A lo largo del fin de semana pasado se llevó a cabo en la plaza principal la Feria Nacional de arte popular que reunió a artesanos de General Villegas y de distintas partes del país.
Ángel R. Collazo y sus obras en vidrio soplado fueron una de las atracciones, aunque el viento de esos días hizo bastante más difícil la tarea del trabajo en vivo.
El vidrio soplado artesanal es la técnica de fabricación de objetos mediante la creación de burbujas en el vidrio fundido. Estas burbujas se obtienen inyectando aire dentro de una pieza de material a través de un tubo soplando por el otro extremo. Es un sistema parecido al que se utiliza para hacer las burbujas de jabón.
Ángel «Cuki» Collazo es uno de los pocos que quedan en el país en el arte de soplar vidrio de manera artesanal. «Somos poquitos los que vamos quedando y pocos los que quieren aprender», manifestó en el programa Cuidarte Más, conducido por Celina Fabregues, que se sale al aire los sábados a las 9.30 horas por FM Villegas, con repetición a las 21 horas.
Collazo, que vive en San Nicolás, contó que es técnico mecánico y tras morir su papá, un amigo lo llevó a una fábrica de jeringas (antes todo era de vidrio) y «me gustó tanto que hace 42 años que estoy trabajando en esto.»
Para el artesano, es un arte «que no tiene límites, porque todos los días vas haciendo algo nuevo, el poder de la creación es infinito, no hay un tope. No es hasta acá llegué, porque se aprende todos los días, incluso de los errores que se van cometiendo.»
Para poder realizar el trabajo, Collazo necesita «principalmente gas y oxígeno, después herramientas de mano, soplete y el vidrio», que es el que utiliza para los insumos de laboratorio, el borosilicato, que es totalmente inocuo y ante una corte por accidente, no produce ningún tipo de infección porque es vidrio virgen.»
El borosilicato es uno de los materiales más seguros para cocinar y almacenar alimentos y además es 100% y fácilmente reciclable.
Quedan solo tres artesanos del vidrio soplado en el país, incluido él mismo y aclara que «en cristal murano hay varios, pero en soplado artístico, en este momento no hay nadie más.»
«Es algo muy loco -sostuvo Collazo- porque pasa de estado sólido a estado líquido y todo lo que tenés como herramienta principal son tus manos. Con tu manos se domina el vidrio y se funde a 800/850°», explicó.
El artesano señaló además que en muchos lados adonde va, se queda después del fin de semana un par de días para ir a los colegios, porque «no se conoce y generalmente no saben de qué se trata.»
Desde un terrario, souveniers para cumpleaños o casamientos o una copa única para servir el más sabroso de los vinos, todo es posible con el arte del soplado de vidrio.
