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domingo, octubre 6, 2024

Día del Trabajador: por qué se conmemora el 1 de mayo

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La historia del Día del Trabajador comienza en 1887, con el juicio a ocho anarquistas, socialistas y sindicalistas acusados de asesinato y conspiración. Samuel Felden, Oscar Neebe y Michael Scwab recibieron largas penas en prisión. George Engel, August Spies, Albert Parsons, Adolf Fischer y Louis Lingg -quien a último momento se suicidó en su celda- fueron destinados a la horca.

Los hombres terminaron condenados y en 1889, un congreso de la Segunda Internacional decidió conmemorar a estos mártires y se estableció en su honor el Día Internacional de los Trabajadores.

La fecha elegida no fue la de su muerte, sino el 1° de mayo, cuando junto a cientos de miles de obreros estadounidenses, en 1886, pararon el país para reclamar las 8 horas de trabajo.

Origen del Día del Trabajo: las protestas por el derecho al tiempo

En la década del 80 del siglo XIX, los obreros norteamericanos pasaban fuera de sus hogares la mayor parte del día. La jornada promedio era de 10 horas, aunque algunos -como los conductores de trenes- trabajaban más de 15. Las experiencias variaban según el Estado, la rama, la fábrica y el puesto.

Los ritmos agotadores constituían otro de los reclamos. Todos los testimonios apuntan a una verdadera disputa por el tiempo. En muchas fábricas, los operarios se quejaban de la manipulación de los relojes por parte de los jefes, que cotidianamente añadía 20 o 30 minutos más de obligaciones.

En 1882, los dueños de grandes empresas se congregaron para defender una jornada de 11 horas. El año anterior, una huelga en Saint Louis había conseguido una ley que limitaba las tareas a 72 horas por semana, pero, tres años más tarde, nadie trabajaba menos de 97.

No es extraño que el movimiento por las 8 horas generara ilusiones, hasta convertirse en algo imparable a lo largo del país, que despertó distintas manifestaciones.

Las multitudinarias organizaciones obreras dispersas por todo Estados Unidos eligieron el 1° de mayo de 1886 como día para unir sus fuerzas (recordando una importante huelga de 1867). Se esperaba que la convocatoria fuera grande -los diarios hablaban de cien mil personas-, pero el resultado superó todas las expectativas.

Casi 340 mil trabajadores confluyeron en la protesta por la reducción de la jornada laboral. Unos 190 mil se declararon en huelga, mientras otros 150 mil participaron de las acciones. Se estima que 45 mil personas se movilizaron en Nueva York, 32 mil en Cincinnati y 4.700 en Boston. Pero en ningún lugar se alcanzó la magnitud de Chicago: 90 mil habitantes salieron a las calles y hubo un cese de actividades en la industria y el transporte. La tensión social se mantuvo por varios días.

1° de Mayo en Argentina

El origen en nuestro país se remonta al 1 de mayo de 1890, cuando se coordinaron manifestaciones en Bahía Blanca, Chivilcoy y Rosario. En la ciudad santafecina se reunieron casi mil personas y una de las oradoras, según varias investigadores, habría sido una referente del anarquismo, Virginia Bolten.

La primera vez que se conmemoró en el país fue en 1890 por militantes y trabajadores anarquistas, también ese día 1952 Evita dio su último discurso y en 1959 coincidió con la visita de Fidel Castro a Buenos Aires. Aquí un repaso por los momentos más destacados.

En la Ciudad de Buenos Aires se realizó el acto más importante y participaron alrededor de siete mil manifestantes. Se realizó en el barrio de la Recoleta, en el Prado Español. El reclamo era: “8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de recreación”.

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