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viernes, octubre 11, 2024

El Hospital municipal consiguió la habilitación sanitaria que había caducado en 2019

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En la mañana de este martes, ACTUALIDAD dialogó en radio con los doctores Estela Pereyra y Luciano Robassio, miembros del equipo directivo del Hospital municipal, que se hizo cargo en diciembre pasado, tras la salida de Raúl Sala un mes antes.

Por primera vez, el nosocomio estaría a cargo de un Equipo Directivo y no de una persona con el cargo de director. Sobre esta particularidad, Robassio manifestó que «en ese momento estábamos con una situación bastante compleja de acefalía y habían aparecido un montón de conflictos dentro de la institución.»

Agregó además que «imperaba el desorden en muchos aspectos y por eso, nosotros decidimos aceptar la oferta de hacernos cargo de la gobernanza del Hospital, pero sugerimos que esa responsabilidad no recayera solamente en una espalda, sino que se conformara esta figura de equipo directivo, porque creíamos que el Hospital ya estaba en otra fase de su evolución como institución.»

Según explicó el médico cirujano, el nosocomio alberga alrededor de 400 empleados y pasan diariamente entre 1000 y 1500 personas buscando soluciones sus problemas de salud.

«Es una pequeña ciudad dentro de una ciudad», metaforizó Robassio, quien señaló que «se necesita más recurso a la hora de gestionar y pensamos que muchas de las cuestiones deficitarias en la gestión tenían que ver con la unipersonalidad.»

El equipo coordinador se completa con el doctor Sergio Bertone, a cargo de los CAPS, pero sobre la formación de la dupla de cirujanos Pereyra-Robassio, la médica indicó que «con Luciano nos conocemos hace muchísimos años, desde que vino al Hospital. Yo inicié un poquito antes, en 2008; y Luciano en 2009», pero la realidad es que «operamos casi diariamente y nos entendemos muy bien, quirúrgicamente hablando. De hecho, a veces no nos vemos en todo el día y sea cual sea la decisión que el otro tome, sabemos que va a ser la mejor decisión para el Hospital.»

«Conocemos el Hospital y lo transitamos hace muchos años, lo caminamos. Vimos un buen momento y también lo vimos caer. Creemos que puede estar mejor y es lo que intentamos hacer», aseguró Pereyra.

Sobre la mejor época, la médica expuso que «fue cuando llegamos, entre 2008 y 2009», a lo que Robassio agregó que «tiene que ver más que nada con una concepción distinta de cómo se hacían las cosas. Estaban arrancando un montón de proyectos coyunturales con un ímpetu y una energía importantes, donde había claramente referentes de jerarquía.»

«La figura de Oreste Crusat siempre fue categórica a la hora de ver por donde se debía transitar. El cambio coyuntural que hizo el Hospital fue subir de nivel de complejidad, adquiriendo la prestación de terapia intensiva, que la motorizó Oreste (Crusat) y atrás de él fuimos un montón», señaló.

Para el coordinador médico, en esos años «era un Hospital donde estaba todo por hacerse y generaba el gustito al reto, a animarse a más. Creo que ese fue el mejor momento, pero después, por cuestiones internas y externas, las gestiones a veces empiezan a ver otras realidades que no son las que le interesan a la gente, porque, al fin y al cabo, el objetivo de una institución de salud es atender la demanda de la población.»

«Cuando uno empieza a ver para el costado y la demanda se transforma en una quimera, aparece un cortocircuito de comunicación entre el gestor y el objetivo, que son los pacientes», apuntó.

Robassio insistió en que se trata de «fenómenos cíclicos. Creo que la forma de gestionar un Hospital tiene que ver con el clima de época que se vive. En ese momento, el clima a nivel nacional, provincial y local era distinto. Hoy tenemos un clima bastante complejo y lo vivimos todos los días. Los fines de semana siempre tenemos noticias nefastas que eran patrimonio del conurbano y ahora las tenemos acá. El Hospital también tuvo que variar cómo pararse ante una sociedad que ha cambiado.»

