mes, que estaban abocados a completar los requerimientos para iniciar con el emprendimiento a la que el municipio ha apoyado con insumos.
En comunicación con ACTUALIDAD, Betina Ullúa contó sobre el trabajo que llevan adelante, con el que primero hubo que aprender a hacer escobas y realizar todos los trámites correspondientes para poder tener este emprendimiento.
Según explicó Betina, «el año pasado en la Escuela 45, el Pluma (Amione) estaba enseñando a hacer escobas a los alumnos y nosotros nos sumamos y aprendimos. La verdad es que nos encantó. Después él nos dijo de hacer un taller en casa para después vender.»
Betina es una joven de General Villegas que es ciega y su esposo también. Sobre cómo es la tarea de fabricar escobas en ese contexto, señaló que «son trabajos artesanales, no es muy difícil. Al principio, pensábamos que iba a ser un poco complicado, pero la verdad que no. El Pluma se arriesgó y nosotros pudimos cumplir un poco con el objetivo que se puso en ese momento.»
Durante años, era común ver a los chicos de la Escuela N° 45 recorriendo las calles de la ciudad vendiendo escobas que se elaboraban en el taller junto a Daniel «Pluma» Amione. A partir de allí, sale esta posibilidad de salida laboral para la familia de Betina, Leo y su hija Luchi, que concurre al 3° grado de la escuela.
Además del nuevo emprendimiento «Mirá qué escoba!», Betina trabaja en la Biblioteca Municipal, pero la idea de la marca fue del Pluma, aunque como Luchi quiere ser locutora «andaba por todos lados diciendo: si quiere que su escoba barra sola, mirá que escobas! y ahí quedó» el nombre.
En cuanto a la repercusión y a la forma en que la gente ha recibido sus productos, Betina afirmó que «fue muy, muy lindo, la gente se acercaba y compraba.»
Los escobillones son muy lindos y se pueden conseguir a través del teléfono 3388526728, que es el de Betina, porque momentáneamente, el celular de Leo está en reparación. Además, se pueden acercar a Castelli 1579, que es su domicilio.
En cuanto a la materia prima, Betina expresó que «nos ayudaron desde Municipalidad, gracias al Pluma, que hizo hizo todo el trámite y estamos muy contentos.»
Se podría decir que Daniel Amione es el el padrino del emprendimiento y seguramente está feliz de verlo concretado. «A nosotros nos gusta mucho hacer cosas y también mostrarle a la gente que ciega de grande y tal vez piensa que no puede hacer nada, pero no hay imposibles y se puede hacer todo.»
Para lograr «hacer todo», como señaló Betina, «hacen falta voluntad, muchas ganas y si hay gente que acompañe, mucho mejor.»
Sobre la sociedad en que vivimos, en la que se habla de empatía y de inclusión, Betina expresó que «creo que falta un poco, pero hay mucho logrado. A lo mejor sobre el tema de las barreras arquitectónicas aun falta, porque hay obstáculos en las veredas, pero también la gente ayuda mucho y eso es lo que más hay que destacar.»
Agregó que «hay gente que se queja un poco y la verdad es que a mí me han ayudado a cruzar muchas veces, porque voy a la biblioteca desde casa caminando.»
En cuanto a los chicos, destacó que «muchas veces damos charlas en las escuelas con el tema de la discapacidad y la accesibilidad y la verdad es que se prenden mucho y después aprenden y ayudan mucho.»
Betina y Leo se involucran, participan de actividades y aportan su granito de arena, porque la inclusión es eso. Un espacio en el que todos podemos hacer algo.