El intendente Gilberto Alegre se refirió al estado actual de los caminos rurales, la problemática que plantea el mantenimiento debido a su extensión y la necesidad de un mayor compromiso de los productores agropecuarios del Partido.
“Los caminos son un tema de preocupación histórica y no siempre se pueden dar respuestas apropiadas”, señaló Alegre, quien añadió que “estamos trabajando muy limitados porque recibimos un parque vial muy deteriorado.”
Sin embargo, destacó que “se están reparando máquinas que estaban prácticamente abandonadas, lo que nos va a permitir cumplir mejor la labor una vez incorporadas al servicio.”
Asimismo, sostuvo que “cuando se presentan situaciones climáticas extremas, es muy complicado dar soluciones. Tenemos aproximadamente 4 mil kilómetros de caminos y, en el mejor de los casos, podemos llegar a tener 10 motoniveladoras. Es imposible que podamos reparar los caminos en pocos días, como los demandan vecinos y productores.”
El intendente indicó que “aceptamos la responsabilidad del municipio por la falta de una inversión adecuada en el pasado, pero tenemos que entender que también se trata de una cuestión de educación en vecinos y productores, porque los caminos no se rompen solos. Hay vehículos que dejan huellas enormes y muy difíciles de recuperar rápidamente”, cuando transitan en días de lluvia.
“Hay disposiciones que establecen que no se puede salir después de 24 horas de la lluvia y no las respeta nadie. Hay productores que venden hacienda y cargan cuando llueve para salir al mercado”; y lo cierto es que “actualmente el transporte es mucho más eficiente y puede ingresar con el barro. Es un tema que tiene múltiples causas pero, sin ninguna duda, tiene que haber una mesa con los productores para tratarlo”, afirmó Alegre.
Sobre el resultado positivo que supone el trabajo de mantenimiento que realiza el consorcio vial del norte del distrito, al que se le cede el 80% de la tasa, Gilberto Alegre anticipó que se ofreció la posibilidad de “armar otro consorcio o conversar sobre en qué zonas podrían hacerse cargo los productores, para encontrar una solución que permita dar una respuesta más rápida y apropiada para esta problemática.”
Manifestó además que “no es fácil, no podemos hacer promesas maravillosas porque no es posible. Hay que plantear rápidamente un cambio de paradigma en el manejo de los recursos. Hay que pedir que el dinero que pagan los productores por impuesto inmobiliario vuelva en caminos seguros y asfaltados.”
En este sentido, indicó que “en varios lugares del mundo hay caminos de trocha angosta con una sola mano que sirven para que circule un solo vehículo y, para la zona rural, eso puede ser muy apropiado.”
Si bien refirió que habría algunas cuestiones técnicas para llevar adelante este proyecto, apuntó que “deberíamos empezar a buscar o reclamar soluciones y, sin ninguna duda, la Municipalidad tendría que aliarse con las entidades rurales y llevar adelante un reclamo común, para hacerlo valer en toda la provincia.”