A pocos días del inicio del carnaval villeguense, que arrancará el sábado 15 de febrero en la plaza principal, Pojai Batería se prepara para marcar un hito: su 15° aniversario con una propuesta que combina tradición, innovación y un tributo a sus raíces.
En diálogo con Actualidad Miguel Aguilar y su hijo Ignacio, «Nacho» para los allegados, fundadores de esta agrupación, adelantaron los detalles de una edición que promete recuperar esplendor y sumar sorpresas.
Un regreso con historia
Miguel Aguilar, figura emblemática del carnaval local, retorna este año a Pojai tras más de cinco años alejado de la agrupación, ya que su actividad estaba centrada en la comisión que integran los protagonistas de la fiesta popular.
«Es un año especial, no por mi regreso, sino por participar en darles una mano en el producto artístico», destacó en ACTUALIDAD. Su aporte se centra en reforzar el vestuario y la ornamentación, aspectos que su hijo reconoció como pendientes: «Nos faltaba ese toque en trajes. Este año cambiamos y verán un lindo espectáculo», aportó por su parte «Nacho».
La apuesta incluye trajes adquiridos en la comparsa Kamarr de Gualeguaychú, diseños nuevos para pasistas y reina de batería, y una paleta de colores en verde, fucsia y plateado. Además, se incorporan cuatro cuicas -instrumento característico de Pojai- para enriquecer el samba. «Trabajamos para el espectador: el respeto hacia quien paga una entrada es primordial», enfatizaron.
Legado familiar y tributo
La familia Aguilar lleva el carnaval en la sangre. Miguel destacó el legado de su padre y de su tío, el «Chato» Aguilar, que serán homenajeados este año por Pojai.
En tanto, «Nacho» recordó los inicios de la agrupación, en el año 2010: «Arrancamos con amigos de la primaria, de la Escuela N° 1. Mi viejo nos ayudó a crear una batucada infantil».
Carnaval con raíces y desafíos
El diálogo también reflejó preocupación por la evolución del carnaval local. Miguel mencionó la desaparición de tradiciones como las máscaras sueltas y las murgas, aunque celebró que para el primer caso ya haya varios inscriptos para este 2025. También se refirió a las carrozas, ausentes en el último tiempo. «Ojalá se despierte el humor y la participación espontánea», expresó.
Además, destacó el apoyo del gobierno municipal, clave para revitalizar la fiesta, con entradas accesibles y tres noches de espectáculo, los días 15 y 22 de febrero, y 1° de marzo. «Tiene la cantidad de gente necesaria para la organización, la logística y los recursos económicos», sostuvo.
Más que tambores: inclusión y comunidad
Pojai, cuyo nombre en guaraní significa «extender la mano», mantiene su esencia inclusiva. «Tenemos 45 chicos que comparten un espacio, una actividad y, de esa manera, están contenidos. Las puertas están abiertas a quien quiera sumarse y divertirse. Nuestro tesoro son los integrantes», expresó Miguel.
Con ensayos intensivos desde octubre y un detrás de escena que incluye plumas, piedras y horas de artesanía, Pojai busca no solo brillar en su aniversario, sino inspirar a nuevas generaciones. «El carnaval es vida, alegría y respeto. Iguala a todos bajo un mismo traje», concluyó Miguel.
Mientras los tambores retumban y las cuicas preparan su sonido distintivo, Pojai promete una fiesta que honra el pasado y vibra con el presente.