Sin lugar a dudas es el partido que todos quieren ganar, el que más se festeja, el que más se disfruta y también el que más se sufre. Así fue antes, es hoy y lo seguirá siendo mañana.
Mucha emoción y adrenalina contenida. La pandemia potenció a todos, los de adentro y los de afuera. Demasiado tiempo sin poder gritar un gol, pero finamente llegó el día del regreso de la gente a las canchas.
Por eso se vivió una auténtica fiesta, más allá del deslucido partido que vimos, sobre todo en los segundos cuarenta y cinco minutos,
La estadística, esa herramienta tan valorada, donde se obtienen muchas explicaciones, en todos los órdenes de la vida, no mienten.
Desde el año 1971 cuando se creó nuestra liga se enfrentaron en 114 oportunidades, con 50 triunfos de Atlético, 26 de Eclipse y 38 empates. La gente de “La Academia” tiene motivos más que suficientes para festejar, suma una victoria más y los más fanáticos agregan, si tomamos desde el primer enfrentamiento en 1925 la diferencia es aún mayor.
Inflan el pecho y hacen alarde de esa carta de presentación. Lógicamente, después se enfrentan con la realidad, que puede reverdecer los laureles o marchitarlos, aunque sea por un día.
Precisamente esa realidad de unos y otros era totalmente diferente. Eclipse entonado y motivado por sus dos victorias consecutivas en el inicio. Atlético desconcertado y preocupado por sus dos derrotas anteriores.
De cualquier manera, era una incógnita que podía pasar y los pronósticos previos cayeron en saco roto. Atlético festejó a rabiar y Eclipse, favorito, se fue masticando bronca.
Apoteótico recibimiento a ambos equipos cuando ingresaron a la cancha, una verdadera fiesta del fútbol se vivió el domingo.
Empezó con todo el clásico, una “Maquinita” a todo vapor, cuando transcurrían apenas tres minutos de juego, Barreto sacó un bombazo de media distancia, sorprendió a todos, incluso al arquero Gatusso que tuvo que esforzarse y en una enorme intervención desvió la pelota al córner.
Rápidamente respondió Atlético, una estocada de Fragolini para Ramiro Díaz, buen remate de éste que se fue apenas desviado.
Aparecía en escena Benjamín Fragolini (ex Eclipse) y se convertía en una verdadera pesadilla para cualquiera que se opusiera en su camino.
El local trataba mejor la pelota, se veía un equipo mas compacto. Violento zurdazo de Malmoris sin dirección.
Buena combinación entre Cano y Martínez pero el oportuno cruce de J.M. Bazán evitó una jugada de mucho riesgo.
Se fue lesionado Barreto, lo reemplazó Alarcón. Eclipse era más que su rival. Tiro libre en el vértice del área grande, gran ejecución de Rivero y el balón lo devolvió el travesaño.
Fragolini estaba muy inspirado, su remate lo alcanzó a manotear Muñoz y por poco no llegó Ramiro Díaz a conectar la pelota a la red.
El partido ganaba en intensidad. Nadie escatimaba suela, demasiadas fricciones, el juez Membredes permanentemente metía su mano al bolsillo para amonestar a alguien.
El tiro libre de Martínez no trajo consecuencias, y por el otro sector Fragolini seguía “dibujando” y dejaba rivales totalmente desairados.
Tras dejar en el camino a Videla, gran centro desde la izquierda de Ramiro Díaz, la “palomita” de Ubilla para desviar la trayectoria de la pelota y batir a Muñoz. 1 a 0.
Durísimo golpe de KO para Eclipse, un equipo que quedó sentido para el resto del partido. No pudo asimilar nunca ese gol. Se lo vio muy nervioso y dubitativo.
A pesar de eso, en el final del primer período tuvo otra chance. Un pelotazo a Martínez, que enfrentó a Gatusso, pero él arquero le tiró toda la experiencia y el oficio encima y obligó al hombre de América a intentar una gambeta larga y la pelota se le fue por la última línea.
Imaginábamos un segundo tiempo vibrante, emotivo. Lamentablemente nos equivocamos, porque no fue así.
Vimos un equipo de Eclipse desdibujado, inconexo, muy distinto al de la primera etapa. Solo voluntad, pero con eso no le alcanzaba. También es cierto que Atlético se agrupó bien, una defensa muy firme, crecieron Rosales y Juan Cruz Bazán en el medio.
Fragolini siguió siendo el mejor de todos, y Ramiro Díaz también tuvo una buena tarde.
En Eclipse, el oficio de Piñero, la experiencia de Videla, el despliegue de Rocca, algunas apariciones de Martínez y no mucho más.
Primeros veinte minutos para el olvido, donde no pasaba absolutamente nada. Le costaba muchísimo al local hilvanar una jugada de riesgo. Atlético hacía su gran negocio, corrían los minutos, y viendo la impotencia de su rival apostaba al contragolpe.
Pudo liquidar el pleito de contra “La Academia” cuando J. C. Bazán asitió a Díaz pero el pase para la definición de Ubilla fue defectuoso.
Respondió bien Muñoz ante el tiro libre de Juan M. Bazán. En el minuto 44 el cabezazo de Giménez llegó a la red, pero estaba todo invalidado por posición prohibida del defensor local.
En la última del encuentro Delgado la peleó, la guapeó entre Videla y el arquero y estuvo muy cerca de darle otra alegría a su equipo.
Eclipse tendrá que replantearse algunas cuestiones, no perder la calma en los momentos complicados, tiene con qué y seguramente llegará la recuperación muy pronto.
Atlético renació de las cenizas, seguramente será un punto de inflexión el valioso triunfo obtenido y la aparición de Fragolini ilusiona a todos.
Román Alustiza
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Eclipse 0
Agustín Muñoz, Ignacio Videla, José Barreto, Matías Piñero, Ezequiel Rocca, Nicolás Giménez, Maximiliano Rivero, Maximiliano Cano, Juan Cruz Martínez, Matías Rodríguez y Alberto Malmoris. DT: Cristian Villagra. Suplentes: Miguel Pérez, Martín Alarcón, Agustín Verdugo, Luciano Mateo, Ceferino Acuña y Neri Aliendro.
Atlético Villegas 1 (Alejandro Ubilla)
Matías Gatusso, Joaquín Mendieta, Juan Manuel Bazán, Amadeo Moreno, Mario Rosales, Joaquín Ferela, Nicolás Díaz, Juan Cruz Bazán, Alejandro Ubilla, Benjamín Fragolini y Ramiro Díaz. DT: Omar Coria. Suplentes: Gustavo Caminos, Guido Panadeiro, Matías Herrera, Luciano Sosa, Federico Delgado y Juan Ignacio Álvarez.
Árbitro: Carlos Membredes