Según la doctora Pereyra, durante ese tiempo, en la mejor época, «los profesionales apuntábamos a la mejor calidad de atención y cada servicio tenía su jefatura, pero de a poco, todo eso fue desapareciendo. Ahora no tenemos jefaturas de servicio y eso nos dificulta contar con protocolos, que sería lo ideal.»

Las condiciones para asumir el desafío

Tras la renuncia del doctor Raúl Sala como director en octubre de 2022, surgió la propuesta de los médicos para coordinar la dirección, que estuvo más de un mes acéfala.

«Lo primero que pedimos (al municipio) fue acompañamiento», aclaró Robassio, quien agregó que «no sé si fuimos una gestión cómoda para el Ejecutivo. Exigimos muchas cuestiones y fuimos escuchados al tiempo municipal, que transcurre más lento.»

Por su parte, la doctora Pereyra advirtió que sus reclamos no se dieron «como nos gustaría, no fue en tiempo quirúrgico, que hace todo más rápido. Pero somos muy tenaces.»

Robassio señaló que en realidad, «las condiciones tenían que ver con un diagnóstico institucional que era bastante complejo. Había un déficit gigantesco en todo sentido.»

Conseguir la habilitación que cayó en 2019

A nivel administrativo, el Hospital no contaba con la habilitación correspondiente expedida por el Ministerio de Salud, cosa que acaban de lograr después de incontables gestiones realizadas a través de la Región Sanitaria II.

Luciano Robassio explicó que «cada cinco años, la unidad de fiscalización sanitaria exige a las instituciones de salud que presenten avales para decidir si están en condiciones de seguir, en qué categoría, si hay que subirla inclusive.»

«En General Villegas contamos con un Hospital en Categoría II, de alto riesgo, con terapia intensiva. Es un Hospital complejo y para mantener esa complejidad hay que cumplir ciertos requisitos que emanan de las inspecciones del Ministerio», informó el cirujano.

Continuó diciendo la doctora Pereyra que «en 2015 se había habilitado por última vez y en 2019 cayó esa habilitación. Cuando nosotros tomamos la coordinación, no se habían cumplido los requisitos exigidos desde el Ministerio. Nuestro objetivo principal fue ese, porque ¿qué coordinación podemos hacer si no tenemos el Hospital habilitado?»

Que el Hospital no cuente con la habilitación sanitaria correspondiente provoca, entre otras cosas, que pierda dinero de coparticipación por la caída del CUD (Coeficiente Único de Distribución), que se construye «teniendo en cuenta un montón de variables. La mayoría son relativamente estables o fijas, pero lo que varía siempre es lo relacionado a la producción de salud. Los municipios que tienen a su cargo la atención médica (porque algunos cuentan con hospitales nacionales o provinciales), pueden presentar la producción anual para que se convierta en plata que viene al municipio», sostuvo Robassio.

Añadió que «al no tener habilitación, nos tocan las migajas y es lo que venimos viviendo en los últimos años, con una pérdida constante del porcentaje de la coparticipación con implicancias a nivel económico» del presupuesto municipal, que afecta al resto de las áreas.

Con ese objetivo en la mira, «en julio logramos la habilitación con aumento de camas, lo que implica que la nueva gestión que entre, va a tener un mayor ingreso por el crecimiento del CUD», sostuvo la cirujana.

«Teníamos un objetivo bien concreto que era restablecer esta cuestión y logramos hacerlo a tiempo. Fue a contrarreloj, porque porque en julio se vencían los plazos para que la habilitación impacte a nivel retroactivo y si nos pasábamos de esa fecha, la habilitación recién iba a impactar en el coeficiente de coparticipación de 2024», explicó Robassio.

