En comunicación directa con Quito, Ecuador, un nuevo relato de uno de los nuestros en otra parte del mundo. De la mano de «GPS, villeguenses por el mundo» y Esteban Mutuberría, otra emotiva historia de esfuerzo y valentía.
Radicado en Miami, Estados Unidos, el protagonista es Juan Pedro Yalet, un futbolero de alma con más de 14 años fuera del país. «Las cosas han sido positivas en todo sentido», dijo acerca de su experiencia en el extranjero.
Primeros pasos
Su aventura en el exterior comenzó en 1998, cuando vestía los colores de Ingeniero de Banderaló y estudiaba Educación Física en Lincoln.
«Con un agente de La Plata surgió la posibilidad de realizar un viaje a Estados Unidos junto a 11 chicos, el cual era muy incierto. En esa época, este tipo de viajes eran más accesibles que hoy», explicó.
Este viaje se hizo muy difícil para Juan Pedro, ya que no lograron su cometido. No obstante, pudo encontrar un club llamado Miami Breakers, donde se encontraba Alfredo Graciani, ex jugador de Boca. «Ellos me dieron la oportunidad de entrenar y en esa práctica metí varios goles. Al otro día me firmaron y el fin de semana ya estaba jugando un partido de tercera división. Todo pasó muy rápido», contó.
Pensando en su futuro, el villeguense buscó nuevos aires en Norteamérica: «Mi familia siempre entendió mi decisión, porque el fútbol es algo que amo».
El fútbol, una vidriera para su vida
Mediante el fútbol, Juan Pedro tuvo distintas posibilidades en otros países del mundo, como Turquía. «Jugué con tipos que tuvieron pasos por la Primera División y con mucho más currículum que yo. Creo haber hecho las cosas muy bien, con el apoyo de los representantes que me llevaron», manifestó.
En el año 2003, y tras obtener buenos resultados en Turquía, llegó al fútbol de Honduras. «En una prueba tuve la suerte de marcar tres goles y gracias a eso firmé mi primer contrato profesional, a los 23 años, en Motagua».
En 2004, el Marathón (equipo del villeguense) se consagró campeón nacional tras vencer en la gran final al Olimpia, uno de los equipos más populares de Centroamérica.
Tras un breve paso por Platense de Honduras, llegó a Olimpia, el equipo más grande de aquel país. «Era mi sueño en ese entonces y por suerte lo pude cumplir en 2007. Ganamos muchos campeonatos y jugamos incontables finales. Es como si hubiese jugado en Boca o en River, pero de Honduras», afirmó.
Según lo mencionado por Juan Pedro, la gran disimilitud de Honduras con Argentina es la comida. «Se estila comer mucha harina, arroz y frijoles». Otro de los temas complicados es la inseguridad con la que se convive y la frialdad manejada por la sociedad.
No obstante, su vida tuvo un cambio totalmente brusco, ya que a mediados de 2007 arribó a Indonesia para jugar en el Persmin Minahasa. «Tenía un contrato por tres años, pero solo estuve uno. Es un país con una cultura totalmente distinta, muy relacionada con el Islam y extremadamente machista. Fue una experiencia increíble que disfruté mucho».
Un nuevo comienzo con el fútbol
Debido a que tenía mucho tiempo libre, Juan Pedro comenzó con un proyecto junto a niños en una escuela de fútbol. «No teníamos muchos recursos, pero empezamos a divertirnos y cada vez se sumaban más chicos. Fue muy bueno para nosotros y conocimos lugares de Indonesia increíbles», comentó.
A través de esta nueva iniciativa y con más de 50 chicos en la escuela, el villeguense pudo disfrutar de otra manera al fútbol y al país, con una visión más abierta. A su vez, remarcó el crecimiento del juego en Canadá y Estados Unidos, países que invierten cada vez más en este deporte. Como ejemplo, mencionó la llegada de Lionel Messi a su ciudad.
Regreso a General Villegas
Su última aventura en el fútbol profesional fue en Uruguay, en el club Bella Vista. «Fue una experiencia muy linda en un país hermoso. Pero después mi papá se enfermó un poco y quería volver al pueblo y estar con mi familia», dijo.
En su vuelta a la ciudad que lo vio nacer, Juan Pedro aprovechó para defender la camiseta de Eclipse y disfrutar de los seres queridos.
Asentamiento definitivo en Miami
El villeguense volvió a Estados Unidos para iniciar un nuevo emprendimiento de formación de niños en el fútbol, mediante un club formativo que aspira a desarrollar nuevos talentos en este deporte.
«Empezamos con solo 20 chicos y ahora somos un gran número de jugadores y jugadoras. Nos dedicamos a poder fomentar y encontrarle un futuro a los chicos tanto en MLS como en universidades. Trabajamos muchísimo», indicó.
Planes para el futuro
Al ser consultado sobre su plan a largo plazo, Juan Pedro respondió: «Me encantaría poder regresar a Argentina. Hoy en día es difícil, pero en unos años, cuando mis hijos crezcan, voy a volver al país porque nos encanta. Ojalá pueda tener la posibilidad».
«Espero en algún momento caminar por las calles y seguir saludando gente como habitualmente lo hago cuando estoy en Villegas. Espero nunca perder mis raíces», agregó.
¿Qué es lo que más extraña de General Villegas?
Sacando los afectos familiares, Juan Pedro mencionó que compartir momentos con su madre es lo que más echa de menos de la ciudad, como por ejemplo tomar mate o comer un asado.
También nombró a varios amigos a los cuales extraña a la distancia, aunque subrayó que la comunicación virtual lo acerca constantemente a sus raíces.
Una nueva historia, una nueva aventura, un mismo punto de partida. De General Villegas para el mundo, Juan Pedro Yalet, un luchador al que la vida le dio su recompensa mediante el deporte.