GPS es mucho más que un simple programa de ACTUALIDAD. Reúne sentimientos, emociones y recuerdos, mediante una comunicación a corazón abierto con sus protagonistas.
En esta ocasión, el protagonista es Alexis Navarro, villeguense de 35 años que persiguió el deseo familiar de vivir en otro territorio. Junto a su esposa Ximena y sus hijas Emma y Zoe, Alexis aceptó el desafío y se trasladó a Tulúm, donde abundan los villeguenses. Allí rebosan los corazones de los nuestros que, por algún motivo, viven su propia aventura.
Viajar a otras tierras y alejarse de los seres queridos no es algo sencillo para nadie. Pero muchas veces, el sueño de vivir una aventura puede más que cualquier cosa. Porque solo arriesga el que gana. Porque la ilusión es más fuerte que la razón. Bienvenidos a un nuevo capítulo de GPS, el programa de los villeguenses por el mundo.
«El deseo de vivir una aventura»
Todo se gestó en época de pandemia cuando, junto a su esposa Ximena, comenzaron con los trámites para llevar a cabo la ciudadanía española. No lo pudieron lograr, debido a que en ese entonces, la relación debía ser de padre a hijo. Entonces debieron cambiar de idea y optar por hacer la ciudadanía italiana.
El plan era viajar a Europa, algo que ya estaba prácticamente decidido en el mapa de la pareja. Sin embargo, un amigo en común fue clave para cambiar de parecer, al contarles las vivencias de su hijo en tierras mexicanas, más específicamente en Tulúm. Eso fue suficiente para modificar la proyección.
«Estábamos bien, pero queríamos vivir la aventura. Desde ese momento emprendimos el desafío y, de a poco, se fueron dando las cosas. Queríamos poner una despensa en casa, pero cuando decidimos emigrar tuvimos que vender todo», manifestó Alexis. El sueño de cambiar el rumbo fue aceptado por la familia, tanto por su esposa como por sus hijas.
Así fue como se terminó de concretar un deseo que tuvo un tinte más que especial, debido a que la decisión no se produjo en un contexto de necesidad, sino que fue opcional y familiar: «Fue muy lindo, porque tomamos la decisión entre todos. Creo que hasta el momento en que tomas el avión y pisas el nuevo destino, uno no se da cuenta de lo que hizo. Es por eso que también se necesita algo de locura».
La familia de ambos tuvo una agradable recepción en el momento que recibieron la noticia. No obstante, al momento de despedirse y emprender el viaje, les costó demasiado. «Para nuestros padres y hermanos fue difícil. Ese día que nos fuimos, sobre todo. Pero ellos estaban contentos por el gran paso que íbamos a dar. Lo veo de esa manera», expresó.
Proceso de adaptación
La climatización al suelo mexicano fue muy productivo en el inicio. «Se me están abriendo las puertas», dijo Alexis en GPS. Lógicamente, afirmó que extraña mucho a sus seres queridos, pero aclaró que mantiene su cabeza en el día a día y eso le hace bien. «Fuimos conociendo cosas que nunca imaginamos. Uno hace la idea antes de emigrar. Y está bueno. Es otro país, otra cultura, muy distinto. Y no todo es color de rosa», sostuvo el joven.
De todas formas, se mostró muy contento por vivir muchas aventuras en tan poco tiempo. «Uno a veces no cae en donde está. Lo disfruto al cien. Es un paraíso», detalló. Sin embargo, en sus inicios en el país inca, sufrió un inconveniente con su hija Emma, quien debió ser operada por apendicitis: «No la pasamos bien con mi esposa. No fue tan grave, pero al estar lejos fue una experiencia difícil. En ese momento pensé en volver. Pero siempre tuve el respaldo de Ximena».
Llegado a México, no había nada concreto en cuanto a lo laboral. «No había hablado con nadie en ese sentido. Pero es un lugar que abre oportunidades a todos», declaró. La decisión fue vacacionar por un tiempo determinado y, luego, buscar trabajo. «Estoy agradecido con la gente de acá también», expresó.
Pudo empezar a trabajar rápidamente en una lavandería de un hotel. Estuvo allí estos meses, pero hace algunos días surgió una posibilidad inmejorable de comenzar a desarrollarse en una panadería, por medio de un amigo. «Mi esposa, mis hijas y yo, estamos muy agradecidos con él porque nos ayudaron mucho en este lapso. Somos como una familia», aseguró.
¿Cómo es México?