Además, indicó que también tienen apuro por habilitar los geriátricos, cuyo trámite se realiza de forma independiente. «Ahora estamos a contrarreloj finalizando los trámites administrativos, que no deberíamos estar haciendo», señaló Pereyra, a lo que Robassio agregó que «hay que conseguir mucha documentación, recibir inspectores, tratar de justificar modificaciones edilicias, hay cambios de planos, cambios de categorías.»

La atención de los pacientes

«Nos gustaría que lo que se hace a nivel hospitalario tuviera impacto en la atención de la gente, que es lo que más cuesta, lo que más tiempo lleva, que implica también el trabajo que hacemos a nivel de recurso humano», destacó el coordinador.

Continuó diciendo que «hay mucha gente que se queja de la atención del Hospital. Entendemos que algunas quejas son concretas y valederas, hemos recibido muchas personas para intentar entender y, en muchas ocasiones, hemos tomado decisiones. Estamos viendo el problema y, sobre todo, estamos escuchando a la gente.»

«Lleva tiempo cambiar, porque estamos trabajando con un recurso humano que al día de hoy ni siquiera tuvo dos minutos para la autocrítica, para el análisis de lo que nos pasó hace dos años y pico con la pandemia», advirtió el médico.

La pandemia de Covid

«Durante el desastre que fue la pandemia y por decisión de los gestores de ese momento, trabajamos en soledad, divorciados de una Región Sanitaria que nos pedía que por favor nos juntáramos. Eso nos pasó», sostuvo Luciano Robassio.

«Ese también fue otro objetivo, volver a restaurar la relación con Región Sanitaria y gracias a eso pudimos gestionar estas habilitaciones», indicaron.

Resistencia a los cambios

Para ambos coordinadores, en el Hospital existen diferencias y hay mucha «resistencia al cambio», al menos eso es lo que indica «la realidad hospitalaria, pero cuando esa cuestión de cultura institucional afecta directamente a la atención de los pacientes, es cuando denota claramente la necesidad de resolver esas diferencias. «A veces es difícil.»

Un paciente cuidado

«Nosotros somos una dirección abierta, escuchamos todo el tiempo los reclamos de la gente e intentamos solucionarlos y, cuando es necesario, hay que hacer un cambio. Puede ser que al personal no le caiga bien ese cambio, pero nuestra materia prima, como decimos nosotros, es nuestro paciente; y debemos intentar que esté bien tratado, bien cuidado y que se vaya de la mejor manera del Hospital», aseguró Pereyra.

Añadió que «si el personal no está en las mejores condiciones para tratar a la gente, hay que ver por qué y cuál es el motivo. Nosotros estamos para eso.»

Además, la cirugía

Ambos cirujanos, que se ocupan de reorganizar cuestiones administrativas desde la coordinación de dirección del Hospital, continúan ejerciendo su especialidad.

«Tenemos una casuística quirúrgica interesante este año con Estela, pero nuestro rol básicamente es de coordinación, no somos directores sino coordinadores. No dejamos de atender a nuestros pacientes, no dejamos de hacer consultorio y no dejamos de operar», por eso resolvimos ser coordinadores, para poder continuar ejerciendo como cirujanos de guardia, por ejemplo», indicó el doctor Luciano Robassio.

Los logros

Entre los logros de este año, además de haber conseguido la habilitación, se recuperó el porcentaje de cápita de kinesiología de PAMI, que se había perdido hacía 10 años, «aunque a pesar de eso, el Hospital seguía atendiendo a los pacientes gratuitamente», destacó el médico.

Respecto a Salud mental, «el Hospital absorbe un montón de problemáticas, sobre todo de violencia social, familiar, de menores. Al no haber instituciones intermedias que se ocupen del albergue, el Hospital responde con el servicio de salud mental con dos psiquiatras que están de guardia y cuyo reconocimiento del valor guardia era ínfimo, a tal punto que uno de los dos decidió no cubrir más guardias», indicó Robassio.

«Tuvimos que ir a negociar, plantear cuál era la realidad del servicio y lo pudimos solucionar», apuntó.

