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domingo, noviembre 3, 2024

Marta Gómez: «La única manera de combatir este virus es con educación y haciendo las cosas como corresponde»

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En el día del bioquímico, que se recuerda cada 15 de junio, ACTUALIDAD dialogó con Marta Gómez de Demarchi. En un año tan particular en el marco del COVID-19, la profesional sostuvo que «todo el equipo de salud está haciendo un esfuerzo inmenso para cuidarlos», por lo que pidió a los vecinos de la comunidad que sean responsables en su accionar. «La gente no tiene conciencia de los cuidados que debe tener», dijo

 

Marta Gómez de Demarchi es boquímica desde hace 35 años. Llegó a General Villegas desde su Córdoba natal en el año 1984 para trabajar en el Hospital municipal, donde aún ejerce su profesión; y en 1985 comenzó la tarea en simultáneo de manera privada.

De bajo perfil, Marta dialogó con ACTUALIDAD sobre la tarea que «poco se ve» en salud, en un trabajo de equipo junto a médicos y enfermeras, sobre todo teniendo en cuenta esta situación de pandemia actual en la que todos estamos inmersos.

En esa fecha en particular que se conmemoró ayer, 15 de junio, la profesional comenzó diciendo que para ellos es un día más, sin festejos, aunque de todos modos reconoció que «uno se pone a pensar y hace balances internos de todo lo que ha sido nuestra profesión en tantos años».

Con 35 años de profesión, ¿qué le dice ese balance?

Creo que si uno retrocede en el tiempo y se pone a hacer historia luego de tantos años, me doy cuenta que realmente mi profesión a mí me hizo muy feliz, porque siempre quise hacer esto, siempre le puse mi mayor empeño; y me doy cuenta que luego de tantos años, sigo poniéndole la misma energía, las mismas ganas. Siempre estoy generando cosas para mejorar, trabajando, interactuando con los equipos de salud. Me hizo muy feliz, al margen de un montón de cuestiones que tienen que ver con lo económico o con que las cosas a veces no salen como uno quiere. Es una hermosa profesión, que te genera alegrías. Uno siempre trabaja en un equipo y muchas veces el trabajo del bioquímico no se ve. Nunca me arrepiento de haber elegido esto.

¿Qué hace un bioquímico?, porque son muchas sus funciones.

Es una profesión muy amplia y quizás la gente no lo sabe. El bioquímico trabaja en un equipo multidisciplinario. Junto con el médico y todos los servicios intermedios, hacen al diagnóstico de un paciente. Contribuimos para eso. Es una tarea que no se ve, pero es uno de los pilares fundamentales, porque le da herramientas al médico para ayudarse, junto con lo clínico, a hacer un diagnóstico.

Una tarea que, en medio de este coronavirus, también asume riesgos diarios…

Totalmente. Nosotros trabajamos a la par del médico y de todos los servicios de diagnóstico por imágenes. Es un equipo de trabajo que corre riesgos, todos estamos inmersos en un contexto complicado.

¿Y cómo se trabaja en cuanto a la seguridad para cuidarse del COVID-19?

En este sentido estamos bien, porque estamos totalmente protegidos. Tenemos todo lo necesario a nuestra disposición. Y afortunadamente hemos logrado formar equipos de trabajo con los que nos hemos formado y capacitado para protegernos. Nosotros no podemos enfermarnos. Tenemos los mismos miedos que tienen todas las personas, pero tratamos de protegernos lo mejor posible y, por supuesto, trabajamos protocolizados. En eso estamos bien, porque si uno trabaja en conjunto y se forma en equipo, se pueden hacer las cosas bien. Creo que toda el área de salud de Villegas está trabajando bien, consciente de todo lo que está pasando; y realmente estamos bien armados en ese aspecto. No tenemos carencias.

En tantos años de profesión, ¿alguna vez le tocó atravesar una situación al menos similar?

