Los oyentes de OVACIÓN y los amantes del Automovilismo (sobre todo los hinchas del «Chivo») tuvieron una grata sorpresa: el mismísimo Guillermo Cruzzetti dialogó telefónicamente con Román Alustiza.
Cruzzetti -oriundo de Arrecifes- fue una pieza fundamental en el armado del Chevrolet con el que Agustín Canapino se consagró campeón (es el cuarto título del joven piloto de 29 años). .
Técnico Electromecánico en la Técnica de Arrecifes, graduado en Análisis de sistemas y programación, Ingeniero Electrónico en la UBA, especializado en comunicaciones y control, son algunos de los tantos títulos que ostenta Cruzzetti, un especialista en el armado y puesta a punto de autos.
Además, Cruzzetti es socio de Alberto Canapino en la empresa «Canapino Sports».
«Que los autos anden bien y que los motores tengan potencia. Esa es la actividad que uno desarrolla con pasión. Todos los estudios me han servido de base para poder desarrollar esta pasión con conocimientos fuertes desde lo matemático y la física. Hace 25 años que estoy involucrado con el automovilismo de competición a través de mi sociedad con Alberto Canapino. Hemos trabajado muchos autos, con muchos pilotos. Siempre con buenos resultados, hemos logrado muchos campeonatos», expresó.
Cruzzetti es un enamorado de los fierros y lo dejó muy en claro: «Para mí la satisfacción del día a día es poder volver al taller, para pensar proyectos nuevos y pensar a futuro en ganar un campeonato más».
Si bien Agustín tiene cuatro campeonatos ganados, la dupla Cruzzetti-Alberto Canapino tiene once campeonatos ganados en Turismo Carretera (con diferentes pilotos) y otros tanto de Cross Country.}
«Nos llena de orgullo que los autos que hemos armado hayan llegado a lograr las mejores metas. Hoy la tecnología está en todo, incluido el desarrollo de los autos, tanto en los chasis como en los motores. Habiéndome capacitado en el estudio de la electrónica y de la mecánica tengo una ventaja relativa para seguir de cerca el avance de la tecnología. Pasan los años y uno tiene que tratar de no quedarse atrás, porque los cambios se suceden muy rápido y hay que estar al 100% en el manejo de la tecnología para poder optimizar los tiempos de trabajo y las variables del auto. Es el paradigma nuevo que hay que trabajar para hacer que un auto de carrera sea competitivo y estable durante todo el año», comentó.
Si bien el 2019 no había arrancado bien para el Chevrolet de Canapino, se trabajó fuettemente para poner un auto nuevo en pista y, a partir de ahí, llegaron los resultados. «Desde la primera carrera el auto fue muy competitivo. Agustín estaba confiado que tenía una herramienta para ilusionarse con el campeonato. Lo importante es que el auto funcionó bien. Si no está el potencial del auto, es muy difícil que lo demás aparezca. Se fue dando, se llegó a la última carrera dominando la copa de oro. Fue una última carrera en la que se empezó con cierta zozobra, pero a mitad de carrera se abrió el panorama y se completó el objetivo del campeonato. Fue un gran campeonato logrado, un gran trabajo en equipo para revertir una situación inicial realmente mala», señaló.
Preparando todo para el campeonato 2020
«Muchos piensan en sus vacaciones, pero nosotros estamos en los talleres, cerrando presupuestos y proyectos, pensando en la primera carrera del año que se viene muy rápido (el campeonato empieza en febrero)», expuso Cruzzetti.
Y agregó: «Al auto hay que hacerle un service importante, y un desarme total. Para nosotros es una época bastante agitada».
Pero no solamente está trabajando en el auto de Agustín, sino que también preparará el Chevrolet de Norberto Fontana: «tenemos un nuevo desafío de trabajar junto a Norberto en el Turismo Carretera. Mi actividad es frenética para poder llegar bien al mes de febrero. Estamos trabajando el auto de cara al campeonato», concluyó.