La Federación Agraria filial Partido de General Villegas adhirió a la medida tomada por la Mesa de Enlace. Manuel Lucero, su presidente, explicó los motivos de esta decisión.
En el marco del cese de comercialización del campo convocado por la Mesa de Enlace, hubo una de las cuatro entidades que conforman dicha mesa que dio libertad de acción a sus miembros para que sean ellos los que tomen la decisión de plegarse o no plegarse al cese de comercialización: la Federación Agraria Argentina.
Dentro de la Federación Agraria Argentina hubo una tensa discusión ya que no todos estaban de acuerdo con la medida de fuerza. Algunos pequeños y medianos productores no veían con malos ojos la propuesta de segmentación (hasta 1000 toneladas) efectuada por el gobierno nacional.
En este sentido, Manuel Lucero dialogó con FM Actualidad y explicó porqué la FAA de General Villegas decidió acompañar el cese de comercialización: «En nuestro consejo directivo decidimos adherir al paro como muchas filiales lo hicieron a lo largo del país. El gobierno instaló bien la palabra segmentación, pero lo cierto es que las retenciones son un impuesto distorsivo. Ya con un 30% era complicado, que baje un poco ese porcentaje no influye en nada en la rentabilidad del productor. Desde FAA bregamos por políticas públicas diferenciadas, pero esto es una segmentación de un impuesto distorsivo. Tiene que existir una batería de políticas de promoción que favorezcan al pequeño y mediano productor. La soja en noviembre era del 24% y ahora está llegando al 33%. Lo complicado es que nosotros sembramos con un porcentaje de retención y en la cosecha se instaló otro porcentaje. Las reglas se van cambiando continuamente», sentenció.
Y luego agregó: «La segmentación es un reclamo histórico de FAA, pero no la segmentación en un impuesto distorsivo. Esto no alcanza para paliar esta crisis de rentabilidad que tiene el pequeño y mediano productor, necesitamos políticas públicas verdaderas. El gobierno es muy hábil en instalar estas cosas y confunde. En nuestra agrupación hay diferentes pensamiento políticos, pero sacando la parte política y yendo a los hechos concretos entendemos que se está segmentando un impuesto distorsivo y no hay políticas públicas diferenciadas».
«Este cese de comercialización no es en contra de nadie, sino a favor de que haya una política agropecuaria verdadera, que incentive al sector agropecuario, cosa que no se está produciendo», concluyó.