Santiago Roberto Pablo Zurita está radicado en Chacabuco, pero lleva a Bunge en su corazón porque fue allí donde comenzó a jugar al fútbol.
Hizo las inferiores en Fútbol Club Bunge y fue escalando hasta llegar a cumplir sus sueño: debutar en primera.
«El debut fue contra Cañada Seca. Cuando arranqué en primera siempre fui titular. Me cuidaba y entrenaba. Además, tenía gente buena que me aconsejaba. No se me hizo difícil adaptarme en primera: jugaba más libre, más suelto. En cambio en la tercera me daban de todos lados. Aparte tenía jugadores con experiencia y eso hace las cosas más fáciles», recuerda Zurita en diálogo con OVACIÓN.
En el Tambero jugó de wing izquierdo y marcó 37 goles, ubicándose en el puesto N° 13 de la tabla histórica de goleadores del club. En 1989 salió goleador del campeonato, marcando un total de 24 goles en el año.
En aquella época Zurita compartió equipo con jugadores de la talla de Toledo, Yeregui, Mina, Calderón, Coronel y Barbera, entre otros.
Luego tuvo un paso por Sarmiento, donde llegó a entrenar con el plantel que había logrado ascender a la B. Sin embargo, no le hicieron contrato y se fue a El Porvenir. En el Porve no logró jugar en primera y decidió regresar.
Estuvo en la liga de Venado Tuerto jugando para Matienzo y también en el Club Atlético Argentinos de Chacabuco, localidad donde está radicado. Sin embargo, y a pesar que hace muchos años que se fue, Zurita reconoce que Bunge es su mundo.
«¿Qué es lo más lindo que me dejó el fútbol? Amigos en todos lados», concluye el goleador.