Se trata de un programa de acogimiento familiar destinado a niños, niñas y adolescentes que, de manera transitoria, no pueden vivir con sus familias de origen.
El objetivo de esta iniciativa es proporcionarles alojamiento temporal en un medio familiar alternativo, garantizando un cuidado afectivo y personalizado, mientras se trabaja por revertir los motivos que dieron lugar a la medida de separación de su familia de origen. Esta medida, así como la definición de la necesidad de ser incluido en una familia solidaria, pertenece al organismo de niñez competente en cada localidad.
El acogimiento familiar es una práctica desarrollada en muchos países del mundo y que se encuentra en expansión, ya que permite garantizar a niños, niñas y adolescentes su derecho a la convivencia familiar, durante el período de tiempo en el que no pueden vivir con sus familias.
Durante el tiempo que dura el acogimiento, se garantiza el respeto al niño/a, a su familia de origen y a su identidad cultural; y se acompaña a las familias solidarias en su tarea de cuidado integral.
El programa está establecido por la Provincia de Buenos Aires. Ximena Aliverti, directora de Niñez y Adolescencia en General Villegas, explicó de qué se trata: «Tiene mayor apertura emocional que alguien que adopta, porque se trata de alojar a este niño y darle libertad de volver a su casa. Implica un desprendimiento después y no todo el mundo está abierto a eso. Pero sabemos que la ciudad tiene capacidad para alojar a estos niños».
Se busca una familia constituida, con intención de acompañar. El requisito principal es que no esté inscripta en el registros de adoptantes y que entienda que ese niño o adolescente deberá volver a su hogar. «Si bien uno le dará contención, no se pueden quedar», remarcó Aliverti.
Por ello se hace una convocatoria con el objetivo de informar a aquellas familias que deseen ser parte. Será el jueves 15 de agosto, a las 14 horas, en la Biblioteca Municipal. «La intención es aclarar dudas y que las familias decidan. A veces es difícil, pero queremos sostener y acompañar a estos niños, para que se sientan en un ámbito familiar desde su niñez», explicó la funcionaria.
En el Hogar Convivencial en el que se encuentran los niños como medida de abrigo hay un equipo conformado por una trabajadora social, una coordinadora, una psicóloga y una acompañante. Más allá del esfuerzo que hacen día a día por los chicos, Aliverti dijo que «la intención es contener a los niños emocionalmente, más allá de las características económicas y sociales, dentro de un hogar familiar y no institucional».
En este sentido, comentó que resulta normal que no todas las familias quieran ser parte del programa, debido a que la exigencia de «cumplir el rol de padre o madre» es distinta a ser referente. Y manifestó que el alojamiento puede ser de seis meses a un año.
En General Villegas, la situación es bastante preocupante, ya que no hay ninguna familia solidaria dentro del programa, a pesar de la necesidad que existe en este sentido. «Nos parecemos a otros municipios de Buenos Aires, donde son mucho más numerosos los casos de intervención. En cambio hay municipios más chicos que tienen dos o tres familias solidarias», sostuvo.
Pero confía en la capacidad para «dar otro tipo de oportunidad», una responsabilidad que es de la sociedad, según la directora. «No hay que juzgar tanto, sino dar nuestro granito de arena. Si bien hay un proceso técnico alrededor, siempre escuchamos al niño y su deseo», agregó.
La invitación es para las familias de todo el distrito, en busca de encontrar al menos una o dos que quieran involucrarse. «Lo ideal es dejarlo en su lugar de origen. Queremos tener a la familia solidaria como dispositivo alternativo», manifestó la funcionaria.