17.4 C
General Villegas
viernes, julio 18, 2025
InicioSociedadJapón, un destino donde el pasado y el futuro se dan la...

Japón, un destino donde el pasado y el futuro se dan la mano

Japón se convirtió en el tema de una nueva entrega de la columna “Herencia Viajera”, donde Romina Domínguez relató las particularidades de un país que logra unir la serenidad de su cultura ancestral con la vanguardia más tecnológica. Definió al viaje como “exótico” y explicó que se trató de un recorrido pensado no solo para compartirlo con la audiencia, sino también para futuros clientes interesados en descubrir el país asiático.

“Japón es un lugar donde el silencio, el pasado y el futuro conviven y pareciera que todo se anticipa un montón”, describió Romina, quien destacó el respeto profundo que caracteriza a la sociedad japonesa. Recordó que la cultura nipona se desarrolló de manera muy autónoma y aislada del resto del mundo hasta mediados del siglo XIX, para luego reconstruirse con gran fortaleza e innovación tras el devastador paso de las bombas nucleares. “Acá en Argentina usamos la palabra resiliencia para todo. ¿Qué tendrían que decir los japoneses?”, se preguntó la especialista en viajes, reconociendo a Japón como ejemplo máximo de esa virtud.

Un recorrido por Tokio, la mega ciudad del neón y los templos

La charla derivó enseguida en aspectos prácticos del viaje. Romina explicó que la única vía para llegar desde Argentina es aérea, existiendo vuelos directos -“largos y más costosos”- o con escalas, principalmente en Emiratos Árabes, Dubái o incluso ciudades europeas como Madrid, donde las aerolíneas ofrecen la modalidad “stop over”, es decir, la posibilidad de fraccionar el viaje y quedarse algunos días en la escala sin pagar un pasaje extra.

“Madrid y Lisboa son las puertas de entrada más baratas a Europa”, explicó, comentando que incluso Iberia comenzó a ofrecer esas opciones para incentivar el turismo. Y agregó que, una vez en Europa, los vuelos internos resultan mucho más económicos y con menos impuestos que en Argentina, lo que permite organizar un viaje combinado.

En el caso puntual de Japón, Romina describió a Tokio como una ciudad descomunal, con 37 millones de habitantes y una intensa vida que combina tradiciones milenarias con modernidad extrema. “Podés vivir el pasado del Japón ancestral, pero también encontrarte con sectores repletos de luces de neón, pantallas gigantes y tiendas futuristas”, relató.

Sugirió que cuatro o cinco días alcanzaban para conocer lo principal de Tokio y enumeró barrios imperdibles, como Shibuya, famoso por su cruce peatonal más transitado del mundo; Harajuku, cuna de la moda nipona más extravagante y de cafés temáticos; Sensoji, donde se encuentra el templo más antiguo de la ciudad entre olores a incienso y linternas rojas; y Akihabara, meca del anime, la tecnología y el merchandising, tanto para jóvenes como para adultos coleccionistas.

Mucho más allá de la gran ciudad

Romina subrayó que un viaje a Japón no debería limitarse solo a Tokio. “Estamos pensando en un viaje mínimo de 15 días en destino, sin contar vuelos y escalas. Japón parece diminuto, pero no lo es tanto; su superficie se asemeja a la provincia de Buenos Aires, aunque tiene una población enorme, también está en decrecimiento, con una gran proporción de adultos mayores, muy longevos gracias a su estilo de vida y el respeto hacia la ancianidad”, explicó.

Entre los destinos imprescindibles fuera de Tokio, mencionó Hiroshima, con su Jardín de la Paz, un lugar “de silencio ensordecedor” que recuerda la tragedia atómica, y Kioto, antigua capital imperial, “un contraste absoluto con Tokio, sin rascacielos, repleta de templos integrados en la naturaleza”. Habló del famoso Pabellón Dorado, recubierto de oro y reflejado en un lago rodeado de pinos, y de la posibilidad -con algo de suerte- de cruzarse con geishas vestidas y maquilladas caminando por las calles de piedra.

Además, citó Nara, célebre por su parque donde los ciervos caminan libres entre la gente, aportando otro rasgo distintivo a un país que sorprende en cada rincón.

Una gastronomía única y una cultura que cautiva

La gastronomía japonesa también ocupó un espacio importante en la charla. Romina relató que en Tokio se encuentra uno de los mercados de pescado más imponentes del mundo, “donde uno descubre especies que ni sabemos que existen”. Habló del kaiseki, el menú de pasos más refinado, creado con ingredientes de estación, que se presenta casi como una obra de arte. También destacó la comida callejera, como los panqueques salados elaborados con repollo, carnes o mariscos, cubiertos con salsa agridulce.

“Cada gesto en la cultura japonesa termina siendo un ritual. Desde cómo se saludan hasta cómo se miran. Todo tiene un plus que para nosotros, desde este lado del mundo, es diferente. Ni mejor ni peor, pero muy distinto”, reflexionó Romina.

Como curiosidad, mencionó las enormes máquinas expendedoras japonesas, que pueden ocupar hasta 100 metros y ofrecer desde helados hasta corbatas. También contó que en Japón muchos softwares y aplicaciones occidentales no funcionan, porque “ellos han levantado barreras tecnológicas para proteger sus costumbres y su propia industria”.

“Japón es un lugar para andar, para caminar, para aprender. No es un destino de playa. Es un viaje largo, de más de 24 horas, pero quien pueda darse el gusto seguramente vivirá una experiencia transformadora”, concluyó Romina, dejando abierta la invitación a quienes se animen a explorar un país que, pese a sus contrastes, sigue manteniendo una coherencia cultural inquebrantable.

Para quienes quieran conocer más detalles sobre viajes a Japón u otros destinos, pueden comunicarse al 3388-538273.