También capacitar a los docentes en los establecimientos educativos. El grupo «Villegas amigo de la celiaquía» se reunió con concejales para que su proyecto se amplíe y mejore.
Este 5 de mayo, en el Día Internacional de la Celiaquía, la Licenciada en Nutrición, Valeria Pennacino, recordó la conformación del grupo llamado «Villegas amigo de la celiaquía», con el que «estamos tratando de difundir y concientizar a la población de lo importante que es ayudar a la persona que tiene celiaquía», dijo.
Con este grupo, «nos presentamos a todos los concejales para pedir que nuestro proyecto se amplíe y mejore. Estamos pidiendo que los restaurantes y bares tengan una o dos opciones de comidas aptas para celíacos. También capacitar a los docentes en las escuelas, con charlas y talleres, sobre lo que manipulan o comen. Es importante que la población acompañe todo este proceso, porque el celíaco la pasa mal».
Pennacino reconoció que la edad del diagnóstico es cada vez más amplia. «No hay una edad específica. Y la clínica también es muy inespecífica. Antes se sospechaba del que tenía diarrea o la panza muy voluminosa; y hoy sabemos que también lo pueden ser aquellos que tienen epilepsia, abortos espontáneos, anemia. La verdad que la sintomatología es muy inespecífica, pero el diagnóstico es cada vez más rápido y fácil, porque se sospecha y se envía a los pacientes a hacer los análisis, que son cada vez más sencillos».
Lo importante de consultar a un profesional. Denise Scroffa es mamá de dos niñas con celiaquía, una de 5 y otra de 10 años. Eran asintomáticas, pero tenían dermatitis y las consultas derivaron en la utilización de cremas «y baños de avena, lo que inclusive era peor», comentó Denise. «Ahora están haciendo dieta y tienen la piel perfecta», añadió.
La joven madre reconoció que a sus hijas les cuesta mucho la vida social, como «ir a un cumpleaños o a comer afuera, porque no encuentran nada en el menú. Hay muchas cosas ricas que no pueden comer. Los hábitos de alimentación cambian, en casa hay que cocinar más y es más caro».
Y recomendó leer los rótulos de los productos a la hora de hacer las compras. «Se pierde más tiempo leyendo, pero hay que hacerlo. Hay cosas que todavía no se adhirieron a la Ley de Etiquetado. Y a veces parece que determinado producto puede ser para celíacos, pero resulta que no. Es importante leer los rótulos», reiteró.
Denise tiene cuatro hijos, pero sólo a las nenas les dio positivo el estudio de celiaquía. «El nene de 8 años no tiene y al bebé no se lo hicimos. Es genético, por el lado de la familia de mi marido», comentó.
«No hay que asustarse, sino estar atentos». Carolina Rada es médica pediatra, pero además celíaca, con un diagnóstico tardío. «El embarazo de uno de mis hijos desencadenó que la enfermedad se detectara», manifestó.
«Antiguamente se creía que la celiaquía sólo estaba relacionada con síntomas intestinales. Hoy se sabe que puede ser un gran simulador, porque hay otras manifestaciones, por ejemplo neurológicas y en piel, entre otros. Por eso siempre hay que consultar al médico. Hoy por suerte el diagnóstico está mucho más presente», sostuvo la profesional.
A su vez, aportó el dato de que «uno de cada cien pacientes pueden padecer la enfermedad, que en realidad está subdiagnosticada. Cuando hay síntomas, hay que hacer la consulta para tener la posibilidad de descartarlo. Entonces, a lo clínico le sigue el laboratorio para ver los anticuerpos; y de ahí en más se disparan una serie de estudios».
«Es importante tener un diagnóstico certero, porque la enfermedad tiene consecuencias. Es algo crónico, no se cura, pero tiene un tratamiento, que es hacer una dieta libre de gluten, aunque no siempre es fácil encontrar productos que no lo tengan», dijo Rada.
El diagnóstico puede llegar a través de un examen genético, «aunque no todos tienen la posibilidad de hacerlo, entonces también se puede hacer una endoscopía», sostuvo la médica pediatra.
A su vez, echó por tierra la expresión de que «la celiaquía está de moda», como suele escucharse ante la visualización del tema. «Es una enfermedad crónica, para siempre, no tiene cura, sí tratamiento y control, pero está lejos de estar de moda. Nosotros apuntamos a concientizar y que la gente vaya al médico», expresó.
«No hay que asustarse, sino estar atentos y si hay un síntoma consultar a un profesional», reiteró.
Jornada de higiene y manipulación de alimentos para celiaquía. Se llevará a cabo el 20 de mayo, a las 14 horas, en Inta General Villegas. «La idea es apuntar a comercios, restaurantes, bares y escuelas donde funcionan los comedores. Queremos que Villegas sea inclusivo para la celiaquía», informó por último Pennacino.