Así lo definió el propio secretario de Seguridad, Fabio Zaratiegui, quien se caracteriza por ser muy autocrítico. El 31 de julio dejará de ser funcionario municipal.
En diálogo con FM Actualidad, Zaratiegui dejó en claro que la decisión de renunciar al cargo de secretario de Seguridad responde pura y exclusivamente a «motivos personales y de familia».
«Lo venía manejando desde hace un tiempo. Pero surgió esta lamentable situación de pandemia que se empeoró y no daba para dejar el lugar en ese momento. No era noble. Por lo tanto correspondía seguir hasta tanto mejoraran un poco las cosas. Si se mantuviera esta situación en la que estamos, seguramente el 31 de julio sería mi último día como secretario», explicó.
Zaratiegui está radicado en Pehuajó y el tema de las distancias es un factor clave y desencadenante en su determinación de de alejarse del cargo. «Cuando estoy en Villegas parte de mi cabeza está en mi casa; y cuando estoy en mi casa parte de mi cabeza piensa qué pasa en Villegas. Eso hace que se genere una intranquilidad permanente. Ya he cumplido un ciclo, ya son 35 años dedicados a la función pública y ya es suficiente. Hay que dejar el espacio para que me reemplace alguien que pueda hacer mejor las cosas», reflexionó.
El actual secretario de Seguridad dijo haberse sentido respaldado un 100% en todo momento.
«Hay muchas cosas para hacer, pero la deuda que me queda pendiente es el tránsito. Es lo que me hubiera gustado corregir. Hoy por hoy el tránsito es el reclamo de la sociedad. Se están acrecentando un poco los robos en las viviendas, pero en lo que es tránsito hay reclamos permanentes desde el primer día. La pandemia nos afectó porque no disponíamos de los recursos humanos necesarios. Se hizo lo que se pudo con lo que teníamos», argumentó.
Zaratiegui reconoció que uno de los principales problemas en lo que refiere a tránsito son las motos que hacen cortes o corren picadas. «Las motitos que corren por las noches son otra pandemia porque están en todos lados. He podido observar el crecimiento del parque ciclomotor en General Villegas, lo cual no es necesariamente malo; lo malo es que hay personas que usan esas motos de manera irresponsable. Nosotros no podemos perseguir a las motos, porque no es un delito, es una falta. Es una cuestión de legislación. Habría que empezar a modificar el código de faltas, el código de procedimiento penal. Tendría que dejar de ser una simple falta. Lo ideal sería el secuestro del moto vehículo para que no vuelva a salir a la calle», finalizó Zaratiegui.
El intendente Eduardo Campana tiene tiempo hasta finales de este mes para pensar en un eventual sucesor. ¿Podrá ser alguien de la gestión? ¿O se sumará una cara nueva?