El presidente de la Cooperativa Eléctrica de Villa Saboya, Enrique Vuillermet; y el gerente de la Cooperativa de Cañada Seca, Leonardo Llanes, visitaron ACTUALIDAD para aclarar cómo es el funcionamiento de ambas en el contexto actual de aumentos y crisis económica.
«Nosotros venimos en representación de las Cooperativas del Partido por esta problemática que se da en toda la provincia. El gobierno nacional aprobó un nuevo cuadro tarifario a partir de febrero y la provincia, mediante otra resolución, aprobó la transferencia de esos cuadros», manifestó Llanes.
En este contexto, explicó que «la tarifa de la energía tiene tres componentes principales: generación, transporte y distribución. Esta última es la que corresponde a las Cooperativas, pero en este aumento no hubo agregado a distribución. Nosotros no tenemos injerencia en la formación de la tarifa y, con este incremento, las Cooperativas no incrementaron sus ingresos en absoluto».
Recordó además que «hace un tiempo se implementó la segmentación tarifaria. Dentro de N1 se ha ido sacando gradualmente el subsidio, N2 es para los de menores ingresos y N3 para ingresos medios. Estos dos últimos y la tarifa social -que sigue- no tuvieron incrementos importantes. Pero sí el N1; los comercios y los rurales».
¿Esta situación puede afectar el servicio en los pueblos?
«Esperemos que no, porque sería sumar un problema más a los que ya tenemos», sostuvo Vuillermet; y agregó que «los asociados han ido entendiendo la desesperante situación de las Cooperativas, desde donde se ha ido tomando alguna medida para reducir costos sin afectar al servicio, aunque no siempre se puede».
El presidente de la Cooperativa de Villa Saboya se refirió a los problemas que generalmente se dan con el tendido rural, por ejemplo. «Son líneas de muchos kilómetros y muchos años. Y eso también ha cambiado, porque la energía en un campo viene a ser un servicio residencial. Pero lo que agrava la situación es que cuando se va a arreglar un inconveniente, pagás un costo altísimo en comparación con lo que se gasta en el pueblo».
«Lo que está pasando en nuestro distrito, es un fenómeno que se da en toda la provincia. La Cooperativa Eléctrica en general está complicada, porque los costos se incrementan y la entrada sigue siendo la misma. De hecho, algunas están optando por no pagar las facturas de las distribuidoras y están teniendo problemas, como los embargos de cuentas», añadió Llanes.
¿El usuario es consciente de que el aumento no lo establecen las Cooperativas, adonde ese incremento tampoco llega?
«En su mayoría lo aceptan, lo que no quiere decir que lo entiendan. Sabemos que somos la cara visible del servicio, entonces se van a quejar a la Cooperativa, pero que puedan entenderlo o no, es otro tema», dijo Vuillermet.
¿Qué servicios prestan?
«En Cañada Seca el eléctrico, el agua de red y también en bidones, para consumo; servicios sociales, ambulancia, teléfono, internet a través de Servicoop, préstamos de elementos ortopédicos para los socios, cable y aportes al centro de salud, entre otros», detalló Llanes.
Y en este sentido destacó que «para las empresas no son rentables las localidades tan pequeñas como las nuestras, no les interesa brindarnos sus servicios. Si no fuera por las Cooperativas Eléctricas, los pueblos tendrían muy pocos servicios».
Vuillermet, reflexivo, manifestó: «Hace muchos años que transito las Cooperativas y he aprendido, con el tiempo, a reaccionar diferente cuando me vienen a hacer algún reclamo, o planteo. Antiguamente me enojaba, ahora les digo que se arrimen, que compartamos el Consejo y los invito a pensar qué sería de nuestros pueblos si las Cooperativas no estuvieran. Venimos a cumplir un rol fundamental para el mantenimiento y desarrollo de las comunidades».
«Todos los servicios que brindamos, en su esencia, son para darle mejor calidad de vida a los habitantes. Y con esta situación económica en realidad no podemos hacer nada. Yo quisiera tener fibra óptica, pero es imposible; agua corriente, y no se puede. Tenemos agua potable, que se puede ir a buscar con un bidón», añadió.
«Hemos resentido algún servicio por mantenimiento. Todo representa erogación de dinero y no estamos en condiciones de poder hacerlo. Queremos mantener el servicio de la mejor manera, pero no estamos haciendo un mantenimiento óptimo», reconoció Llanes.
Los pueblos hoy
Vuillermet y Llanes también hablaron de la actualidad de los pueblos donde viven.
«Saboya está dentro de las tres localidades con más problemas de trabajo. Los pueblos se hicieron, a través de la historia, alrededor del trabajo. Pero hoy el trabajo rural ha desaparecido al desaparecer los tambos, también la vaca de cría y engorde, que ahora está regresando, pero con otros sistemas distintos a los de antes. La estamos peleando», sostuvo el presidente de la Cooperativa.
Además, «ha repercutido notablemente no tener un acceso. Últimamente tuvimos un mejorado, pero no fue lo que esperábamos en resultados. Hay que tener en cuenta que no es una ruta, sino un mejorado», destacó.
Para Vuillermet, «es difícil definir qué se puede hacer para un Saboya mejor. Como otros pueblos del país, fuimos víctimas de una globalización de la que no pudimos escapar, más allá de lo que se pudiera hacer desde lo provincial o municipal».
«Estamos rodeados de taperas. Ojalá en algún momento se pueda revertir esta situación. Si bien actualmente tenemos muchas cosas por las que en algún momento sufríamos, como teléfonos, internet y energía, nos falta el trabajo», añadió.
«En Cañada Seca ayuda que estamos pegados a la ruta, entonces el desarrollo del pueblo es otro», destacó por su parte Llanes; al tiempo que manifestó que la localidad «ahora está un poco revolucionada por el proyecto de la planta que está construyendo Cargill. Hay mucha gente de afuera trabajando ahí; y estamos esperanzados porque seguramente nos va a dar un empujón. Esto indirectamente va a dar más movimiento, pero no sabemos si lo va a hacer con trabajo de manera directa».