Basta con recorrer las góndolas de vinos de cualquier comercio, para comprender que el Malbec es la variedad de vino tinto argentino por antonomasia. Pasó de ser un simple varietal, a ser un rasgo de identidad de nuestra cultura.
Traído de la región de Cahors, en Burdeos (Francia) a mediados del 1800, llega a la región de Cuyo de la mano del enólogo Michel Pouget. Esta cepa se arraigó al terruño y se transformó a lo largo de los años en la cepa distintiva en Argentina.
Pero como todo en nuestro país, tuvo que sobrevivir a los avatares de las políticas públicas del momento.
A mediados de 1900, pasamos de tener alrededor de 50.000 hectáreas cultivadas en todo el país, a quedar con la magra superficie de casi 10.000 hectáreas. En gran medida debido a que la producción tuvo como prioridad la cantidad por sobre la calidad, y que las modas del consumo viraron a los vinos blancos y rosados.
La legislación del momento no solo reguló la producción en igual sentido, sino que restringió la producción vitivinícola a una única región del país, erradicando los viñedos existentes en el resto del territorio, como en la provincia de Buenos Aires.
El daño tuvo alcances mayores, como la de desarrollar la errónea idea en el inconsciente colectivo, de que nuestra provincia no es apta para la producción de vinos de calidad; (falacia que estamos dispuestos a develar, pero ya habrá oportunidades futuras para debatirlo).
Afortunadamente, en la década de los 90, comienzan a nivel mundial a surgir los varietales del “nuevo mundo”, permitiéndole a países como Argentina posicionarse en el mercado enológico de prestigio.
Como buen criollo, se adaptó a la gran variabilidad de suelos, climas y regímenes hídricos, a lo largo del territorio nacional.
Su vino, de tonalidades rojo-azuladas, intensos aromas y sabores a frutos rojos, el Malbec se abrió paso y moldeó el paladar argentino.
De carácter definido y predominante, pero a la vez afable y distinguido, el Malbec logró el reconocimiento que no había logrado en su suelo natal. Se convirtió sin lugar a dudas en otro emblema nacional que nos representa en el mundo.
Por todo esto y mucho más, en el mes del Malbec, ¡brindemos con una copa en alto a su salud! Y a la nuestra…
* Ana Carolina Walser Oddone, Técnica en Enología de la Escuela Superior de Vitivinicultura de la Universidad del Trabajo del Uruguay (U.T.U.) y ayudante de la Cátedra de Vitivinicultura en la misma institución. Pasante de tesis de la Magister en Enología Graciela Calero. Trabajó como Enóloga en bodega De Luca, en Canelones-Uruguay.
Radicada en Bunge desde 2005, trabaja como docente de Fisicoquímica, y en ocasiones dirige degustaciones y catas. En el presente asesora al establecimiento vitícola BOHEMIANS VINES & WINES de General Villegas y columnista en el programa Cuidarte Más, que se emite todos los sábados de 9.30 a 12 horas por FM Villegas.