En línea directa con Estados Unidos, llega la vigésimotercera historia de «GPS, villeguenses por el mundo», de la mano de Esteban Mutuberría.
La protagonista fue Daiana Barreto, una mujer convincente, de 34 años, que está radicada en Chicago hace casi 7 años. En el día de su cumpleaños, la villeguense contó su experiencia y sus vivencias fuera de la tierra que la vio nacer.
Primeros pasos
Daiana emigró hacia el exterior, específicamente a Chicago, el 16 de agosto de 2016. Ella trabajaba hasta ese entonces en Hotel Océano y Ricardo Biffi, su jefe, le contaba historias de sus viajes como marinero.
«Yo lo escuchaba con muchísima atención, me encantaban mucho sus anécdotas. Me enriquecía con sus relatos, pero mi situación no era favorable para viajar por el mundo en ese momento. Solo confiaba en que algún día iba a poder», contó.
Luego no estuvo más en ese trabajo y se fueron dando distintas circunstancias laborales positivas para cumplir su deseo. No obstante, los relatos de su jefe quedaron marcados para ella.
En el 2016, tras ahorrar durante mucho tiempo, sacó los pasajes, hizo la documentación y partió rumbo a Norteamérica. «Fue un salto de fe, no me arrepiento en absoluto, independientemente de cómo se dieron las cosas acá», manifestó.
En cuanto a la decisión tomada, contó que hubo mucha gente que no sabía sus intenciones. «Le dije a mi mamá sobre mi elección un mes antes. En cuanto a mi situación económica, no sé si era el momento de irme, así que cuando empecé a contar mucha gente no me creyó, incluso mi mamá», indicó.
Sin embargo, Daiana estaba convencida de lo que quería para su vida y para su futuro. Fue consciente de que necesitaba un cambio radical y así lo planificó.
¿Por qué el lugar elegido fue Estados Unidos?
La villeguense explicó que hay buenos convenios en países escandinavos de Europa, pero se inclinó por Estados Unidos por una amistad que surgió mediante la comunicación virtual, lo que motivó a Daiana, facilitó la decisión y la despejó de todas dudas.
«Al principio traté de buscar un lugar que se adaptara perfectamente a mi vida. Encontré Chicago y no me arrepiento, porque es un lugar que evoluciona constantemente y nos favorece», añadió.
Una vez en el auto, rumbo al Aeropuerto de Ezeiza, Daiana sintió por primera vez la inseguridad de viajar y estar a tantos kilómetros de su ciudad. Sin embargo, esa sensación se fue rápidamente y la villeguense partió.
Una vez en el país norteamericano, fue recibida por un matrimonio que la hospedó, pero del cual no se llevó los mejores recuerdos con sus tratos y manejos.
A los dos días se fueron de ese lugar, pero quedaron (junto a su ex pareja, padre de sus hijos) desorientados en medio de la búsqueda de apartamento. Ambos tuvieron que rebuscarse mediante distintas iniciativas, hasta conseguir hospedaje en un departamento, 15 días después de su llegada. «A partir de ahí se fueron dando las cosas muy bien», dijo.
Planes para el futuro
«Sería muy incoherente si dijera que quiero vivir acá para siempre», respondió. Y agregó: «Hoy quiero estar en Estados Unidos, pero con el tiempo mi cabeza cambia, mis hijos crecen y quiero echar raíces en otro lado».
También, mencionó que volver a Argentina no es una opción para vivir: «Yo quiero otra cosa para mis hijos, quiero seguir conociendo lugares y viajando por el mundo. Me encanta ir a Villegas, he vivido mucho tiempo allá, pero no lo veo como un lugar para asentarme definitivamente».
Como proyección a futuro, su principal idea es ponerse un negocio, que consiste en la personalización de objetos en una feria: «Conozco gente que está muy adelantada en lo que yo quiero, así se me hace mucho más fácil». Actualmente, Daiana es Bartender.
¿Qué es lo que más extraña de General Villegas y Argentina?
La respuesta a esta pregunta fue cambiando con el tiempo, según Daiana. «Mis sentimientos y la perspectiva de la ciudad fueron evolucionando», mencionó.
No obstante, nombró principalmente a la familia, sumado a distintos rituales y costumbres típicas de Argentina, como tomar mate, juntarse con amigas o comer asado.
¿Cómo es Chicago?
Lo que más le llamó la atención a Daiana es la nieve, que es muy común en esta ciudad y no conocía hasta el momento. «Tiene las estaciones marcadas, hay una vegetación impresionante», comentó. No obstante, afirmó que la nieve también tiene su lado malo, por el cruel frío y las complicaciones que conlleva.
En cuanto al idioma, explicó que «Chicago es una ciudad llena de latinos y multicultural. Eso hace muy fácil la comunicación en lugares determinados, donde también se habla Español».
Algo que le costó mucho a Daiana es la vida nocturna, debido a que en Estados Unidos acostumbran a cenar muy temprano con respecto a Argentina. Esto se le hizo muy complicado de sobrellevar a la villeguense.
En relación a cómo son vistos los argentinos en Estados Unidos, comentó que su experiencia es que nos ven como personas soberbias y agrandadas.
Un nuevo relato de otra coterránea lejos de nuestro suelo, el villeguense. Una mujer de hierro que debió sobreponerse a la adversidad pensando en su futuro, hasta obtener la comodidad y la felicidad que tanto buscaba.