Carlos Schiavi, uno de los impulsores de la empresa Tecnicagro junto a su padre, recibió a ACTUALIDAD para hablar de los 40 años de vida de la firma.
En primer lugar hizo hincapié en el legado que le transmitió su padre, el gran responsable del origen. «La verdad que 40 años es una vida; y mi padre es el mentor de esta iniciativa».
El pensamiento a futuro fue uno de los factores fundamentales desde su creación. Alberto, el padre de Carlos, siempre trató de tener «una conducta correcta» y una planificación a largo plazo, por lo que puso en marcha la siembra de un camino «correcto y prolijo», dijo su hijo.
Explicó que en la primer época de la empresa tenía una técnica mucho más rudimentaria, donde se usaba la intuición, incluso más que en la actualidad. «La comunicación en esos tiempos era cara a cara, muy básica. Hoy cambió, pero dentro de todo se sigue manteniendo esa vieja relación. Aunque está todo más resuelto, se conservó en cierta medida esa cuestión tradicional».
Comentó que cuando Alberto emergió en la empresa, se encontró con varias zonas de influencia, pero se decidió por General Villegas «por intuición». Llegó a la ciudad un año antes y luego trajo a su familia. «Yo tenía 14 años cuando la familia se estableció en la ciudad, ahora tengo 53. Es casi una vida en Villegas, nuestro lugar en el mundo y donde vivimos», mencionó Carlos.
La empresa actualmente está ubicada en el Parque Industrial de la ciudad. «Tecnicagro es un equipo, donde no existen las jerarquías, sí la división de funciones o lo que abarca cada una de las personas que trabajan en la concesionaria», sostuvo.
Carlos especificó que «no existe una escala de mando» y se hace mucho hincapié en la cuestión humana de cada trabajador. Un pensamiento que fue sembrado por su padre, Alberto, de 89 años, que siempre se dedicó a la venta de tractores en la misma fábrica, aunque ésta cambió de dueño y fue mutando.
Y si bien se identifica a la empresa con la venta de tractores, el empresario comentó que «siempre se intenta comercializar distintos tipos de maquinarias».
«Gracias a la compañía, General Villegas se convirtió en un punto específico a nivel nacional para todos los sembradores y cosechadores -destacó-. Nos ha pasado esto de tener gente que viene de una distancia lejana. Para nosotros eso es muy reconfortante, porque significa que hemos hecho las cosas bien. La recomendación siempre es de una compañía con seriedad; y eso nos da el aval para seguir adelante», fundamentó Carlos.
Por último, se refirió a la situación económica por la que atraviesa Argentina desde varios años y cómo repercute en Tecnicagro. «Tantos problemas en lo cotidiano a nivel país nos provoca angustia e incertidumbre. Pero mi padre nos enseñó a vivirlo con mucho aplomo, porque es simplemente otro ciclo de las tantas crisis que nos afectaron. Él observa todo desde otra perspectiva».