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lunes, junio 30, 2025
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Viajar por la Ruta 33 y vivir para contarla

Transitar la Ruta 33 se ha convertido por estos días en una auténtica odisea. Es tan pésimo el estado de la traza y son tan grandes los pozos que se hace necesario circular con suma atención para no sufrir ningún accidente que genere roturas en los vehículos o, peor aún, pérdida de vidas.

Silvana Poy es una piedritense que vivió esta aventura de transitar la ruta 33, sufrió un accidente y vivió para contarla. Junto a su marido traía a su hija a General Villegas para que la vacunen. Con ellos venía su pequeña nieta. Afortunadamente ninguno sufrió heridas. Eso sí, el auto -un Peugeot 208 modelo 2020- terminó con la suspensión dañada, dos cubiertas reventadas y un airbag que se disparó.

¿Qué pasó? ¿Chocaron contra otro vehículo? Para nada, solamente tuvieron el infortunio de caer en uno de los tantos cráteres que minan la cinta asfáltica entre Piedritas y General Villegas.

«Iba una camioneta adelante y agarramos el pozo. Detrás nuestro venía un camión, de gran porte, que también agarró el pozo. Nosotros veníamos despacio y mi marido alcanzó a tirar el auto a la banquina, pero el camión se cruzó de carril. Suerte que no venía nadie de frente. Esto pasó entre Piedritas y General Villegas. A unos 3 kilómetros de la estación de servicio de Piedritas», explicó Silvana.

Los pozos son tan grandes que resulta imposible esquivarlos. Y muchas veces los vehículos que zigzaguean tratando de evitar los baches configuran un peligro aún mayor.

«En la balanza antes de llegar a Villegas había una camioneta de Vialidad, nueva, con un señor sentado al volante. Pasé a las 8 de la mañana. Ese señor estaba sentado al volante con un teléfono mientras otros dos operarios limpiaban los carteles. Volví a las 11.30 y ese señor seguía en la camioneta, entreteniéndose con el teléfono, y los operarios con los mismos carteles. Eso me causa mucha indignación. La semana antes un camión se arrancó un espejo con otro esquivando los pozos. Uno se la pasa pagando impuestos y patentes carísimas y no nos devuelven nada. Deberíamos todos poner el grito en el cielo y hacer algo», subrayó Silvana.

Esta vez fue solo daño material. Pero las autoridades no deberían hacer oídos sordos porque esta ruta ya se ha cobrado muchas vidas. Es imperante que pongan manos a la obra antes de que tengamos que lamentar otra muerte.