Romina Domínguez, titular de la firma de viajes y turismo Herencia Viajera, ofreció una inspiradora charla en su ciclo radial de FM Actualidad, compartiendo vivencias, historias y emociones de una travesía por el sudeste europeo.
“Viajar, permitirnos soñar con conocer el mundo”, así definió Romina Domínguez el espíritu de Herencia Viajera, el espacio radial que conduce cada miércoles y que ya se ha convertido en una ventana abierta a destinos fascinantes. En esta nueva edición, la propuesta fue clara: recorrer los Balcanes, una región que -según sus propias palabras- “tiene tantísimo para dar desde todas las aristas que se te ocurran”.
Con su particular estilo cercano y apasionado, Domínguez invitó a los oyentes a descubrir una Europa menos tradicional, muchas veces olvidada por el gran público turístico. “Los países balcánicos no aparecen rápidamente en la agenda. Creo que es un poco por la historia que han tenido, teñida por guerras muy sangrientas, recientes, de los años 90, que los dejaron rezagados”, explicó.
Historia, identidad y belleza en cada rincón
Durante la charla, se refirió al complejo proceso de disolución de Yugoslavia y cómo ese pasado ha marcado el presente de naciones como Eslovenia, Croacia, Bosnia y Montenegro. “Yugoslavia aparece después de la Segunda Guerra Mundial como una mezcla de etnias y religiones que no querían ser parte ni de Europa ni de la Unión Soviética. Con el Mariscal Tito a la cabeza, lograron convivir durante un tiempo. Pero tras su muerte, se dio la disolución y cada país transitó su propio proceso, algunos más rápido que otros”.
La conductora remarcó que más allá de las cicatrices que aún se perciben, la región es completamente segura para el viajero. “Sin lugar a dudas, totalmente segura”, afirmó. Aunque admitió que uno de los mayores desafíos es el idioma: “Hablan lenguas que para nosotros suenan como ruso, totalmente inentendibles. No hay palabras transparentes. Por eso es fundamental manejarse con inglés, hablar despacio y ser pacientes”.

De Eslovenia a Bosnia: un viaje que transforma
Su recorrido comenzó en Eslovenia, “la primera en separarse de Yugoslavia”, que según señaló, se destaca por su orden y belleza: “El lago Bled con su islita es de película, y Liubliana, la capital, es hermosísima”. Luego siguió hacia Croacia, donde destacó Dubrovnik, “la joya amurallada del Adriático”, y Split, con su Palacio de Diocleciano: “Realmente es para perderse y mirarlo”.
Pero fue Bosnia la que más la conmovió. “Entrar a Sarajevo es como sumergirse en la historia de la Primera Guerra Mundial. Ves el puente, el lugar donde mataron al archiduque, el túnel por donde escapaban durante la guerra de los 90… es fuerte”. También mencionó Mostar, una pequeña ciudad que la emocionó especialmente: “Tenía un puente que fue destruido en la guerra y reconstruido con ayuda de la UNESCO. Divide la parte musulmana de la cristiana. Estar ahí es como estar dentro de un cuento de hadas, pero cargado de historia”.
La experiencia, sin embargo, le dejó una pequeña espina: “No hice Albania y me arrepiento muchísimo. Nos dio miedo, pero luego descubrimos que es uno de los países más seguros y con playas soñadas”. También mencionó la parte europea de Turquía, especialmente Estambul, como parte del universo balcánico a explorar.
Un viaje que interpela
Durante el programa, los oyentes aportaron sus propios recuerdos, destacando la fuerte presencia en Argentina de comunidades serbias, croatas y macedonias, muchas de las cuales llegaron al país tras la Segunda Guerra Mundial. Romina recordó una anécdota personal: “Tenía un amigo croata, Davor. Su papá había vivido la guerra y se despertaba gritando, asustado, creyendo que venían los nazis. Esa memoria queda para siempre”.
Cerrando su participación, dejó una reflexión que resume la esencia de su mensaje:
“Viajar por los Balcanes es mucho mejor que hacer turismo. Es encontrarse con una historia que nos atraviesa a todos, con heridas que todavía se están cicatrizando. Es un viaje que interpela, que emociona, y del que sin dudas no se vuelve siendo el mismo”.
Los interesados en planificar este tipo de viajes pueden contactarse con Herencia Viajera al 3388 538273. Porque como concluyó Romina: “Soñar es gratis, y siempre de los sueños se saca algo que uno termina concretando”.