Para la doctora Estela Pereyra, «otro logro importante fue la facturación. Logramos aumentar a cuatro los administrativos de guardia y se cubren las 24 horas. Entonces, cuando una persona ingresa por guardia, tanto de pediatría como en la parte externa; y tiene obra social, se factura e ingresa ese dinero al Hospital.»

«Esa facturación nunca ingresaba. Se perdía porque no había nadie que recibiera los datos de la obra social, aunque el paciente quisiera ofrecerlos. Fuimos viendo eso mucho tiempo y fue una de las primeras cosas en las que también nos pusimos a trabajar», sostuvo el profesional.

«Eso está representado en el aumento de la estadística. Aumentamos la cantidad de ítems de internación un 35%», aseguró además.

Sobre el laboratorio, «tenemos cuatro bioquímicos que están todo el día en el Hospital y cuando alguien va a sacar un turno, no se da más allá de 48 horas. Es una noticia que queremos dar para que no se hable sin saber», e incluso no solo se hacen «análisis de laboratorio simples, sino que también se hacen especializados en bacteriología», afirmó la cirujana y coordinadora de dirección.

También hablaron del funcionamiento de las ambulancias. La médica fue contundente al señalar que «la ambulancia sale con el paciente en tiempo y forma para que llegue a hacerse el estudio, sea de la obra social que sea, el paciente no tiene demora en el traslado, tanto para llevarlo como para ir a buscarlo. Nunca hubo ningún inconveniente desde que estamos en la coordinación.»

Y, por otro lado, anunciaron que se incorporará una nueva pediatra, especialista en gastroenterología infantil; y agradecieron la labor de la Cooperadora del Hospital durante todo este tiempo.

Secretaría de Salud

Los profesionales opinaron, en otro aspecto de la idea planteada por la candidata de Unión por la Patria, Sol Fernández, de crear la Secretaría de Salud. La doctora Estela Pereyra aseguró que esa figura «es muy importante, ya que es el intermediario entre la Dirección del Hospital y Región Sanitaria. Es el que baja todos los planes.»

Para Robassio, «estamos de acuerdo porque es relevante a nivel administrativo y es tener  una persona que vota en el CORESA, que es el Consejo Regional de Salud. Sí, es una persona que levanta la mano y vota. En este momento, no tenemos. Creemos que la figura del secretario de Salud es importante.»

Telemedicina

Por otro lado, el profesional expresó que «pone a consideración la telemedicina, porque tenemos que estar pensando en un futuro no muy lejano en que vamos a tener que ponernos a trabajar en estas herramientas, para generar la atención de todos los días, sobre todo en comunidades alejadas.»

Ya se sabe que «la mano de obra es escasa y, por eso, insisto en ver cómo abordamos el tema de la descentralización del acceso a la salud. Cómo le damos respuesta a la consulta diaria y al manejo de la urgencia, que es ahí donde el sistema claramente hace agua», señaló.

«Consideramos que el médico estando 24/7 en un pueblo alejado de la ciudad cabecera no es factible, porque tienen muy poca posibilidad de resolver», expresó Pereyra.

«A las políticas del salud hay que tomarlas desde la lógica y la que impera es la lógica de la distancia, sobre todo en este segundo grupo de pacientes, que son los urgentes y requieren de evaluación médica urgente. ¿Cómo resolvemos una urgencia estando a tantos kilómetros?», se preguntó.

Y afirmó que «hay que pensarlo en un trabajo que trascienda la frontera del Partido, con convenios con el sistema de salud más cercano. Y esto no implica bajar la calidad de la política de salud.»

Nueva gestión municipal

Sobre lo que suceda con las elecciones el próximo 22 de octubre, los coordinadores de dirección del Hospital concluyeron en que «estamos en la coordinación hasta el 10 de diciembre y vamos a seguir trabajando en el Hospital. No nos preocupa la gestión que llegue, puede venir otro equipo directivo, otra dirección, pero nosotros seguimos trabajando como lo estamos haciendo ahora.»

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