Escrutadas 40 mesas sobre un total de 80, Gilberto Alegre sacó una diferencia considerada irreversible y consiguió su sexto mandato como intendente del distrito de General Villegas, marcando un hecho histórico en el ámbito local.
Como se preveía, los villeguenses privilegiaron la elección local y la experiencia de gestión, por lo que se repitió la ecuación de las PASO, donde el ex intendente había sido el candidato más votado, no solo en la interna, sino comparativamente con el resto de las fuerzas.
En un escenario que planteaba como su principal oponente a la candidata de Unión por la Patria, Sol Fernández, el peronista que forma parte de la coalición Juntos por el Cambio con la línea de Miguel Pichetto, reúne más del 40% de los sufragios, cuando se llevan escrutadas 40 de las 80 mesas habilitadas.
En tanto, Sol Fernández (Unión por la Patria) y Agustín Bilotta (Villegas Avanza) pelean palmo a palmo por el segundo lugar.
Al menos tres de las fuerzas participantes dijeron haber tenido problemas por robo, rotura o adulteración de sus boletas, pero evaluaron que más allá de los inconvenientes provocados eso no debería haber alterado el resultado final de los comicios.
Gilberto Alegre proyectó su campaña en dos ejes fundamentales. Por un lado, la afirmación de que «gobernar bien es posible», que no solo fue el eslogan de su gestión sino que es el título del libro que presentó meses antes de las elecciones; y por el otro lado, la alusión a «la memoria» colectiva para hacer notar los cambios que se produjeron en el distrito durante sus mandatos.
Sol Fernández, por su parte, hizo hincapié en la juventud, en la presentación del que podría haber sido su equipo de gobierno y en las gestiones locales ante Anses, en su caso y ante PAMI, en el caso de Germán Polari, quien habría ocupado la Jefatura de Gabinete en caso de ser electa. Por esta decisión, tras las PASO Unión por la Patria desplazó a los candidatos al Concejo Deliberante y al Consejo Escolar del centro de la campaña.
Villegas Avanza no logró subirse a la marea libertaria de Javier Milei y creció con algunos votos provenientes de listas que no lograron superar las primarias, aunque en ese reparto hubo más de un beneficiado, pero Agustín Bilotta sostuvo el tercer lugar.
Alegremente persistente
Gilberto Alegre había ganado cinco veces las elecciones a intendente de manera ininterrumpida. Asumió por primera vez en 1995, en su tercer intento desde 1983. Fue reelecto en 1999, 2003, 2007 y 2011.
En el año 2013 fue electo diputado nacional por el Frente Renovador, espacio que abandonó cuando Sergio Massa negoció con el kirchnerismo.
En 2019 perdió en la interna en Juntos por el Cambio con Eduardo Campana, lo que le valió al médico su segunda gestión e insistió este año en competir en el mismo espacio en una cuádruple PASO que logró ganar.
Con 72 años y 18 como intendente de General Villegas, Gilberto Alegre demostró que la expresión «en política no hay muertos, solo desmayados» es cierta.
En el mundo de la política nunca se está completamente fuera de juego y hay dirigentes que pueden reinventarse en el momento oportuno. La política es un campo en constante evolución, donde las alianzas cambian y las circunstancias generan resurgimientos.
Por otro lado, un factor de innegable trascendencia es la adaptabilidad, porque la política es un juego de largo aliento, donde la perseverancia y la capacidad de recuperación pueden ser tan valiosas como la popularidad o el poder.
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