Las distintas líneas internas de peronismo local volverán a verse las caras el sábado 23 del corriente para intentar sellar la unidad de cara a las elecciones.
El primer encuentro fue hace un mes, en la casa gremial de los afiliados a Luz y Fuerza. Esa noche hubo muchas caras conocidas y algunos debutantes.
Ese primer cara a cara dejó sensaciones encontradas entre los asistentes. Por un lado, la unánime identificación del macrismo como el adversario a vencer. Por otro, la titánica resistencia dentro de sus propias filas para poder avanzar en un frente común hacia octubre.
Cada uno dijo lo que tenía que decir pero volvieron a casa con una mueca de desencanto y la sensación de que la empinada cuesta de la unidad es irremontable.
«No escuchamos lo que queríamos escuchar de algunas bocas. Hay gente que no se baja ni se va a bajar de sus candidaturas», sentenció una de las figuras más representativas del cónclave.
Aquella vez estuvieron Acción por Villegas, Compromiso Federal, Movimiento San Martín, La Cámpora, Nuevo Encuentro, Peronismo Militante, Movimiento Evita y Partido Comunista Congreso Extraordinario (PCCE). No fue, ni tampoco estuvo invitado, el Frente Renovador de Massa y Alternativa Federal que lidera Pichetto. Es decir, los sectores en los que abrevan Gilberto Alegre y sus seguidores.
Sí estuvieron Susana Brime, Verónica Zallocco, Fabián Arriagada, Guillermo Aba, Pablo Castagno, Raúl Martínez, César Julián, Miguel Alejandro González Barbieri, Graciano Corica y Sandra Moreno, entre otros.
Pero no lo hicieron Sol Fernández, Carlos Pardo y Germán Fernández, que mandaron sus representantes.
Por estas horas no son pocos los que aseguran que más allá de algunos intentos aislados de democratizar las decisiones y consensuar una lista, el dedo verticalista de Cristina Fernández en Nación y Provincia y los hermanos Zurro en la Cuarta Sección Electoral ya eligió, como en las últimas elecciones. De ser así, Sol Fernández sería la candidata del Peronismo en Villegas.
Habrá que ver si los buenos deseos de una veintena de militantes y dirigentes logra el gol sobre la hora que los salve de una derrota anunciada. «Vale la pena intentarlo», insisten.