Durante la última semana, el intendente Gilberto Alegre realizó distintas gestiones en búsqueda de soluciones a los desafíos que aquejan a la comunidad. En este contexto, no solo participó en importantes eventos académicos, como el Conversatorio sobre «La gestión local en escenarios de crisis estructurales», celebrado en la sede de la Universidad Católica Argentina (UCA), sino que también emprendió una serie de reuniones tanto a nivel nacional como provincial.
Una de las acciones más destacadas del intendente fue su reunión con Néstor Fabián Álvarez, subsecretario de Recursos Hídricos, con quien discutió detalladamente sobre la situación del agua en la región y la urgente necesidad de abordar la construcción de un canal en calle Vuelta de Obligado en La Trocha, desde Roca hasta el acceso a Ruta 33.
“En este proyecto, es necesario hacer la tubería de una zanja que representa un paso muy importante hacia la seguridad y el bienestar de los vecinos porque es muy peligroso”, dijo el intendente.
En La Plata se reunió en el Instituto de la Vivienda, donde pudo acordar la presentación de un proyecto para conseguir financiamiento para programas de viviendas que puedan surgir, demostrando su compromiso con este tema.
Asimismo, Alegre reveló que “en la Escribanía General de Gobierno estuve buscando los títulos o escrituras que estén pendientes de General Villegas para activarlos y resolverlos; y encontré que hay unos 30 listos para terminar. Después habrá que llevar todas las otras escrituras que consideremos en función a lo que reclaman los vecinos, porque es muy probable que haya otros barrios que estén sin escriturar”.
Por otro lado, uno de los desafíos más necesarios que enfrenta la ciudad cabecera es la crisis en el sistema de cloacas. Se reunió con representantes de la Dirección Provincial de ABSA, para establecer un plan de acción que permita mejorar la infraestructura sanitaria.
“Uno de los problemas que tiene la planta es que el suministro de energía eléctrica suele interrumpirse, a veces producto de cortes de luz para evitar riesgos en el barrio Chaparral, donde hay tanta gente colgada. Entonces, cada vez que interrumpen la luz dejan de funcionar las bombas, que son las que dirigen los líquidos cloacales del pozo al piletón”, explicó el intendente; y añadió que “al funcionar por gravedad las tuberías, la bomba no puede sacar los líquidos del pozo, se empieza a llenar y al no desagotarse vuelve todo a la ciudad”.
El intendente Alegre manifestó que “hay que tratar de encontrar una solución, así que van a trabajar en eso para mejorar la situación. En algunas cosas veremos cómo podemos colaborar”.