Desde el Área Corazón y Mujer del Distrito Oeste (Provincia de Buenos Aires) de la Sociedad Argentina de Cardiología se ha puesto en marcha una encuesta de percepción, conocimiento y conducta en prevención de enfermedades cardiovasculares en la mujer. La cardióloga Alejandra Avalos invitó a todas las mujeres a completar el cuestionario.
El objetivo es obtener la mayor cantidad de datos para poder trabajar en prevención primaria de la salud. La encuesta es anónima y lleva muy poco tiempo completarla. Aquellas que quieran completarla deberán ingresar al siguiente link: https://forms.gle/bzYpTSN8V6qFy6MH9
El cuestionario no es demográfico (es decir que no se interroga sobre el nivel educativo alcanzado o el ingreso económico). Las preguntas están relacionadas con aspectos vinculados con edad, medidas corporales, tensión arterial, colesterol en sangre, hábitos y distintos factores que intervienen en la salud cardiológica de las mujeres.
«Esta encuesta viene de la Sociedad Argentina de Cardiología de la región oeste. Estamos intentando recabar datos para poder trabajar mejor y conocer los números de nuestro partido. Nos parecía interesante para tener un punto de partida y trabajar en prevención porque los números siguen siendo angustiantes con respecto a la desinformación», explicó la cardióloga villeguense Alejandra Avalos.
«Es rápida, corta y anónima. Se incluyen los factores psicosociales: nivel de irritabilidad, si tenemos trastornos para dormir, si nos sentimos con preocupación permanente. Todas esas pautas deben incluirse en la historia clínica de la mujer porque está comprobado que los factores psicosociales generan eventos cardiovasculares. El objetivo de esta encuesta es presentar los resultados para el mes que viene, que es el mes de la mujer, y a partir de ahí realizar actividades de prevención, de difusión y de información», añadió la profesional de la salud.
Durante el año pasado los números fueron desalentadores por dos motivos: en primer lugar porque la mujer se vio sobrecargada de trabajo y responsabilidades en la cuarentena, lo que le generó más estrés; y en segundo porque los controles rutinarios quedaron relegados.
«Por una cuestión filosófica, generacional e histórica la mujer se vio más sobrecargada el año pasado. Tuvo que ocuparse de sus hogares, de sus hijos, de acompañar en las tareas escolares, de sus adultos mayores, de colaborar con la dinámica de otros familiares para cuidarlos de esta pandemia. Eso generó una sobrecarga emocional y física. Generó mucha ansiedad y eso llevó a que se comiera diferente. También hubo más consumo de alcohol. Todo eso llevó a que hubiera más hipertensión, triglicéridos, hubo más estrés emocional, más quiebres, más ataques de pánico, más tendencia a la depresión y más eventos cardiovasculares», detalló Avalos.
Y agregó: «Los números del año pasado nos dicen que hubo ausencia de control y las patologías cardiovasculares son patologías que se pueden prevenir. Por eso uno insiste en la prevención primaria, sobre todo en lugares donde estamos distantes de los centros de mayor complejidad. Tenemos que seguir trabajando en informar porque en lo que se trata de presión arterial todavía hay un hueco enorme».
Más de 1.000 mujeres de todo el distrito ya completaron la encuesta.
«Queremos mostrarles cuáles son las cosas de las que hay que tener registro. Muchas no saben qué presión manejan, o qué colesterol tienen, o desconocen las medidas de su cuerpo, o no tienen en claro si tienen alguna patología autoinmune. Toda esa desinformación o desconocimiento no tiene que ver con un nivel sociocultural, sino que tiene que ver con que no hemos sabido transmitir de manera eficiente la información para que la mujer tenga su control cardiovascular anual. No hemos sabido transmitir lo que la mujer debe saber: qué medidas debe controlar; que la presión no tiene que ver solamente con la sal que consume sino también con los cambios hormonales; que la menopausia es un momento fundamental para empezar a hacer controles más fuertes porque la pérdida de estrógeno hace que la persona y los colesteroles se modifiquen, al igual que los cambios conductuales, con más irritabilidad y más tendencia a la depresión. Todo eso se puede resolver, no hay que dejar libradas al azar esas cuestiones porque las podemos mejorar y cambiar la historia», señaló.
El objetivo es tener los datos para el mes de marzo (mes de la Mujer) y así poder comenzar a implementar algunas actividades vinculadas con la prevención.
«En el inconsciente de muchas personas es mejor no saber de estas patologías porque asusta la idea de morir. Además, la enfermedad cardiológica no tiene en el inconsciente colectivo el revestimiento que tiene, por ejemplo, la patología oncológica, que está relacionada con mayor sufrimiento. En ese sentido las mujeres nunca se saltean su control ginecológico. Pero la mayor causa de mortalidad o internaciones en la mujer son por insuficiencias cardíacas, por caridiopatías isquémicas, por fibrilación auricular y no por patologías oncológicas. Una de las preguntas es ‘¿Cuál cree que es la causa de mayor mortalidad en la mujer» y ponen cáncer de mama o útero en un 50%, mientras que solo un 27% pone enfermedad cardiovascular. Todavía esa información no está clara y ése es el objetivo de esta encuesta», concluyó Avalos.