Todos, a nivel mundial, hemos ido aprendiendo en este último tiempo, porque es un virus que no se conocía. Es ir aprendiendo sobre la marcha y capacitándonos. Vamos permanentemente cambiando conductas. En realidad es la primera vez que yo recuerde que estamos tan nerviosos, con tanto miedo. A mí me tocó vivir la Gripe A, pero no tuvo el peso que esto tiene. Este virus ha tenido una conducta que realmente nos ha sorprendido a todos. En 2009 también estuvimos muy atemorizados, pero creo que fue más corto el tiempo, no recuerdo que haya habido tanto temor. Ahora todos estamos con incertidumbre y la gente no tiene conciencia de los cuidados que debe tener. Es la primera vez que estoy preocupada. Quiero pedirle a la gente que tenga conducta y que acepte todas las indicaciones que se están dando. Todo el equipo de salud está haciendo un esfuerzo inmenso para cuidarlos; y hay mucha gente que también está haciendo las cosas como corresponde, que no está pudiendo trabajar y que se está quedando en sus casas. Todos debiéramos hacer lo mismo, porque es de la única forma que vamos a lograr que esta pandemia sea lo más corta posible. Me da mucha cuando veo que hay gente que no usa el barbijo o no respeta el distanciamiento, porque todos deberíamos hacer lo que nos dicen para que el país pueda arrancar de forma normal. La única manera de combatir este virus es con educación y haciendo las cosas como corresponde.

Marta usted llegó en el ’84 para trabajar en el Hospital, donde todavía está. Ha visto muchos cambios a lo largo del tiempo…

Sí, totalmente. Cuando yo vine era el Hospital antiguo. Siempre trabajamos en un lugar muy precario, porque en realidad era viejo. Ahora te puedo decir que trabajamos muy cómodos y muy bien. Los que hemos estado y vivido distintas etapas, estamos disfrutando de este nuevo Hospital. Antes todo era diferente. He visto y he sido testigo de todo lo que ha evolucionado la medicina y el laboratorio. Hoy estamos usando métodos muy sofisticados que en aquella época no existían. Yo soy de la época de hacer todo manual, sentarse en un microscopio y contar glóbulos uno por uno. Hoy tenemos auto analizadores que nos facilitan la tarea. Realmente la evolución ha sido increíble en todo lo que es tecnología.

Esto hace que, los profesionales, estén en permanente capacitación y aprendizaje.

Es la única manera. Uno tiene que estar formándose todo el tiempo. Todo lo que hace a salud es increíble cómo se va modificando y cambiando; y si uno no se pone a la par, no puede trabajar. Hoy por hoy podemos dar una respuesta mucho más fiel y más minuciosa que cuando yo vine. En eso hemos avanzado mucho, para bien, porque se puede hacer un diagnóstico más certero y el médico puede tener su respuesta más rápida. Antes se demoraba mucho porque todo era manual. Te hace feliz sentir que con lo que vos hacés, estás contribuyendo a que un paciente pueda tener su diagnóstico más rápido.

Un año después de comenzar a trabajar en el Hospital, también empezó a hacerlo en lo privado. Hoy, con este contexto de pandemia, ¿cómo es la tarea en lo privado? ¿Ha disminuido la cantidad de pacientes?

Sí, totalmente. Si bien en la parte privada seguimos los mismos protocolos que en la parte pública, la gente tiene mucho temor. Lo que veo en ambas, porque la tendencia es la misma, es que la gente tiene mucho miedo. Y esa persona que se hace un control cada seis meses, no concurre porque tiene miedo. Ha disminuido mucho el trabajo. Lo estamos haciendo con la persona que realmente tiene un problema de salud y está enfermo. Todos estamos temerosos. Es respetable que se cuiden y se queden en sus casas si no tienen necesidad de hacerse un chequeo.

 

Día del bioquímico

El 15 de junio se conmemora en Argentina el Día del Bioquímico porque se recuerda el nacimiento del doctor Juan Antonio Sánchez, quien fue el propulsor de la instauración de una profesión bioquímica con fuertes bases científicas y profesionales.

La fecha fue instituida en una asamblea de la Confederación Bioquímica Argentina, en 1961. Lo que hoy conocemos como bioquímica prácticamente no era ni siquiera nombrada en los inicios del siglo XX, pues se considera que esta ciencia nació con el descubrimiento de la amilasa en 1893. De ahí la tremenda importancia que tuvo la creación en nuestro país del doctorado de Bioquímica y Farmacia en 1919.

Suele sostenerse en el campo médico actual que al menos un 70% de los diagnósticos están basados en algún estudio de laboratorio. Y resulta ya impensable imaginar un equipo de atención de la salud sin la presencia del bioquímico.

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