El transportista al que le dio positivo un test rápido de COVID-19 en Buchardo y fue puesto en cuarentena con su familia, está desconforme con la forma en que lo trataron, «como si fuera un delincuente», le dijo a ACTUALIDAD. Tampoco está de acuerdo con que lo hayan llevado a su domicilio, con su familia, y no al Hospital.
Mauricio González es transportista. Hace poco más de 15 días fue interceptado en la provincia de Córdoba, mientras viajaba por su trabajo, y fue sometido a un test rápido de COVID-19 que le dio positivo.
Dada la situación, no pudo continuar su viaje y lo hicieron regresar a su lugar de origen, General Villegas, pasando previo a ello por Coronel Charlone, adonde fue revisado por una médica.
Mauricio está desconforme con el manejo de la situación y con la falta de seguimiento o acompañamiento que hubo después, de parte del Estado, durante la cuarentena que él debió cumplir junto a su familia.
«Me hicieron el test rápido en Buchardo, dio positivo y me mandaron a hacer cuarentena», le dijo a ACTUALIDAD; al tiempo que manifestó su disconformidad por el modo en que fue tratado durante ese proceso.
«Estoy desconforme por la forma en la que a uno lo tratan. A mí me hicieron el test a las 7 menos cuarto de la mañana y me liberaron a las 12 menos cuarto. Me llevaron a Charlone, la doctora me revisó, me dijo que no tenía nada, pero me trajeron y me trataron como si fuera un delincuente», manifestó González.
Agregó que mientras era atendido en la localidad «había dos móviles policiales en la puerta. Después tuve que ir a Piedritas a dejar el camión y las llaves; y no me dejaron acercarme a mi compañero. Le hablaba por autoparlante».
«Yo les pedía que por favor me internaran. No quería volver a mi casa, porque podía infectar a toda mi familia si hubiera tenido coronavirus, esa era mi gran preocupación. Ellos dicen seguir el protocolo, pero me pedían que estuviera solo en una habitación y no tengo comodidad para eso en mi casa. Además tenemos un solo baño que compartimos todos. Yo quería que me internen, al menos unos días, para ver si aparecían síntomas. Deberían haberme llevado al Hospital al menos para hacerme otro test, porque ya sabemos de los falsos positivos», sostuvo.
El transportista comentó además que fue dejado por un móvil policial en su vivienda «y a los veinte minutos apareció otro, con tres policías, para corroborar que ese fuera mi domicilio y yo estuviera ahí. Tanto movimiento para hacer eso y después se olvidaron de nosotros, porque nunca nadie nos llamó para saber de mí ni de mi familia. Se tendrían que haber preocupado un poco más».
Mauricio convive con su esposa y cuatro hijos, de 4, 13, 15 y 19 años de edad. «A mí lo que me cae mal y me pregunto, para qué tanto lío para después olvidarse como se olvidaron. Nadie, en ningún momento, llamó a mi casa», expresó.
"Los cuidados son estrictos"
Según comentó, el control con test rápidos se hace sólo en la provincia de Córdoba. «En otros lugares no pasa absolutamente nada», dijo.
Aseguró que los cuidados como transportista son muy estrictos, «porque sabemos como es todo. Yo me llevo comida de casa, trato de no bajarme del camión, en los puertos sólo permiten que bajemos para destapar y tapar; y tratamos de no parar en ningún pueblo… Todos nos cuidamos», concluyó.