Mayco Agatiello tiene hoy 31 años de edad. En marzo de 2020 sufrió un grave accidente en un parapente biplaza cerca de Isla Verde, donde perdió la vida Gabriel Lazcano, pero él salvó su vida milagrosamente.
El joven se hizo devoto de la Virgen de la Medalla Milagrosa. Tal es su fe y tan inmenso su agradecimiento, que le construyó una capilla en la tranquera del campo familiar en Monte Maíz (Córdoba), donde vive; y el 27 de noviembre, en su día, hizo una suelta de globos con su imagen y un número de contacto, su teléfono celular.
Los globos terminaron su recorrido en la zona rural de Coronel Charlone, en el campo de la familia Zapata. Y fue así que la historia llegó ACTUALIDAD, donde Mayco contó su milagro.
«La capilla la hicimos hace dos meses, por el milagro del accidente en parapente. Quería, en agradecimiento a la Virgen, hacer algo que quede», dijo.
¿Cómo se hizo devoto? «Porque en donde me operaron, en el Hospital de Marcos Juárez, había una capilla con la imagen de la Virgen. Entonces mi familia se hizo muy creyente y cuando yo salí de la internación también», contó.
Para Mayco, los globos que soltó en Monte Maíz «no viajaron tantos kilómetros, aproximadamente 160, pero si cayó ahí es porque la Virgen eligió ese lugar. Es algo muy emocionante, muy lindo».
Se reconoció creyente, pero aclaró que «no voy nunca a misa. Sí soy de pasar frente a una iglesia y hacerme la señal de la cruz, aunque después de esto me aferré a la fe. Los milagros existen, hay que creer. Mi pronóstico era quedar en silla de ruedas, pero gracias a Dios y a la Virgen no fue así. Todavía me estoy recuperando».
Mayco trabajó siempre en el campo, aunque alternando siempre su estadía con el pueblo. Contó que es piloto de aviones ultralivianos, pero ese 4 de marzo de 2020 era el primer día que arrancaba el curso de parapente. Salió muy mal la primera clase, fue un golpe muy duro que no esperaba».
El accidente ocurrió exactamente «a las 8 menos 10 de la tarde. Fue un giro escarpado y aparentemente se reventó la vela, como que se pasó de sobrecarga», dijo; y recomendó «tener precaución con eso, porque a veces uno no sabe la fatalidad que puede ocurrir. Nosotros caímos en caída libre entre 50 y 70 metros».
«Fue una pestañeada, yo me alcancé a agarrar de dos caños al lado del asiento, pero no me dio tiempo a nada porque fue rapidísimo. Gracias a Dios había gente caminando que nos vio caer, avisaron a Bomberos y fue todo rápido, sino no se quién nos iba a encontrar, porque caímos en un lote de soja», continuó su relato en diálogo con Edgardo Bonetto.
Comentó que nunca perdió la conciencia. «Me acuerdo de la ambulancia hasta el Hospital de Isla Verde; ya una vez ahí no recuerdo más nada, porque tenía la presión en 4. El Hospital está a 20 kilómetros al este de Monte Maíz, sobre la ruta 11».
Luego manifestó recordar «cuanto entré a terapia, pero no me acuerdo cuando me sacaron. Estaba sedado y me ponían morfina cada dos horas y media. Quería mover las piernas y tenía un peso impresionante, estaba cuadripléjico, con pañales, con sonda permanente. Fue algo muy duro».
«Gracias a Dios pude mover la pierna derecha de a poquito, al mes y medio dejé los pañales y a los dos meses la sonda. Y la silla de ruedas la guardamos a los cinco meses. Pero fue muy duro», reiteró Mayco.
«Hoy camino con bastones tipo muleta, tengo hechas más de 600 sesiones de rehabilitación y manejo auto de caja automática porque tengo problemas en la pierna izquierda. Lo demás lo fui recuperando todo», contó.
No fue nada fácil. «Siempre fui un tipo muy activo y encontrarse así fue difícil. Mi familia siempre me acompañó y mi vieja siempre me bancó. Uno fue saliendo adelante, por suerte también hay mucha gente que tira buena onda», expresó.
Mayco vive con su mamá y un hermano; y tiene una hermana más que le dio un sobrino.
A lo largo del tiempo, «voy notando mejorías. A veces me hago un poco el vago y falto a rehabilitación, pero hago pileta en mi casa y en el campo hago huerta, trato de andar todo lo que más pueda. Tengo un triciclo de esos que usa la gente mayor y lo uso un poco en el campo, para andar y hacer ejercicio», dijo.
¿Cómo se le ocurrió la suelta de globos? «Quería hacer algo especial para darle las gracias a la Virgen. Quería terminar el tema de la capilla con la suelta de globos; y que se hayan encontrado en el campo de la familia Zapata, en la zona de Coronel Charlone, fue algo muy emotivo», expresó.
«Nací de nuevo, no se ni cómo me salvé porque estábamos alto. No era el destino o alguien puso su mano ahí», sostuvo Mayco, quien el mismo tiempo dejó un mensaje para quien conozca su historia de milagro: «Le pido a la gente que crea en algo. Yo estoy muy aferrado ahora a Dios y a la Virgen de la Medalla Milagrosa. Si alguien tiene algún problema, de salud o lo que sea, hay que tener un poco de fe y creer. Por algo pasan las cosas a veces, pero hay que seguir remándola, no hay que tirarse abajo y luchar. Y si algo pasó por un error, de eso también se aprende».