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domingo, diciembre 15, 2024
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Aprueban el nombre «Dr. Raúl R. Alfonsín» para el Salón Dorado del Palacio Municipal

En el mes de septiembre de 2023 el bloque Unión por la Patria presentó en el Concejo Deliberante local un proyecto de resolución referido a la imposición del nombre «Dr. Raúl R. Alfonsín» al Salón Dorado del Palacio Municipal.

La propuesta permaneció en comisión hasta que este jueves fue tratado en el marco de la 2° sesión ordinaria, donde fue aprobado por unanimidad.

Previo a ello, la concejal de UxP, Cristina Liprandi, recordó que el proyecto había sido presentado en el 2023, en el marco de los 40 años de democracia. «Entonces -dijo- era oportuno pensar en una persona democrática. Este es un proyecto que nos convoca a todos, desde los distintos partidos políticos».

«Alfonsín fue una figura importante y siendo Presidente vino a General Villegas, algunos lo recordarán. Nuestra idea es presentarlo como una figura democrática», insistió; destacando que participó de «varios hechos y actos de la política; y tomó decisiones».

Entonces, Liprandi recordó también el 24 de marzo, Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia. «Tenemos que aprender a convivir y a vivir en democracia; y recordar que tenemos voz y voto», expresó.

Luego, la presidente del Concejo Deliberante, Claudia Esain, compartió con los presentes un escrito que describe a Raúl Alfonsín, que textualmente decía:

«Raúl Ricardo Alfonsín nació en Chascomús, provincia de Buenos Aires, el 12 de marzo de 1927. Fue abogado, político, estadista y promotor de los derechos humanos. Fue concejal, diputado provincial, diputado nacional, senador nacional y presidente de la Nación entre 1983 y 1989.

Un hombre pacifista y de democracia, que así lo ha sostenido con dichos y actos a lo largo de toda su vida.

En 1954, a la edad de 27 años, fue elegido concejal en Chascomús, una ciudad donde la UCR vencía al peronismo; y en 1955 fue encarcelado por la Revolución Libertadora. En 1958 fue elegido diputado provincial en la Provincia de Buenos Aires; y diputado nacional durante el gobierno radical de Arturo Illia, entre 1963 y 1966.

Frente a una situación nacional e internacional conflictiva, con la prohibición de la actividad política, la juventud progresista se vio frente a la opción concreta de sumarse a la lucha armada. Alfonsín rechazó expresamente la lucha armada como camino de progreso social.
Durante la dictadura cívico-militar, Alfonsín ofreció gratuitamente su servicio como abogado para defender a opositores y presentar habeas corpus por los detenidos-desaparecidos, actividad que por sí misma solía significar la muerte.

En 1982, ante la Guerra de Malvinas, Alfonsín y Frondizi fueron los únicos políticos que se opusieron a la acción militar. Siendo esto una total excepción, solicitando incluso al gobierno militar, que proveyera información verídica sobre el curso de la guerra.

Durante la campaña presidencial, Alfonsín buscó transmitir un mensaje de paz, evitando cuidadosamente todo conflicto, gestos de violencia en los actos, o discursos agresivos. Incluso cuando sectores de la Juventud Peronista lanzaron la consigna “somos la rabia”, la Juventud Radical eligió “somos la paz”.

El plan original era que el ganador de las elecciones que se celebrarían a fines de 1983, asumiera el 25 de mayo de 1984. Sin embargo, la debacle moral y económica del régimen militar (con una inflación del 20% mensual, paralización de la actividad, cuantiosa deuda externa y exiguas reservas) hizo menester el adelantamiento de los procesos, convocando a elecciones el 30 de octubre de 1983, entregando el mando el 30 de enero de 1984.

Luego de la victoria electoral de Alfonsín, los militares sancionaron la ley de auto amnistía. Pero Alfonsín, que desde el inicio se negó a cualquier acuerdo que implique el desistimiento de juzgar las violaciones de derechos humanos, insistió y logró que la entrega del mando se anticipara una vez más.

Alfonsín, que había sido uno de los fundadores de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos el 18 de diciembre de 1975, aprovechó elegir la fecha de asunción: sería el 10 de diciembre. La elección no fue azarosa, sino que tuvo un fuerte contenido simbólico, desde 1948, cada 10 de diciembre se celebra el Día Universal por los Derechos Humanos, una decisión de la ONU en conmemoración de las vejaciones realizadas en los campos de exterminio nazis.

En su discurso de asunción manifestó: “Compatriotas, iniciamos una etapa que sin duda será difícil, porque tenemos todos la enorme responsabilidad de asegurar hoy, y para los tiempos futuros, la democracia y el respeto por la dignidad del hombre en la tierra argentina. Es absolutamente necesario que todos comprendamos que inauguramos un largo período de paz, de prosperidad y de respeto por la dignidad del hombre y de los argentinos.”

Su legado trascendió fronteras partidarias, representando la alegría de todo el pueblo que luego de 7 oscuros años, pudo elegir nuevamente a sus representantes. El 30 de octubre, día que se conmemora en nuestro país el restablecimiento del régimen democrático, Alfonsín dijo: “Este día debe ser reconocido por los argentinos, como el día de todos. Acá hemos ido a una elección, hemos ganado, pero no hemos derrotado a nadie, porque todos hemos recuperado nuestros derechos.”

La gestión de Alfonsín es conocida principalmente por la realización del Juicio a las Juntas, así como también por el Tratado de paz y amistad entre Argentina y Chile y los acuerdos con Brasil, que llevaron a la formación del Mercosur. También hubo profundas transformaciones en la universidad y el sistema científico. Se repatriaron intelectuales exiliados, se promovió la ley de divorcio vincular y la patria potestad compartida, bregando fuertemente por los derechos de las mujeres.

Durante el Juicio a las Juntas Militares tuvo lugar el recordado discurso del Fiscal Julio Strassera que cita la investigación de la CONADEP, conocido como “Nunca Más”.
Un gobierno en tiempos difíciles, turbulentos, que tuvo 13 paros generales, 4000 huelgas sectoriales e intentos destituyentes, pero que aún así deja un profundo legado: la esperanza en un sistema que continúa a pesar de sus dificultades.

Resulta un elemento inescindible de la democracia, la existencia de diálogo y consenso, como garantía para dirimir los conflictos y diferencias existentes, bajo la protección del pleno estado de derecho. Justamente es este Salón Dorado Municipal, el lugar donde se realizan los acuerdos que marcan el camino democrático de nuestra comunidad.

Este recinto es escuela de democracia. Por tanto y en honor al padre de la democracia moderna, es justo y necesario que se le imponga el nombre de Raúl Ricardo Alfonsín al Salón Dorado de la Municipalidad de General Villegas.»