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domingo, diciembre 15, 2024
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María Isabel Sánchez, la villeguense que trabajó para que River tenga un palco sensorial en su estadio

La terapista ocupacional villeguense, María Isabel Sánchez, participó junto a la Asociación de Integración Sensorial Argentina (AISA) en el diseño y armado de un palco sensorial en la cancha de River Plate, para que socios con neurodivergencias puedan concurrir a los partidos sin que les resulte una sobrecarga demasiado grande.

«River sin barreras» se denomina la comisión que estuvo trabajando junto a los profesionales en este sentido; y que, además, tiene muchos años de tarea respecto a la accesibilidad del Club, que está reformando todo su estadio.

«Ellos me convocaron a mí y yo a AISA para poder pensar este espacio», le comentó Sánchez a ACTUALIDAD. El objetivo es lograr que «las personas con neurodivergencias tengan la posibilidad de acceder a un partido, estar cómodos y tener estímulos en este tipo de espectáculos. La idea es ofrecer un lugar agradable», agregó.

Según la villeguense, «es el primer club en ofrecer este espacio con esta envergadura. Hay otros pero muy chiquitos. Este es el primero de este tipo en el país», insistió.

La terapista ocupacional explicó que para una persona neurodivergente «es más difícil poder adaptarse a algunas características ambientales, a información auditiva, visual y de movimiento de los ambientes. Entonces, se utilizan distintos elementos y ambientes adaptados para que esa información no implique una sobrecarga sensorial; y se logre mantener la regulación para poder adaptarse a cualquier espacio social».

La iniciativa tuvo mucha repercusión. El espacio fue inaugurado esta semana junto al personal de River y el jueves fue la primera vez que el palco se abrió a las familias, para que pudieran participar de un partido de fútbol en esa sala sensorial. «Fue un momento de mucha emoción y alegría, porque las familias accedieron sin correr el riesgo de no poder llegar con sus hijos, o que tuvieran que salir del estadio en algún momento», comentó.

Y lo ejemplificó con el caso de dos niños con autismo. «En general se organizaban para que un papá u otro vaya a la cancha. Ahora, por primera vez, pudieron concurrir en familia. Fue una emoción poder participar de un espacio de diversión/disfrute. Esto nos motiva como profesionales, para que estos espacios se empiecen a abrir de forma igualitaria para personas con distintas características».

La villeguense es social de AISA (la Asociación con la que se contactó para concretar el proyecto) desde hace más de diez años. «Nuclea a terapistas ocupacionales formadas en integración social, en cómo trabajar con personas que poseen estas características sensoriales», explicó.

Para Sánchez, lograr este palco significó, desde lo personal, «sentir la alegría y el placer de las familias en pensar que pueden tener estos espacios y compartir con sus hijos de una forma agradable. Desde lo profesional, creo que es un deber social abrir las puertas a las personas con neurodivergencias en todos los espacios sociales, con los mismos derechos que aquellas personas que no poseemos esas divergencias».

María Isabel Sánchez vive en Buenos Aires desde hace tres años, «pero toda mi vida profesional la desarrollé en General Villegas», dijo; al tiempo que expresó su esperanza de que «desde AISA, ésta sea una iniciativa para abrir puertas».

María Isabel Sánchez

Una experiencia inclusiva

«Buscamos superar, además de las barreras físicas, las que tienen que ver con lo sensorial y lo cognitivo. Siempre decimos que River es familia y que el Monumental es nuestra casa; por eso, estamos preparando nuestra casa para que pueda recibir a todos, más allá de sus necesidades específicas», había dicho hace unos días Stefano Di Carlo, Secretario General de River.

El palco sensorial es un espacio para personas con capacidades especiales ubicado en la nueva zona de Hospitality del sector Sívori, especialmente equipado para ofrecer a sus usuarios la posibilidad de ver deporte en directo en un ambiente que pretende aliviar la ansiedad que puedan sentir mientras asisten a un evento de gran envergadura.

El propósito de la sala es ofrecer una experiencia agradable el día del partido en un lugar en el cual el espectador se sienta seguro, siendo especialmente diseñado para controlar los estímulos sensoriales, incluyendo el sonido, la luz, el olor, el tacto, la temperatura y el espacio.

El palco está pensado para su uso y disfrute por parte de niños y adultos con diferentes ritmos de aprendizaje, personas con autismo, parálisis cerebral y/o intelectual, personas con daños cerebrales, demencia y personas con trastornos mentales, incluyendo estrés y ansiedad, entre otros.

En su interior, tiene una capacidad de hasta 12 personas en un espacio con aislamiento acústico que ayude a evitar que los estímulos no deseados, como el ruido, entren o salgan de la habitación. En caso de que se quiera disfrutar de la atmósfera completa del Estadio, en el palco también se puede disfrutar del visionado por parte de seis personas en su exterior.

Tiene juegos y otros elementos que ayudan a construir este espacio tranquilo y de alivio de la ansiedad o la sobreestimulación.

«River sin Barreras» confeccionó un listado con aquellos socios que necesitan utilizar esta sala. Luego, en función de las necesidades de cada uno de ellos, se armarán grupos para convocarlos partido a partido.

Pero además, en el marco de las reformas en el estadio, se crearon 79 posiciones para personas con movilidad reducida en silla de ruedas y se sumaron las respectivas butacas para acompañante, situadas en la última fila de los sectores 212, 213, 214, 215 y 216 del Nivel 1 de la tribuna Belgrano baja, para un total de 158 posiciones.

A su vez, se pensó en los baños inclusivos, destinados a personas con movilidad reducida e identificados para niñas y niños.