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jueves, octubre 10, 2024

ESPACIO SOLICITADO / La Biblioteca Villegas despide a Hebe Uriarte de Gómez, conocida por todos como Chiquita Uriarte

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Chiquita se suma a la biblioteca en 1983, cuando Susana Cañibano, directora de la institución en ese momento, la convoca a ser parte del equipo que organizaría el Centro de Historia Regional. Desde entonces trabajó ad honorem, reconocida como el alma mater del sector.

Su pasión: los pueblos originarios, las tolderías, las rastrilladas. Empeñada en difundir todo lo referido a la cultura ranquelina. Coordinó durante años el Recorrido por las Tolderías, actividad destinada a estudiantes de todos los niveles, donde disfrutaba dar a conocer nombres de caciques, topónimos y costumbres de los ranqueles. Compartiendo mazamorra con todo el piberío.

Participante y ponente de las 3ras, 4tas y 5tas jornadas ranquelinas. Hizo propia la causa de los pueblos originarios, que la llevó a investigar y encontrar en el camino a quien sería su compañera de andanzas en la historia local, Nieves Castillo. Con ella publicó su primer libro “Hechos que no se llevó el tiempo”, trabajo de investigación, con texto de Patricia Bargero e ilustraciones de Virginia Rivera.

Luego vendrían otras publicaciones: “Villegas vs Elordi, ¿quién se queda con la cabecera?”, “Ralph y George Newbery” “Eduardo Clark, pionero en estas tierras”. “Doña Clara” publicación de su autoría, fue producto de su alma inquieta y justiciera, un modo de homenajear a la figura de la mujer invisibilizada tantas veces, recordada como Fausta Casas, a quien le realizó una entrevista inolvidable.

Respetuosa de los saberes de los pueblos originarios investigó sobre las propiedades de las plantas que curan, esa curiosidad la llevó hasta su alumnito de inglés, hoy bioquímico Luis Ballari y con él le dieron forma al trabajo científico-histórico de química ranquelina “Mar de Pastos”.

Pero Chiquita no fue solo los pueblos originarios, también fue la historia de la Biblioteca. Hija de Jesús Uriarte, primer presidente de la comisión de apoyo de la institución. No dejaba escapar detalle de cada capítulo que contara de lo acontecido dentro y fuera de la misma. Parte importante del armado de los paneles y recorrido de Manuel Puig. Vecina y amiga de Manuel, aportó datos, documentos, testimonios fundamentales para organizar los homenajes a nuestro querido escritor y reivindicar su figura.

Memoria lúcida, celosa de sus investigaciones, insistía en que el Centro de Historia debía salir a la calle, que la gente de Villegas conociera el trabajo que realiza. Cuando sus años la empezaron a limitar en las salidas, llamaba por teléfono para aportar algún dato, dar sugerencia de tema para alguna charla o, simplemente, saber en qué estaba ocupada la gente de su querida biblioteca.

Chiquita se fue a recorrer el mar de pastos, a volar por el cielo infinito de estrellas y leyendas, a seguir en la rastrillada de nuestro querido Paraje Los Arbolitos.

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