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miércoles, diciembre 11, 2024
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Piden informes por cantidad y destino de cadetes que ingresan a la Policía

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La senadora provincial Yamila Alonso (Juntos) presentó un pedido de informes dirigido al Poder Ejecutivo bonaerense para que a través del Ministerio de Seguridad informe sobre la cantidad de ingresantes a la Escuela de Policía en los años 2018, 2019, 2020, 2021 y 2022 y que se indique por separado cuántos de ellos corresponden a municipios del interior de la provincia

También requiere conocer la ubicación, denominación, cantidad de aspirantes por convocatoria y/o curso desde 2018 en adelante y cantidad de egresados desde el mismo año en los institutos oficiales de formación policial, sedes para formación básica, escuelas superiores y centros de reentrenamiento de la Provincia de Buenos Aires:

En ese aspecto también la legisladora solicita conocer modalidad de cursada, municipios de origen de cada postulante y el de destino tras el egreso, información que se solicita conocer año por año desde 2018.

El pedido de informes también solicita conocer estrategias implementadas para captar aspirantes en los 135 municipios de la Provincia de Buenos Aires, si se realiza un plan de carrera para cada uno de los egresados y, en caso afirmativo, cómo se realiza; los criterios para designar el destino de cada egresado; el porcentaje de egresados que son destinados a municipios distintos al de su domicilio real antes de ingresar; si existen planes para descentralizar la formación policial en municipios distintos a los que conforman el primer, segundo y tercer cordón del conurbano bonaerense y en caso afirmativo que se especifique dicha información.

FUNDAMENTOS

La senadora provincial Yamila Alonso fundamenta su pedido en la la necesidad de más policías en el interior de la Provincia.

«La falencia en materia de recursos humanos es notoria -destacó la legisladora-. Según palabras del ministro Berni, esta falencia se vive aún más en los municipios del interior de nuestra provincia. «Tenemos menos de la mitad de la cantidad de policías que necesitamos» dijo el ministro en declaración hace unos meses. Al parecer el ministro tiene claro el problema y la consecuencia, la inseguridad, está a la vista de todo el mundo. Sin embargo, no contamos con información para analizar las causas que permitan postular nuevas políticas públicas que solucionen el problema», indicó Yamila Alonso.

Además sostuvo que «desde el interior de la provincia analizamos dos causas fundamentales. Por un lado, los aspirantes a policía que tienen domicilio en los municipios del interior no vuelven a esos distritos para iniciar su carrera profesional, o robustecer las fuerzas de seguridad existentes, sino que son destinados, por el ministerio, a los municipios del conurbano. Por otro lado, creemos, porque de nuevo, el ministerio no publica ni provee información, que disminuyó significativamente la cantidad de aspirantes oriundos de las ciudades y pueblos del interior».

«Para los jóvenes del interior de la provincia, con vocación para el servicio a la comunidad, que quieren iniciar su carrera en la policía de la provincia, la propuesta actual es inviable y desalienta totalmente su postulación. Por un lado, deben recorrer cientos de kilómetros para completar su formación con la inversión de dinero que implica en momentos económicos tan difíciles de nuestro país. Pero entendiendo que la presencialidad es importante para su formación y que es una decisión tal como cualquier otra carrera profesional, existe el agravante que luego son destinados a municipios distintos al de su origen, donde viven con sus familias y amigos», sostuvo además en sus fundamentos de la iniciativa la senadora provincial de la cuarta sección por Juntos.

Consideró que «aquí aparece la segunda causa de la falta de postulantes. El desarraigo para las personas que viven en los pueblos y municipios del interior bonaerense también es promovido por el Estado Provincial. Quienes aspiran a la carrera de policía se ven desalentados a hacerlo cuando además deben considerar perder sus vínculos afectivos y culturales, dejar su casa, sus familias, sus costumbres, entre otros».

Sostuvo que «el desarraigo trae aparejado sentimientos de angustia y soledad, frustración, miedo y rechazo a los desconocido, incertidumbre, inseguridad, sensación de extrañamiento, pérdida de la identidad que indefectiblemente afectan el desempeño laboral de estos jóvenes que deben velar por la seguridad de los bonaerenses. Además el desarraigo implica aún mayores costos para estos jóvenes. Si deben mudarse de municipio, deben alquilar una casa, conseguir movilidad y resignar cualquier tipo de ayuda o colaboración que podrían recibir viviendo cerca de sus padres, familiares y amigos, sus primeros pasos como personas económicamente independientes y libres es imposible», concluyó la legisladora juninense.

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