Cecilia Bernal es profesora de yoga, trabaja en astrología y habló con ACTUALIDAD de lo que el eclipse lunar de este viernes por la madrugada nos trajo a cada uno. «Es un lindo momento para seguir haciendo introspección», comenzó la charla Cecilia.
¿La introspección, más aún teniendo en cuenta la pandemia, es lo que se viene?
Yo creo que sí. El eclipse fue de la Luna en Tauro, porque el sol está en Escorpio; y plantea una transformación, para poder ser una mejor versión y no estancarnos en definiciones que nos mantienen en una zona de confort ilusoria. Estamos manteniendo el planeta tierra de una manera que no se va a seguir sosteniendo por mucho más tiempo, si seguimos igual. Entonces, me parecen importantes estos momentos como el del eclipse de luna, que tiene que ver con lo emocional desde ese lugar que nos mantiene como anclas, sosteniendo estructuras que ya no nos definen. Muchas veces seguimos describiéndonos desde formatos viejos, cuando la propuesta es cambiar. Si empezamos a compartir espacios – ahora que se puede- de la misma manera, no aprendimos nada. Es como no incorporar lo nuevo. Lo que pasa que el ser humano quiere cambiar sin que algo muera, no queremos pasar por ese dolor o sufrimiento. Tenemos esa idea ilusoria de que todo es rosa. Hay que conectarse por ejemplo con el placer de las cosas simples que uno antes daba por hecho, como encontrarse a tomar mates con amigos. La pandemia nos dijo que no lo podemos dar por hecho, porque no lo pudimos hacer. Ahora que podemos, no nos distraigamos con el consumismo, el materialismo, que nos aleja de lo que es la Luna, que tiene que ver con las emociones.
¿Qué tipo de efectos provoca en las personas este fenómeno?
El registro es bien individual. Cada uno está haciendo un proceso y estos movimientos nos hacen volvernos a mirar y ver qué cambios necesitamos hacer. En principio no podemos negar que todos los movimientos que tienen que ver con las fases de la luna producen cambios. Nosotros somos en un gran porcentaje agua, ¿cómo no vamos a estar influenciados por cambios en el cielo?. Lo que nos propone Tauro es encarnar la espiritualidad, los principios que venimos trabajando y que eso se vea en el mundo. A mí me gusta la frase de Gandhi que dice: «Seamos el cambio que queremos ver en el mundo». Seamos parte de ese cambio de conciencia. Afortunadamente ahora hay un montón de gente que está metida en el cambio, pero sabemos que no es fácil. Hay que aprender un modelo de cómo vivíamos; y empezar a encarnar y hacernos propio ese cambio. Tenemos que dejar de sentirnos víctimas, porque eso no nos va a conectar con la luz. Solamente pensamos que vamos a poder disfrutar de la vida si no hay conflicto; y esto es continuamente cambio. No podés contactar con el disfrute de estar vivo sino soltás toda esta narrativa que nos aferra al dolor, que es zona de confort. No sabemos disfrutar la vida. Hay que ir haciendo pequeños cambios que nos lleven a un lugar más placentero de vivir, tal vez con el dolor de tener que soltar algunas cosas, pero que en algún momento se termina. Lo convertimos en dolor sosteniendo situaciones dolorosas, energías que ya están muertas. Para conectarme en la vida hay cosas que tenemos que dejar morir y a veces no estamos dispuestos.
Hay gente que no cree en las energías…
Convencer a alguien es un camino frustrante. A todos les propongo ser honestos con cada uno, con lo que te resuena a vos. Si es el tema de las energías, si ves que cuando limpiás tu casa o prendés un sahumerio hay algo que va cambiando; cuando caminás por la naturaleza y algo se transforma, buenísimo. No nos condicionemos con las palabras, que no nos limiten. A veces pensamos que meditar es el camino, pero puede haber un montón de formas, tejer por ejemplo, cocinar, caminar, sentarme y escuchar un mantra, el silencio… Nosotros le ponemos el contenido. Hay que respetar que todos somos individuos y que somos distintos, que el proceso va a ser diferente y podemos pensar diferente.
Se aproximan las Fiestas, esto generalmente también nos hace tambalear desde lo emocional…
Sí, seguramente en algunas casas va a ser fuerte, porque fue un año muy fuerte. Y a algunas personas les ha tocado atravesarlo de una manera difícil desde lo familiar. Todo color de rosa no existe. Hay luz y hay oscuridad. Cuánto yo me quede parada en la oscuridad o en la luz, va a ser una elección. Cuando uno está atravesando un proceso de duelo es doloroso y no se puede negar. Creo que hay nuevamente un eclipse solar el 4 de diciembre y la propuesta es encontrarle un sentido a la vida, un para qué. Esa pregunta nos puede poner una luz en esos túneles que la vida nos coloca delante nuestro, pero que en algún momento nos va a iluminar. No sabemos cuanto tiempo vamos a estar, pero podemos empezar a disfrutar y agradecer cada momento de la vida, que estamos vivos…