El defensor vivirá ante Ingeniero un partido especial debido al afecto que aún tiene por su ex club, Juventud Unida.
Todo parece encaminado para que Ingeniero culminé el Torneo Clausura como campeón. Deportivo Blaquier intentará que dicho escenario no se de este domingo cuando visite al «Rojo» en el partido de la fecha. Los dirigidos por César Gugliermo vienen en levantada y querrán dar el zarpazo en territorio banderolense.
Matías Stable, marcador central del «Depor», palpitó el gran duelo ante el líder del torneo: «Nosotros vamos a ir a Banderaló con muchas ganas de hacer un buen partido y darle una alegría a la gente de Blaquier», comentó el defensor. «Uno quiere ganar para mejorar el presente del equipo y obviamente por el afecto que le tengo a la gente de Juventud, donde están muchos de mis amigos», agregó.
La llegada de Stable a la liga de General Villegas tuvo una particularidad muy peculiar que él mismo protagonista rememoró: «Comencé a ir a Banderaló en 2010 por asuntos de la Parroquia «Sagrado Corazón». Viajaba una vez al mes desde la Capital Federal para misionar ahí. Fue entonces que conocí un grupo de chicos del cual formaban parte Martín Rubiños, Santiago Cuenca y Hebert Cortina entre otros, con los que entablé una relación de amistad muy grande. Eso me llevó a querer jugar junto a ellos durante un año, que luego terminaron siendo tres», manifestó el «Misionero».
Tras tres temporadas defendiendo la camiseta de la «Juve», Stable continuó su periplo futbolístico en el Deportivo Blaquier, club al que llegó en 2019. «Cuando estaba en Juventud me hice muy amigo de Guido Ledesma, un profe que era oriundo de Blaquier. Esa buena onda y mis ganas de seguir jugando al fútbol hicieron que pueda acordar mi llegada a Blaquier», expresó Matías. «La verdad que quedé sorprendido con la cantidad de buenos jugadores que hay en el pueblo. Muchos de ellos están repartidos en los equipos de Ameghino y eso por ahí dejó descompensando al plantel local», añadió.
Para cerrar el «Misionero» se refirió a la temporada realizada con el «Depor»: «Peleamos casi todos los partidos y por detalles nos hemos quedado con las manos vacías. Eso nos deja un sabor agridulce porque tenemos un plantel para estar más arriba en la tabla».