Al igual que en Argentina, Alexis reveló que hay personas de todo tipo en territorio mexicano. «No he conocido gente mala. No tuve la oportunidad y tampoco la quiero tener. Pero la gente que hemos conocido, fue una maravilla. Será por nuestra forma de ser y expresarnos. Muchos mexicanos nos dijeron que el argentino no les cae bien. Pero no tengo esa experiencia, al contrario», explicó el villeguense.
Desde la parte gastronómica, a Alexis le costó mucho digerir la comida, debido a que se caracteriza por ser muy condimentada. «Estuve dos o tres semanas con dolor de estómago, porque era muy fuerte el picante. No sé que condimento usan, pero ellos lo comen de manera normal. A nosotros nos cuesta mucho. Se hinchan los labios y duele la panza. Pero de a poco, uno se va acostumbrando. Eso no quita que haya comidas muy ricas», detalló.
Otro factor que sorprendió al villeguense fueron los bajos precios: «Podés trabajar un solo día y comprarte una cubierta para un auto. Son cosas que a uno le llaman la atención. Es otra cultura», expresó. En este sentido, hizo hincapié en que «es un país muy liberal», debido a que vivió situaciones atípicas de mucha espontaneidad en sus acciones.
Por otra parte, aseguró que la rivalidad entre México y Argentina en el fútbol se transformó en un clásico en los últimos tiempos. Alexis contó sus vivencias: «Hay mucha pica. El mexicano es muy liviano para el fútbol. Y el argentino todo lo contrario. Entonces, cada vez que nos enfrentamos, se pica mucho sin pasar a mayores».
El fútbol, eso que no se puede dejar
Alexis emigró a miles de kilómetros de sus tierras, pero hay algo que no dejó en absoluto: la pasión por el fútbol. En sus primeros días en el país, se acercó a un Centro Deportivo, ubicado en Tulúm. Allí conoció a un entrenador que lo llevó a integrar la filial de River de Tulúm. También está jugando en Fútbol Rápido Senior, para mayores de 35 años.
«Es muy lindo y he conocido a mucha gente. Pero extraño el fútbol chacarero, sobre todo a Juventud, a quien sigo por redes sociales. Igual trato de no meterme tanto porque extraño mucho de verdad. Me hizo crecer en lo futbolístico, pero aún más en lo personal», aseveró. En este sentido, dejó la puerta abierta para trabajar con chicos en infantiles, tal como lo hizo en el equipo banderolense durante dos años.
Por otro lado, se mostró sorprendido por el régimen de torneos que tienen los mexicanos en estas ligas amateurs: «El fútbol argentino es tan distinto que hay jugadores de 37 o 38 años que están en plena vigencia. Pero acá, en un torneo amateur, me consideran veterano por tener 35 años. Además, vengo de una Liga fuerte como es la de General Villegas».
Planes para el futuro
Si bien se encuentran cómodamente instalados en suelo mexicano, la idea de vivir en Europa en algún momento de sus vidas aún sigue vigente. Ese sueño que surgió hace varios años todavía tiene rigor para el alma de la familia. Aunque el objetivo es mantenerse en territorio azteca algún tiempo más.
«Nos gustó mucho el plan de viajar. Además, brinda esa libertad de pensar que podemos conocer otros países, lo cual sería muy lindo. Tomar esta decisión nos abre las puertas. Las posibilidades son mayores cuando uno da el primer paso», manifestó. La familia tiene pensado pasar fin de año en México y, luego, analizar los planes para el 2025.
Conclusión
«Quiero dejarle un mensaje a la gente que quiere emigrar. Les recomiendo que no tengan miedo. Vengan con fe y ganas de triunfar, que las cosas se dan solas, siempre y cuando vengan con predisposición para trabajar. Si alguna vez un villeguense quiere venir a Tulúm, acá lo vamos a recibir de la mejor manera», afirmó Alexis.
La vida muchas veces es un laberinto que se cruza sin pensar. Reúne miles de desafíos y obstáculos, pero hay que estar preparado. En el desarrollo, en reiteradas oportunidades, se trata de alcanzar la felicidad. Pero en otras, ese sentimiento de encontrarse bien y satisfecho debe buscarse, por medio de acciones y decisiones.
Alexis, junto a su espléndida familia, fueron detrás de su anhelo. Y quién dice que en Argentina no estaban bien, mental y económicamente. Pero esto va más allá de eso. Se trata de una decisión que abarca intriga, desafíos y un poco de locura. En busca de reinventar su vida y en pos de cumplir el objetivo, Alexis y su familia iniciaron una nueva etapa en el exterior, la cual todavía tiene muchas páginas por escribir.