Este 1º de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, se conmemora una fecha emblemática que une el recuerdo de las luchas históricas del movimiento obrero con los nuevos retos del mundo laboral contemporáneo.
La raíz de esta jornada se remonta a 1886 en Chicago, cuando miles de obreros iniciaron una huelga para exigir la jornada de ocho horas. La protesta culminó con la Revuelta de Haymarket, un trágico episodio que dejó muertos y marcó un punto de inflexión en la historia del trabajo. En honor a los «Mártires de Chicago», la Segunda Internacional Socialista proclamó en 1889 el 1º de mayo como día de reivindicación obrera a nivel mundial.
El mundo del trabajo hoy
En 2025, el trabajo enfrenta una transformación profunda. La automatización, la inteligencia artificial y los cambios sociales están redefiniendo el empleo. El Foro Económico Mundial proyecta que, para 2030, se crearán 170 millones de nuevos empleos, mientras que 92 millones serán desplazados, lo que implicará una reconfiguración neta positiva de 78 millones de puestos.
Sin embargo, no todo es optimismo. Según un estudio de Pluxee, el 97% de las empresas en España tuvo dificultades para captar talento en 2024. Las principales causas: escasez de perfiles adecuados y desacuerdos en las condiciones salariales.
Por otro lado, las tendencias laborales apuntan hacia la flexibilización de horarios, el bienestar emocional en el entorno laboral y la integración de políticas de diversidad e inclusión como prioridades estratégicas de las empresas.
Una jornada para mirar hacia adelante
El Día del Trabajador de 2025 no es solo un acto de memoria, sino una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que plantea el futuro del trabajo. La transformación tecnológica, el debate sobre la jornada laboral y la necesidad de una mayor equidad hacen de esta fecha un día de acción y compromiso con la dignidad del trabajo.