Desde el Centro Provincial de Atención de Adicciones (CPA) de General Villegas, las profesionales Silvia Lamadrid y Giuliana Bravo se refieren en esta nota al abordaje de problemáticas de Salud Mental y Adicciones, tema del que se viene hablando en los medios de comunicación a partir de la situación del cantante «Chano».
«Queremos dar a conocer nuestra postura acerca de la situación de público conocimiento que está atravesando el cantante «Chano» Moreno Charpentier, la cual visibiliza los diferentes sucesos de violencia institucional perpetrados por las fuerzas de seguridad frente a personas que atraviesan problemáticas de salud mental», manifiestan.
Y continúan, textualmente:
«Nos hacemos eco de la noticia repetida que vemos en todos los canales y diferentes medios de comunicación, para aclarar algunos puntos, para darle la seriedad que la situación requiere así como para no banalizar más diagnósticos y tratamientos.
Las personas que padecen consumos problemáticos son personas que, valga la redundancia, padecen una enfermedad llamada dependencia a las sustancias psicoactivas. No es un capricho, es una enfermedad. No dejan de consumir porque NO pueden, no es que no quieren. ¿O acaso creen que alguna persona quiere destruir su vida o la su familia?. Por tal motivo no es una elección consciente.
Lo anteriormente mencionado es una aclaración para poder detener las prácticas discriminatorias y estigmatizantes y comprender que las personas que padecen consumos problemáticos no son malas personas, ni son delincuentes ni psicóticos por el hecho de consumir sustancias psicoactivas (drogas).
La Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657 promueve el cierre de los hospitales monovalentes y su sustitución por una red articulada de dispositivos comunitarios, con el objetivo de alcanzar un acceso universal y equitativo para el cuidado de la salud mental de toda la población y para contar con estrategias respetuosas de los Derechos Humanos para las personas que atraviesan alguna problemática de salud mental.
Los tratamientos ambulatorios para las personas que padecen consumos problemáticos son largos, como lo son todos los tratamientos por otras problemáticas de salud mental, incluso de aquellas enfermedades que comprometen la salud física u orgánica que son consideradas como “serias”. Durante este proceso el apoyo de la familia es fundamental, ya que la persona que padece consumos problemáticos de sustancias no inicia su consumo patológico de un día para el otro ni por motivos superficiales, por lo que es prioritario hacer un abordaje conjunto de paciente y familia.
La Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657 sostiene a su vez que la internación de personas que padecen consumos problemáticos de sustancias debe ser una excepción sólo aplicable a situaciones en que existe riesgo para esas personas o para terceros, NO se interna ni debe internarse por el sólo hecho de consumir sustancias psicoactivas.
Al dar el alta de la internación a una persona que padece consumo problemático de sustancias se inicia un proceso terapéutico de inserción, seguimiento y acompañamiento tanto de esa persona como de su familia y comunidad.
Además consideramos importante aclarar que a la Ley se suman protocolos para el abordaje de situaciones de crisis y también protocolos destinados a las intervenciones de las fuerzas de seguridad cuando éstas son necesarias. En el año 2013 se aprobó la Resolución 506/2013 del Ministerio de Seguridad de la Nación: “Pautas para la Intervención de los Cuerpos Policiales y Fuerzas de Seguridad, con el objeto de preservar la seguridad en situaciones que involucran a personas con presunto padecimiento mental o en situación de consumo problemático de sustancias en riesgo inminente para sí o para terceros”.
Dejamos a continuación el link donde pueden encontrarlo https://drive.google.com/file/d/1g5JedRI7g9FWfvDtP-2rf1jvonWBy6eY/view.
Leerán que indica claramente una modalidad de intervención respetuosa de los derechos de las personas con padecimiento mental.
Las personas que padecen consumos problemáticos de sustancias, como todas las personas que padecen problemáticas de salud mental, deben ser resguardados por la sociedad civil y por las fuerzas de seguridad, conociendo y accionando de acuerdo a los protocolos, ya que, la respuesta frente a un malestar subjetivo, un padecimiento psíquico o una crisis en salud mental no puede ser la violencia. Debemos trabajar para garantizar condiciones de vida en comunidad y en igualdad».