Se trata de Sergio Staffieri kinesiólogo terapista oriundo de General Villegas que vive en Capital Federal y trabaja en la clínica Remeo Center de Pilar, en la terapia intensiva del hospital «Dr Abete» de Malvinas Argentinas y en la terapia intensiva del hospital Ramón Carrillo de Ciudadela.
Desde que comenzó esta pandemia Sergio convivió con el coronavirus. Cada día es una batalla y el villeguense está en la trinchera: su tarea como especialista en terapia intensiva y en cuidados respiratorios críticos es atender a los pacientes con COVID que están internados con asistencia mecánica ventilatoria.
Como le ha sucedido a cientos de médicos, enfermeras y personal de salud, Sergio no pudo evitar contagiarse de este virus que tiene a maltraer al mundo entero. Afortunadamente le dieron el alta epidemiológica por lo que ya tiene la certeza no solo de que no está enfermo, sino de que ya no puede contagiar a nadie.
«Después de pasar este momento feo, la verdad que respiro profundamente. Empezó como un leve resfrío que se fue haciendo una gripe. Empezaron los dolores corporales. Me hisopé un sábado en el Hospital Británico y el domingo me dieron el resultado positivo. No se lo deseo a nadie. Tuve un COVID leve, pero los dolores corporales no son como los de una gripe común, es un dolor muy fuerte, articular, difícil de explicar. Tuve fiebre de 38 grados o a veces más. Por suerte no contraje los síntomas respiratorios. Tengo compañeros que están internados muy graves, con asistencia ventilatoria mecánica, con neumonía y luchando por sus vidas. Yo no tuve neumonía. Ese era mi miedo. Te pasan mil cosas por la cabeza. Ahora estoy bien y ya tengo el alta epidemiológica. Las únicas secuelas que me quedaron es que si camino un poco me agito y no recuperé el 100% del olfato», comentó Staffieri en diálogo con Edgardo Bonetto.
Y agregó: «Estuve en mi casa, controlado y atento a las pautas de alerta, con mucho miedo, se te vienen muchas cosas a la cabeza por lo que ves todos los días. Ya tenía una cama guardada en el Británico por si las dudas. Por suerte el lunes empezaré a trabajar normalmente. Por ahora solamente descanso».
El mensaje de Sergio Staffieri
«El problema es más grave de lo que se ve en los medios. Hay más del 60% de ocupación de camas. Yo lo viví desde adentro: había días que se tenía que morir gente para que haya un lugar en la terapia. Hay mucha gente contagiada. Es muy feo, muy estresante vivirlo desde adentro. Tengo compañeros que han perdido la vida, compañeros a los que me toca atenderlos. La gente no entiende eso. Yo veo que la gente anda tomando café, con la nariz fuera del barbijo, de joda. Eso da mucha impotencia. Mientras tanto el personal de salud está trabajando el doble, expuesto a estrés y a horas sin dormir. Que la gente tome consciencia y se cuide», se despidió.