La empresa de capitales nacionales y con sede central en Carlos Casares anunció un plan de inversiones de 3 millones de dólares para 2022, destinados a la ampliación de sus negocios en áreas de influencia y maximizar la eficiencia y operatividad de sus plantas.
“Estamos encarando inversiones por 3 millones de dólares en Pehuajó, Coronel Suárez y 9 de Julio. Somos una empresa 100% nacional, invertimos en nuestro país y buscamos seguir creciendo en la Argentina”, destacó Carlos Borla, presidente de Tomás Hnos. en la inauguración de la Primera Jornada de Actualización Tomás, realizada en Carlos Casares.
Del total de las inversiones, 700 mil dólares se destinarán al nuevo Centro de Multiservicios en 9 de Julio, donde “estamos terminando las obras de un galpón de 1200 metros cuadrados, una oficina comercial, balanza, depósito de fertilizantes y combustibles”, especificó Yari Murature, subgerente general de Tomás.
Otros 300 mil dólares se están invirtiendo en la ampliación del Centro de Multiservicios de Coronel Suárez, “donde estamos construyendo un nuevo galpón de insumos de 1200 metros, el que se suma al galpón existente de la misma capacidad, para el depósito y distribución de fitosanitarios en la región”, agregó.
Los 2 millones de dólares restantes están destinados al reemplazo de una celda de granos en Pehuajó por dos silos de 6 mil toneladas cada uno, con sistema de carga y descarga para agilizar la operación de la planta. “El objetivo es reemplazar una celda por dos silos que nos va a generar una aumento en la eficiencia y en la operatividad de toda la planta, mejorando las condiciones de recibo, principalmente de maíz que pasó a tener un rol preponderante en la zona”, especificó Borla.
Mercados y geopolítica
La primer Jornada de Actualización Tomás 2022 reunió a más de 200 productores en forma presencial y virtual. El objetivo: “volver a la relaciones presenciales y establecer estrategias para realizar buenos negocios en un año donde empezamos a controlar la pandemia, pero nos sorprendió la guerra Rusia Ucrania”.
El impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania es una realidad que se vive en el momento a momento en el mercado de commodities, pero lo cierto es que “si hubiera una resolución pronta del problema, no va ocurrir que inmediatamente la situación vuelva a fluir y se vuelvan a llenar los vasos comunicantes del mercado de aceites, harinas y granos”, reconoció Borla en la apertura del encuentro.
Es que Rusia y Ucrania son los responsables de la exportación del 30% del trigo mundial, el 16% de maíz y el 78% del aceite de girasol, lo cual compromete el abastecimiento a nivel global, pero abre nuevas posibilidades para la Argentina, destacó Dante Romano, analista granario de Fyo.
Recomendaciones
En trigo y maíz, que son los cultivos más complicados, Romano recomendó dividir entre la campaña 21/22, con márgenes muy buenos. Hay que tener en cuenta que el maíz es un cultivo muy sesgado por la situación mundial y ahí la recomendación es “tener mucho cuidado con los márgenes para la campaña 22/23: a ponerse bien básicos, cerrar márgenes y no dejar que se nos escape la rentabilidad”, subrayó Romano.
En cuanto a la soja, Mariela Brandolín, también analista de Fyo, destacó que el mercado granario está inmerso en una gran volatilidad en la cual los productores no pueden quedar atados a esa incertidumbre y riesgos de precio.
Por ello, para la campaña 21/22 en soja sugirió “fijar precios con puts o ventas” y para la 22/23 pensar que “si el margen cierra a pesar de los precios, también fijar un porcentaje de las ventas para no quedar en el riesgo de precios”.
La voz de Melconián
“Existe incertidumbre sobre el cumplimiento del acuerdo con el Fondo. Hay ruido político dentro y fuera del oficialismo y por otro lado está el cierre de los números macro fiscales, monetarios y externos: ¿las metas son realistas o incumplibles?, se preguntó Carlos Melconián en la apertura de su presentación en la Jornada de Actualización Tomás en Carlos Casares.
Según el economista, los principales dilemas macro-sociales a futuro serán el impacto tarifario y el aumento promedio en las facturas de 50% al 200% en usuarios de energía de mayores ingresos; el impacto inflacionario en general y especialmente sobre las franjas de menores ingresos, jubilaciones, planes; y el ajuste importador con problemas de desabastecimiento y presión inflacionaria adicional.