En la apertura de sesiones legislativas, Eduardo Campana, hizo mención en su discurso al “derecho de los Municipios bonaerenses a ejercer su autonomía”, remarcando el anacronismo de la Ley Orgánica de Municipalidades y el futuro trabajo conjunto con distritos vecinos en pos de la autonomía. Sin lugar a dudas es el pronunciamiento público más importante no solamente del discurso, sino de las últimas décadas desde un ejecutivo.
Los municipios y localidades de la provincia de Buenos Aires, tienen una legislación atrasada e inconstitucional, que no permite las autonomías locales. Desde la reforma constitucional de 1994, la provincia, incumple el Artículo 5 y 123 de la Constitución Nacional, los cuales obligan a todas las provincias a “modificar sus constituciones y garantizar las autonomías municipales”. La mencionada Ley Orgánica de Municipalidades que rige desde el año 1958, tampoco se cambió con la reforma constitucional del ‘94, para que los municipios pudieran dictar sus propias cartas orgánicas. Esta pérdida de soberanías locales, solo la viven tres provincias argentinas, pero en Buenos Aires es mucho más grave por la organización territorial en partidos, por la desigualdad poblacional, por la diversidad geográfica y por el centralismo político del conurbano.
No obstante, en la meritoria voluntad discursiva del Intendente, hay una ausencia de gestiones previas y comprometidas que encaminen hacia la autonomía municipal. Lo primordial sería poner el tema en agenda pública. Nunca, desde el ámbito político oficialista y mucho menos opositor, se han elaborado propuestas, normativas o planteado ideas que conduzcan a la autonomía. Solo una minuta de adhesión desde el bloque de concejales oficialistas, a un proyecto de ley provincial, para reformar la constitución. Impulsado por legisladores de su mismo espectro político en el año 2020, que hasta el año anterior (2019) los mismos legisladores, tenían el control del ejecutivo y legislativo para llevar adelante dicha reforma.
La autonomía municipal se funda en la raigambre federativa que va más allá de una justa distribución de recursos financieros a los distritos, y contempla sobre todo la libertad política de las comunidades. Es decir, la potestad de cada vecino, en la toma de decisiones sobre los destinos colectivos del lugar que habita. En estos dos aspectos, económico y político, es mucho lo que se puede hacer desde el ámbito municipal, sin la necesidad, aun de una reforma constitucional. Existen municipios bonaerenses, gobernados por diferentes opciones electorales, que han implementado ejercicios de democracia semidirecta, que ayudan al desarrollo autónomo de sus poblaciones, como: las consultas públicas sobre las problemáticas locales; los presupuestos participativos para que los vecinos decidan sobre la utilización de un porcentaje de los fondos del municipio; las comisiones asesoras para que las localidades tengan cuerpos deliberativos; la democratización de la designación de delegados votados por sus pares. Son algunos instrumentos simples, dentro de los marcos de la administración del Estado Municipal, que solo requieren determinación política para ponerlos en práctica.
Estas iniciativas y/o proyectos que sirven de base pedagógica, para el posterior ejercicio de la autonomía plena, las hemos plasmado en la plataforma legislativa de Acción Vecinal de las pasadas elecciones, y algunas de ellas previamente les hemos dado formato de ordenanza o decreto para ser consensuados y puestos en funcionamiento. Todos ellos duermen en los despachos de comisión del concejo deliberante o en mesa de entrada del ejecutivo.
Por último, el Intendente plantea un trabajo conjunto con otros distritos, labor sin dudas necesaria para que la problemática sobre las autonomías se instale a nivel provincial. Aunque, General Villegas tendría que ponerse en esa consonancia, a la par de Rivadavia, General Viamonte o Castelli, que ya han hecho presentaciones en la Corte Suprema de Justicia de la Nación y los máximos Tribunales Provinciales, con trabajos encomiables sobre jurisprudencia municipal, como así también han empezado con los foros y tareas legislativas para elaborar sus propias cartas orgánicas.
Como dice el reconocido constitucionalista, Antonio María Hernández, “el gran problema argentino es la provincia de Buenos Aires y su centralismo”. Que una tibia chispa se comience a encender en el interior bonaerense, es motivo para trabajo conjunto y sostenido de todos los actores políticos del distrito.
* Mariana Lucero es abogada y Licenciada en Comunicación Social. Además, preside Acción Vecinal Villegas, presente en la últimas elecciones legislativas y en las cuales fue candidata a concejal en primer término. También es miembro de la Asociación Provincial por el Reconocimiento de Nuevos Municipios.